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Salió del despacho y se encontró con Albert y Alejandra, los chicos lo vieron y sonrieron tristemente, la chica se acercó y abrazó a su hermano tratando de darle ánimos.

- ¿Algún plan? - preguntó Albert.

- Roy viene para aquí, escóndanse ó váyanse a un cuarto, pero no quiero que se dé cuenta que hay alguien aquí más que yo - pidió y Alejandra frunció el ceño.

- ¿Qué piensas hacer? Hay muchas personas aquí Emilio, no voy a dejar que los pongas en peligro - retó la hermana.

- Confía en mi Ale, no los voy a poner en peligro, avísenle a todos y díganle a las cocineras que les estén subiendo agua y comida porque no sé cuánto durará mi "reunión".

Los chicos frente a él asintieron, Albert le acarició el hombre y le regaló un abrazo fraternal.

- Joaquín está en su recámara, ¿vamos por él ó tú le dices? - preguntó el de ojos celestes viendo a Emilio tragar duro.

- Yo....yo iré por él, necesito hablarle de algo, dile a Jason que ponga a gente dentro de la casa, no quiero que los descuiden, a ustedes los quiero dentro del cuarto con el arma cargada, les estoy confiando mi vida, cuidénlos -  ordenó el oji-café dándose la vuelta en dirección a su recámara.

Caminó por el pasillo y se quedó afuera de la puerta Blanca, suspiró y giró la perilla, Elizabeth y las gemelas estaban con Joaquín acostados en la cama, sonrió tristemente y la señora y sus hijas se pusieron de pié, Lizz abrazó a su yerno y salió de la habitación con sus gemelas.

El ojimiel sentía un nudo en la garganta que no lo dejaba hablar, ¿dónde estaba toda esa paz y tranquilidad que sentían en la mañana?. El rizado se acercó y se sentó en la orilla de la cama junto a su bonito. Recargó su espalda en la cabecera de la cama y Joaquín se subió a su regazo abrazándolo fuerte y sin querer soltarlo, el más alto sentía el dolor carcomer su cuerpo y sus fuerzas, ¿Porqué mierda no podían ser felices sin nadie que los estuviera intentando joder?.

Acarició la espalda del menor y besó su cabello, desvío su vista al reloj de la pared y observó la hora, faltaban alrededor de media hora para que Roy llegara.

- Necesito que hablemos, no quiero que haya malos entendidos entre tú y yo - dijo alejando delicadamente a su pequeño para verlo a los ojos.

Joaquín levantó la vista y conectó miradas con Emilio, se vieron por unos minutos hasta que decidieron hablar.

- Creo que ya sabes...quién está detrás, lo analicé y llamé a Roy (el menor frunció el ceño) está por llegar, voy a tratar de sacarle toda la información que tenga, todos estarán en uno de los cuartos, tendrán seguridad y Albert y Eduardo estarán ahí, te pido que confíes en mí, si Roy me dice todo lo que sabe puedo llegar hasta..... A-Andrés.

El más alto apretó la mandíbula al decir el nombre del ex de su bonito, por otro lado el menor no sabía ni que decir, no sabía si reclamar ó confiar, pero digamos que la última es muy difícil para él.

- ¿Vas a acostarte con él? ¿Me estás pidiendo permiso? -  preguntó el ex-castaño tratando de contener sus lágrimas.

- Sólo te estoy diciendo que haré lo que tenga que hacer para que me diga todo, tengo un plan y si funciona no pasará nada de lo que piensas - respondió sin expresión en el rostro.

- ¿No hay otra forma? que Albert hable con él ó con la dirección que tienen pueden ponerle una trampa, no sé algo, ¿porqué tú? - exclamó enterrando su rostro en sus manos.

365 Days // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora