365 Days // Adaptación Emiliaco

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Vió la pastilla en su mano y su mente divagó a los recuerdos de aquella conversación con Daniel cuándo le hicieron el estudio de fertilidad.

Flash back

- ¿Entonces, que tan fértil soy para embarazarme? - preguntó con el rostro inexpresivo al ver la mueca que hacía su amigo leyendo aquel papel.

Daniel se puso de pié de su silla y se acercó a su amigo Emilio que estaba sentado en la camilla.

- Verás, a nosotros los hombres nos hacen 2 estudios en uno, primero nos dicen nuestra fertilidad para embarazo y el otro dato es si podemos embarazar a alguien...

- ¿Y? - cuestionó un poco nervioso.

- Tus espermas son muy activos y puedes embarazar sin problemas, aquí el detalle es tu fertilidad, tienes un porcentaje de 45% Emilio, si quieres embarazarte es probable que de 4 intentos 1 pueda ser posible y tu proceso sería muy riesgoso, podrías morir en el parto - explicó Daniel dando un apretón de hombros al oji-café frente a él.

- Ok, no pasa nada, ni siquiera sé si quiero embarazarme.

Fin del falshback

Colocó la pastilla en su lengua y llevó el vaso de agua a su boca dándole un gran trago.

Dejó el líquido en la mesita de noche y sintió los brazos de su bonito rodear su torso besando su espalda y disfrutando del perfume del mayor.

El rostro de Emilio se iluminó con una sonrisa de hoyuelos y se giró viendo a Joaquín sonreírle.

- ¿Ya te la tomaste? - preguntó el ojimiel besando la barbilla de su prometido.

- Ya - dijo antes de suspirar.

- ¿Quieres desayunar?

- No, voy a salir - dijo alejándose para ponerse sus tenis.

- ¿A dónde irás? - cuestionó Joaquín girándose con el ceño fruncido.

- Me toca planear la sorpresa a mí, así que no intentes hacerme preguntas que no te lo diré - exclamó Emili9 arreglando sus rizos.

Joaquín sonrió y asintió.

La pareja salió de la recámara y caminaron hacía la cocina, el mayor tomó un trago de jugo de naranja y dejó un beso en la frente de su bonito mientras éste cortaba un trozo de fruta.

- Te Amo, no me extrañes - murmuró el rizado saliendo de la cocina.

- ¡Es muy difícil no hacerlo! - gritó para que su chico lo escuchara.

Después de 5 minutos en silencio una voz llamó su atención.

- Hola, ¿hay alguien aquí? - se escuchó aquella voz y Joaquín sonrió con felicidad.

- En la cocina Niko - exclamó escuchando los pasos del rubio acercándose.

- Joaquín, pensé que ibas con Emilio, ya veo porqué se llevó a mi esposo - dijo entrando a la cocina mientras se sentaba en los bancos de la mesa junto a su amigo.

- Dice que me tiene una sorpresa - expuso sonriendo en grande.

- Te veo muy sonriente, ¿me perdí de algo? - cuestionó el ojiverde haciendo sonrojar a Joaquín.