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Su sueño iba tan delicioso hasta que movió su brazo para atraer a aquel cuerpo pequeño y suave que siempre estaba a su lado, pero no encontró nada...

Abrió sus ojos de golpe y vió el vacío junto a él, se despojó de la sábana y se puso su bóxer lo más rápido que pudo sin importarle su erección matutina que comenzó a doler al ser atrapada en su ropa interior.

Caminó a pasos rápidos hacía la puerta y trotó por todo el pasillo llegando al salón principal, buscó con la mirada y no lo encontró. Las señoras de la limpieza se lo quedaron viendo y cuándo éste las vió se sonrojaron.

Corrió hacía la cocina y la señora encargada de la comida se ahogó con su saliva al verlo entrar en ropa interior. Cómo Joaquín no estaba ahí subió a la segunda planta y abrió la puerta de su recámara pensando que estaría ahí, pero no fué así.

- ¿Dónde te metiste Joaquín? - se cuestionó bajando otra vez a la primera planta y abrió la puerta principal de la casa sintiendo el aire fresco y cálido pegar con su cuerpo descubierto.

Dirigió su mirada hacía el frente y vió a su pequeño bonito parado en el muelle con su bata de dormir color azul celeste.

Sonrió y corrió hacía él sintiendo la mirada de sus hombres de seguridad, giró su vista y encontró a Felipe mirarlo fijamente a su cuerpo, sonrió cómo el narcisista que es y siguió su camino.

- Cierren la boca pervertidos - retó cuándo sus empleados comenzaron a silbarle haciéndolo reír con egocentrismo.

Joaquín escuchó la bulla y se giró desviando su vista que reposaba en el lago hasta llevarla al rizado que corría hacía el con sólo un bóxer cubriendo su cuerpo.

- Oh por dios - susurró cuándo vió la exorbitante erección matutina de su chico marcándose en su ropa interior.

Caminó a pasos rápidos hasta encontrarse con el oji-café que lo veía con una sonrisa aún sin darse cuenta de su problemita ahí abajo.

- ¡Tapate por el amor de Dios! - exclamó colocando sus manos para cubrir la erección de su prometido y girándolo para cubrirlo con su cuerpo.

- Pero qué.... Oh....¿Oops? - dijo cuándo vió a lo que se refería el menor. Masajeó un poco su miembro tratando de que su erección bajara, pero la vista que tenía frente a él no le ayudaba mucho, la bata de Joaquín se había movido un poco y dejaba ver uno de sus pezones.

- Todos te vieron corriendo con esa cosa más viva que quién sabe que - regañó el ex-castaño rodando los ojos ante la carcajada de su prometido.

- Sólo son hombres Joaco - dijo después de reír viendo cómo su pequeño bonito tenía el rostro molesto.

- Por eso mismo, son hombres que sueñan todas las noches con estar en tu cama.

- La mayoría son heterosexuales, alguno que otro Bi, pero de ahí casi todos son amantes de las tetas - murmuró viendo a sus escoltas distribuidos por toda la casa.

- ¿Venía en el currículum ó algo así? - cuestionó cruzándose de brazos viendo a Emilio sonrojarse.

- Ya no hagas Drama Amor, deberías estar orgulloso - exclamó el rizado abrazando a Joaquín por la cintura pegándolo a su cuerpo mientras éste enroscaba sus brazos a su cuello.

- Orgulloso de que mi prometido corra por la casa con sólo unos boxers y además una gran erección que te puede sacar el ojo - dijo rodando los ojos con una sonrisa pintada en sus labios.

365 Days // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora