Capítulo 17

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Capítulo 17

Mi madre me trae a psicología de ves en cuando, le rogué, le decía que no era necesario, pero ella siempre insiste, por lo que no tuve otra manera de aceptar.
Esta era la segunda ves que visitaba un consultorio de psicólogo, días anteriores venía y siempre estaba alegre, sentía que todo estaba mejorando, me sentía bien emocionalmente, eso le agradaba a la psicóloga y veía en mí el anhelo de salir de aquel hoyo de la depresión por lo que me felicitó.

El día de hoy no sé qué me pasó, pero no me sentía bien del todo, sentía que mi mundo se estaba cayendo a pedazo, me sentía inútil, las palabras de papá no me están ayudando a sanar, las palabras de papá son tan destructivas a veces, realmente pensaba que estaba sanando, pensaba que me estaba sanando de aquello, quería sanar, quería sentirme en paz, quería, quería, quería... ya no sé si quiero, pero Dios, lo he intentado tantas veces.

Empecé a hablar con la psicóloga, ella me observaba, y me escuchaba hablar. Es una mujer morena de pelo lacio hasta los hombros, sus ojos marrones oscuros, piernas largas, boca gruesa y nariz anchas.

— Hay muchas maneras de no sentirse suficiente en esta vida, y lo peor es cuando te siente estancado en un mismo lugar, cuando ves que por más que lucha para salir de situaciones, nada vale la pena, he luchado mucho para poder entender la vida. He cambiado hasta mi manera de ser para poder encajar en el mundo de los demás. Nada de eso me está ayudando en nada, pensaba que estaba sanando, pensaba que ya estaba saliendo de aquel hoyo de la depresión, pensaba que aquellos ataques dé ansiedad que sentía en muchas ocasiones ya no estaban. Solo estoy escondiendo mi dolor. En realidad siento que no estoy sanando nada, todo sigue ahí aún, y cuando pienso mucho las cosas vuelven aquellos bajones, no puedo estar distrayendo mi mente siempre para poder sentir que estoy bien y que me siento bien conmigo misma.

— Cariño, eres una joven muy madura, está sanado aunque no vea el resultado — me sonríes, tienes una hermosa dentaduras blancas y sus dientes bien afilados —. Mira te dire un secreto — se me acerca un poco más —. No tienes que encajar en el mundo de los demás, tú misma puede  construir tu propio mundo. Anota — me pasa un cuaderno pequeño con un bolígrafo — te dire otro secreto, no deje de anotar — me guiña un ojo —. No tienes que encajar en la vida, la vida tienes que encajar en ti — sonríe de lado —. Otra cosa mi querida, jamás te sientas suficiente en esta vida ¿Sabes por que? —. Muevo la cabeza respondiendo su pregunta sin pronunciar palabras algunas —. Por que la vida jamás será suficiente para saciar nuestras necesidades, el ser humano siempre necesita algo, jamás será suficiente en esta vida, tampoco sea conformista, con esto no te digo que sea ambiciosa claro que no, con esto te digo que sea una joven sabia e inteligente, se que lo eres. Pero hay un detalle, si te conforma en la vida te quedará donde está, pero de lo contrario va a luchar para obtener aquello que tanto desea y cuando lo obtenga verá que no era tan importante como te hacía pensar tú mente, cuídate de ella, es tu principal enemiga — me mira con atención — Jamás, jamás cambie para agradar a los demás, cambia para agradarte a ti misma, nadie más que tú sabe lo que debe de cambiar, nadie más que tú sabe lo que te hace bien o lo que te hace mal. No tienes que agradar a nadie, no tienes que impresionar a nadie, si cambia que sea para impresionarte a ti misma —.  Coloca una mano sobre mi hombro —. Jamás esconda tu dolor, si te duele hazlo notar, y con esto no te estoy diciendo que le diga a todos el mundo donde te duele, con esto te estoy diciendo que tienes que desahogarte de lo contrario siempre dolerá, tienes que decir lo que siente, tienes que hacerte entender a ti misma que te está doliendo, pero que ese dolor pasara, que hoy fue un mal día, pero, mañana será un día mejor, no está mal que duela, lo que estaría mal sería no sanar ese dolor, esos dolores que a veces sientes en el pecho se sanan de una sola manera "Orando". Es poco común tocar a Dios en consulta de psicología, pero yo no complazco la ciencia, me guarda el secreto — me susurra, sonreímos con complicidad —. En realidad no está distrayendo tu mente para sentir feliz, solo está viviendo el momento y te está olvidando de lo que te agobias, tienes que dejar ir el pasado, tienes que sanar, tienes que valorarte, tienes que quererte a ti misma, con lo único que el ser humano se puede conformar es con su naturaleza mi querida, eso si te digo, tienes que estar conforme con tu naturaleza, así fue como Dios te creo mi niña, y eres bellísima —

—. Nunca seré bonita —. Susurro.

— ¿Lo único que te interesa es ser bonita? — verbalizó sin dejar de mirarme fijamente a los ojos. Sinceramente me quede estática, no sé qué responder, y lo peor, no se me ocurría nada.

Nunca seré bonita.✔️ #2 / En ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora