CAPITULO 21: El último juicio

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Capítulo 21: El último juicio.

19 de febrero de 2022.

No puedo creer que después de tanto tiempo de incertidumbre, esté sucediendo ahora. Todas las cartas han sido puestas sobre la mesa y la verdad al fin está saliendo a la luz.

Siguiendo el consejo de Benjamin y Amanda, hemos decidido centrar la denuncia a Emilio por homicidio. Emma y yo no estábamos legalmente casadas cuando ocurrió el accidente, así que no podía demandarlo por el robo de obras, sin embargo, Ben me explicó que según la Ley 27.372 si puedo hacer la denuncia si se trata de un asesinato a la persona con la que convivo.

Las primeras tres sesiones han sido patéticas, no habían durado más de una hora y casi me convenzo de que él ganaría. Ben me aseguró que le sacaría provecho a esta última oportunidad, pero que de todas formas iba a ser difícil teniendo en cuenta la influencia de la familia Bernard.

Emilio fue notificado por la policía, aunque por supuesto que su padre interfirió para que pudiera esperar hasta que den la sentencia en su hogar y no en prisión, dónde debería estar hace tiempo. Él intentó comunicarse a toda costa con Demian, pero la única respuesta que obtuvo fue un audio dejando muy en claro que lo dejara en paz.

-Escúchame bien, pedazo de mierda. Quiero verte arder en el infierno, pero antes de eso, me aseguraré de que pases una larga estadía en la cárcel mientras te pudres lentamente tras las putas rejas pagando por todo lo que has hecho- había siseado cargado de furia, luego me pidió disculpas por la manera en que habló, aunque le aseguré que no necesitaba pedirme perdón.

Ahora me encuentro en los baños del tribunal, aprovechando los veinte minutos de receso que dio el juez, para mirarme en el espejo mientras me repito una y otra vez que yo puedo hacerlo, que esto es por Emma.

Durante la primera hora de esta última sesión, ambas partes hemos hablado y me aseguré de volver a contar mi versión sin omitir ni un detalle. Cuando Emilio pasó al frente a declarar, su historia no coincidía en nada con la verdadera e incluso la Emma que él describía ni siquiera se acercaba un poquito a la verdadera Emma. A mí Emma.

Me lavo las manos y mojo un poco mi rostro para despabilarme, no he dormido nada hace días y estos últimos cuatro meses me hicieron sentir que estoy al borde de perder la poca cordura que me queda. Tomo una bocanada de aire y salgo del baño.
Yo puedo hacerlo.

Cuando entro de nuevo a la sala, noto a un par de personas que no había visto antes, entre ellas a Melisa, quien me observa con una cálida sonrisa desde una de las últimas filas. No me sorprende verla aquí, al fin y al cabo ella ha sido una gran amiga de Emma durante años, pero tomaron caminos diferentes cuando acabaron la secundaria y ,aunque aún así se mantuvieron en contacto hasta el día de su muerte, por mi parte yo no me he acercado a ella ni a nadie que haya tenido algún tipo de vínculo con Emma, a excepción de Margot, desde ese día. Le devuelvo la sonrisa para que sepa que en verdad agradezco que esté aquí apoyando la causa y continúo caminando por el pasillo hacia mi asiento designado junto a Benjamin y Amanda, prometiendo que me acercaría para hablar con ella en cuanto el juicio acabara.

Cuando la sesión es retomada, Benjamin pide permiso de presentar una de las últimas pruebas y el juez se lo otorga. Con un control remoto señala la pantalla en la que comienza a reproducirse los vídeos de una cámara de seguridad.

-Sabemos que el caso fue cerrado por falta de pruebas dado que según los informes no funcionaban las cámaras de seguridad a tres cuadras a la redonda del accidente, algo que llamó mucho mi atención, su señoría- comienza a exponer Ben, acomodando el nudo de su corbata-. Pero hemos podido adquirir las grabaciones de los sitios más cercanos a dónde ocurrió la lamentable escena. Como verán en pantalla, si observamos con detenimiento aquel auto gris que pasa a toda velocidad, notarán que se encuentra en perfectas condiciones. Sin embargo, luego de que perdamos su rastro al atravesar el área de las cámaras defectuosas, volvemos a encontrarnos con él a varias calles de distancia, pero su estado no es el mismo-. Ben pone pausa el vídeo y aprieta uno de los botones para hacer zoom, enfocando la parte delantera del automóvil. El juez entrecierra los ojos para analizar mejor la escena que se le presenta y asiente con la cabeza.

Nuestro cielo de colores (Lara Galeano) PRONTO EN FÍSICO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora