Love Story (Wenclair)

-16-

Mijin Pov.

-Mijin, despierta-. Escuché una voz cerca de mi pero solo me envolví más en la cobija.

-Mijin-. Escuché de nuevo esa voz y yo solo murmure algo por lo bajo.

Varios segundos después sentí como me quitaban la cobija de mi cuerpo haciendo que abriera los ojos de golpe, levantándome como si fuera un vampiro y sentándome en la cama para mirar con molestia a Hari quién me dió una sonrisa ladeada como si fuera inocente de despertarme de mi hermoso sueño reparador.

-¿Por qué eres tan molesta?-. Le dije dejándome caer de nuevo a la cama.

-Vamos Mijin, no hay manera de despertarte suavemente, lo intente pero no funciona, ¿Vas a darte un baño o vas a querer quedarte así? Pensaba en ir a caminar por la playa contigo y Woojin-. Me dijo Hari con una leve sonrisa y ahí me di cuenta de su vestimenta.

Hari estaba envuelta en una bata blanca, su cabello caía por sus hombros y el cual estaba bastante humedo, me gustaba verla sin maquillaje aunque no es que ella use mucho pero Hari es una maldita atleta demasiado guapa y sexy, le sonreí levantándome de la cama con paso perezoso para luego apuntarle con mi dedo índice.

-Me daré un baño y para la otra que me levantes de esa manera, mi puño estará en tu lindo y jodido rostro-. Le dije achicando los ojos para luego ir hacia mi maleta.

-¿Es lindo o jodido?-. Preguntó con tono burlón y yo solo la ignoré para jalar mi maleta hacia el cuarto de baño, escuchando su risa detrás de mi.

Jodida y guapa Hari, si hubiera sido otra persona ya le hubiera dado un puñetazo en el rostro por haberme levantado de esa manera, tome un respiro cuando saque mi ropa para luego estirar mis brazos por encima de mi cabeza, mire alrededor poniendo atención ya que anoche que llegamos no lo hice mucho. El cuarto de baño de Hari en la casa de sus padres es... Bastante grande y lujoso, algo que debía esperar de una persona adinerada.

Aunque Hari no es la típica mujer con dinero que se cree mejor que los demás, no... De hecho es todo lo contrario y eso es lo que más me atraía de ella, ella es simplemente genial, educada... En pocas palabras todo lo opuesto a mi pero de alguna manera encajamos y parece no importarle que mi lenguaje a veces no sea tan refinado como el de ella, he tratado de cambiar eso pero es bastante difícil.

Salí de mis pensamientos para desnudarme e ingresar a la ducha, tomando un baño necesario, a noche habíamos llegado a Corea, específicamente a Seúl dónde pasaríamos el día festejando el cumpleaños de Hari, supuestamente solo estará Woojin ya que sus padres salieron de viaje a otra ciudad por negocios, eso era un alivio para mí ya que no estoy preparada para reencontrarme con los papás de Hari, ni siquiera hemos puesto una etiqueta a lo que sea que somos pero... Estoy bien con ello.

Se que "amigas" no somos por qué yo no ando besando a mis amigas, bueno, tal vez en la mejilla pero como lo he hecho en estas últimas semanas con Hari, no... Nada de eso, además cumpliría veinticuatro años y me gustaba molestarla diciéndole que estaba vieja, era divertido. Volví a salir de mis pensamientos después de mi ducha, tome una toalla que había traído conmigo y comencé a secar mi cuerpo para luego cambiarme en el baño, me coloque un pantalón deportivo con bolsillos, una blusa de manga corta del mismo tono y encima me coloque una sudadera azul, acomode mi peinado, me maquille un poco y luego me sonreí en el espejo, me veía bien.

-¡Estoy lista!-. Grité saliendo del cuarto de baño cuando termine de acomodar todas mis cosas.

Pero... Me quedé en la entrada de su habitación al darme cuenta que Hari solo tenía puesto un pantalón deportivo color negro junto un brassier deportivo del mismo tono y estaba descalza, dándome la espalda mientras revisaba unas blusas que había colocado en la cama, derrepente sentí mucha resequedad en mi garganta cuando Hari giro su cuerpo para verme directamente a los ojos y yo... Yo admiré su cuerpo, sobre todo su abdomen, su hermoso y sensual abdomen trabajado.