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Siempre ha sido de la idea de que el destino tenía ya escrito la vida de todos y que ninguna fuerza en éste mundo podría cambiarlo. Él pensaba que su destino era casarse con Andrés, tener una familia y morir al lado del amor de su vida, pero resulta que pensaba cómo un niño de 15 años porque ni se casaría con Andrés, ni tendrían una familia y a lo mejor si moriría, pero no al lado del amor de su vida. Ó tal vez pensaba todo eso, pero con la persona equivocada.

Abrió sus ojos, nada era un sueño, todo era real, había sido secuestrado por un mafioso millonario que decía que lo enamoraría en 1 año, ¿estúpido no?, creía que por tener tantos millones podría adueñarse de él cómo si nada, eso nunca pasaría aunque tenga que vivir el peor año de su vida , ó así lo creía él.

Suspiró y se acomodó mejor en la cama, otra vez estaba en la habitación de siempre, pero había algo raro, su ropa no era la misma... traía sólo una bata de seda y su ropa interior, han abusado de él, fué lo primero que pensó, iba a llorar, pero alguien lo interrumpió.

- ¿Cómo te sientes? no debiste de haber visto eso, pero tienes que saber que lo merecía, había dañado niños, engañaba y robaba a mi familia y eso no lo permitimos. Él se quitó la vida con sus acciones, nosotros no matamos así porque sí. - dijo el rizado que estaba sentado al lado de la cama en un sofá individual, sin camisa dejando su torso descubierto en el cuál habían varios tatuajes que le llamaron la atención. No contestó, lo único que hizo fué cubrir sus muslos y abdomen con las sábanas porque comenzaba a sentirse incómodo con la mirada del oji-café puesta sobre él.

- Y-yo no te cambié la ropa, la mucama lo hizo. - Afirmó el rizado notando la incomodidad de Joaquín al desviar la mirada de él.

- Tienes empleados para todo - fué lo primero que dijo el castaño en aquella conversación.

- Son los privilegios de ser el jefe, y tú también los tendrás sólo si te portas bien. - expuso el rizado viendo al castaño que seguía sin mirarlo.

- Entonces que uno de tus sirvientes me traiga mi celular y mi laptop - dijo el castaño quitándose las sábanas y girándose para quedar sentado en la cama frente al rizado, inclinándose para mirarlo a los ojos.

- Me doy cuenta que ya te recuperaste, tendrás tu laptop y tu celular a su debido tiempo, ahora, si necesitas algo Nikolás está aquí para ayudarte, y procura estar listo en 2 horas porque tenemos que comprar cosas antes de partir. - ordenó el oji-café levantándose de su asiento y mirando a los ojos mieles frente a él.

- ¿De partir? ¿a dónde? oye ¿de que estás hablando?, yo no volaré a ningún lado a menos que sea a Toluca, - exclamó Joaquín poniéndose de pié para enfrentar al rizado, aunque una diferencia de estatura notable existía entre los dos, no impedía que Joaquín se sintiera poderoso al encarar sin miedo al hombre que lo secuestró.

- No fué una oferta, es una orden Joaquín. - expuso Emilio mirando sin intimidarse por la mirada de Joaquín, la cuál lo único que provocaba en él era desearlo más.

- Escúchame, no soy una estúpida bolsa de papas que vayas a trasladar sin mi permiso, si esa es la idea de cortejo que tienes estás muy equivocado. - soltó el ojimiel, empujando con sus dos manos el pecho del rizado que ni siquiera se inmutó ante el movimiento, en cambio lo tomó de los hombros y lo aventó a la cama cayendo sobre él y forcejeando porque Joaquín no quería tener contacto con él, el ojimiel no quería estar en esa posición con aquel hombre, así que no tuvo otra opción, cuándo tuvo oportunidad le dió una bofetada fuerte a Emilio que hizo que los dos se inmovilizaran al instante, el oji-café sobre Joaquín asimilando lo que acababa de suceder.

365 Days // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora