Durante el transcurso del día, Hotu Matua, por su parte había salido temprano de clases, y fue a la comisaría de carabineros, iba a dejar la denuncia. Al llegar, una carabinera le atendió:
-en que puedo ayudarle? –le dijo ella
-vengo a denunciar una situación de acoso. –Dijo Hotu Matua- están acosando a mi polola.
-esa acusación es muy grave, ¿tiene pruebas? –dijo la carabinera
-las tengo. -dijo el pascuense manteniendo su seriedad.
Entonces le enseño los mensajes de aquel número desconocido el cual le habían mandado la fotografía.
Mientras tanto, en el colegio, Javiera y Lautaro se encontraban conversando en el patio.
-tengo ganas de darle una paliza al Mateo para que aprenda a no meterse conmigo ni con nadie. –decía ella
-yo también quisiera darle su merecido, sabía que debía desconfiar de él, nunca me calló bien. –dijo él.
-si... me siento realmente estúpida por haber confiado en ese weón. –dijo Javiera.
-se hizo pasar por una persona confiable, logro engañarte, y quizás a cuantas personas más ha logrado engañar. –dijo Lautaro.
Javiera sentía rabia, y hablando del rey de roma; Mateo pasó cerca, pero ni siquiera les hablo, o les miró. Nada, era obvio que él sabía que lo habían descubierto. Javiera por su parte quiso ir con él a darle su merecido, pero Lautaro la detuvo.
-suéltame, voy a matarlo. –dijo ella
-se paciente, yo también quisiera darle su merecido, pero recuerda que podríamos meternos en problemas por ello. Confía en mí, el tendrá su merecido. –dijo Lautaro
-lo peor de todo es que si lo denuncio, quedaría inmune porque es menor de edad. –dijo Javiera
-que no, este año, el cumple los 18? ¿Cuándo cumple años? –pregunto él
-verdad... -dijo Javiera para luego sonreír- y cumple mañana que es 9 de abril, fantástico!
-llevémosle de regalo, a los pacos. –dijo el mapuche.
-pero primero necesitamos los pruebas, y luego denunciar dentro de esta misma semana, para que se abra una investigación y lo metan preso. –dijo la chica.
-después del colegio, pasamos a la comisaría a dejar la denuncia. –dijo Lautaro
-pero no tenemos pruebas para acusarlo. –Dijo Javiera- el único que tiene las pruebas es Hotu Matua.
-hay que hablarle y pedir que mande captura de pantalla de su chat con ese idiota. –dijo el mapuche.
Entonces el menor, saco su celular y le hablo a Hotu Matua, pero su mensaje no le llegaba, cosa que les preocupó a ambos. Ya que Hotu Matua era de los que les contestaba los mensajes de inmediato.
-tal vez este en clases y lo va a ver más tarde. –dijo Javiera intentando mantener la calma y no dejarse llevar por la preocupación.
Lautaro por su parte, miro a la chica que tanto amaba, y que compartía con Hotu Matua, que intentaba mantener la calma con aquella excusa que ni a ella le convencía, pero él tuvo un buen presentimiento a sí que le dijo:
-él está bien. Recuerda que sí, incluso le intentan hacer algo, él sabe defenderse, ¿olvidas que él va al gimnasio todos los días a entrenar?
Javiera le miró y sonrió más calmada mientras decía:
-tienes razón.
.
.
.
Continuará.
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Nuestro Poliamor
RomanceDe una amistad desde la infancia, hasta convertirse en un amor tan grande y mutuo, como el que lo sentían Hotu Matua, Lautaro y Javiera. abran problemas que deberán enfrentar y demostrar que lo suyo es más que una faceta experimental adolescente. l...