Capítulo 18

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— Cuenta Ava ¿Eso es lo único que te importa —. Reivindicó.

— Al parecer si —. Minimice en susurros. Agacho mi cabeza.

— Ava mi querida — coloca su mano sobre mi barbilla alzando mi cabeza y nos miramos fijamente a los ojos.

Entré dentro de mi ser, dentro de mi mente ¿Lo único que me interesa es ser bonita? Buscaba las repuestas correctas para contestar aquella pregunta, quijotescamente no se que responder, al parecer lo único que me interesa en esta vida es ser bonita, y lo peor es que caigo en la vulnerabilidad de mis pensamientos y pienso que nunca seré bonita, a pesar de tener un Dios que me habla y me ama tal cual soy, pero lamentablemente lo que me importaba era ser lo que no soy y ahí estaba el problema.

Mi mente jugaba conmigo, no tenía control de ella ¿De qué manera puedo controlar aquella voz de mi cabeza? Sinceramente estoy abstracta, no se lo que me abstrae, ni siquiera se para que soy buena, lo único que se hacer en la vida es quejarme y llorar como si no hubiera un mañana.

«Debe de ponerle un stop a eso».

«Debo de ponerle un stop a eso ¿Como lo hago? Ilumíname».

«Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Solo descansa en mi, descansa en mi presencia».

— ¿Cuando fue la última ves que te viste en un espejo? — proclamó.

— No lo recuerdo, creo que fue la última ves que fui a una peluquería con mi hermano a cortarme el cabello — confesé — hace casi un año — pronuncie detenidamente.

— ¡Oh My god! — dice con asombro — Ven — se levanta del mueble, luego me ofrece su mano para ayudarme a parar.

— ¡No me voy a mirar en un espejo! — comenté ignorando su mano — ¿Aún no se ha terminado esta sección? Ya estoy bastante abrumada —. Crucé mis brazos y me acomodé mejor en el mueble.

— Quedan aún media hora, debe de enfrentar tus inseguridades, no puede permitir que tus inseguridades te dominen, debe de vencer tus miedos — me pasa la mano por la cabeza — eres una joven demasiado increíble, inteligente y hermosa, no entiendo como es que no puede ver lo maravillosa que eres.

—Supongo que nunca ha estado en mi lugar, no sabe por lo que he tenido que luchar día tras días, no sabe por lo que he pasado en esta vida ¿Como puede exigirme que no permita que mi inseguridades me dominen cuando ellas son las culpables de todo? — lágrimas recorren mis mejillas — mi pareja quieres que envíe solicitud a las universidades pero ¿Como lo hago? Sufro días tras días y temo pasar por todo lo que pase en la escuela durante todos estos años ¿Como le digo que no quiero ingresar a ninguna universidad, que lo único que quiero es dormir todo el día sin que nadie me moleste, que lo único que quiero es olvidarme de las palabras de papá que días tras días me retumban en la cabeza? — gritó con desesperación — ¿Como le explicó que le tengo pánico a la universidad? — la psicóloga me abraza.

— Puede decirle lo que siente a tu pareja, pero, dormir no resolverán tus problemas, dormir no resuelve el problema de nadie. Sabe, si estoy hoy aquí ayudando a jóvenes vulnerables como tú es por algo ¿No cree? —. Se vuelve a sentar a mi lado —. No puede fijarte solo en tus problemas, no puede permitir que tus heridas hieran a otros, eso solo lo hacen las personas mediocre y tú no eres ese tipo de personas. Los miedos se vencen aún el éxito no llegue, aún fracase en el camino, pero lo intentaste aunque no lo lograste, pero eso no puede desenfócate del camino. «Si te caes te levantas te sacude el polvo y sigue caminando, si vuelve y cae hace lo mismo hasta que lo logres». En el mundo hay personas buenas aún, y te aseguro que en la universidad te van a querer y no pasará por lo mismo que pasaste en la escuela. Y si pasa por lo mismo sabrá cómo enfrentarlo porque ya pasaste por eso y le encontrará una solución.
Nunca olvides que no eres la única qué pasa por momentos desagradables, momentos donde queremos soltarlo todo y tirarnos de un puentes, hay personas que han pasado por cosas peores que tú y no hieren a otro sino que ayudan a otro a salir de donde están. Jamás olvide ponerte en los zapatos de los demás, jamás crea que eres la única que está pasando por momentos de depresión, «Que todo este proceso sea para ayudar a otro». Todos tenemos nuestros propios problemas.

Entendía perfectamente porque me decía aquello, ese es mi problema que siempre pienso que soy la única qué pasa por momentos difíciles cuando sé qué hay personas que están pasando por cosas más peores que yo. Y cámbiate eso, sanare con la ayuda de Dios para ayudar a otro.

"No eres la única qué pasa por situaciones difíciles" grábatelo en la cabeza.

— Pensé que estaba sanado — murmuré muy por lo baje.

— Y lo está haciendo, solo te está desahogando, eso es bueno —. Dice por último —. Es todo por hoy — me sonríe.

Nunca seré bonita.✔️ #2 / En ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora