365 Days // Adaptación Emiliaco

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Centro de la CDMX, sótano de un bar de mala muerte.

- Eres una mierda, tenías sólo un maldito trabajo, enviar el mensaje y seguir espiándolos, ¿Estás seguro que no te siguieron? - dijo el chico con la mandíbula tensa y las pupilas dilatadas por el coraje.

- El chico que era rubio salió de la casa y estaba hablando con su jefe de seguridad, así que supuse que ya sabían lo del mensaje y decidí mejor salir de ahí, después ví que el tal Jason me venía siguiendo así que me salí de la carretera y dejé la camioneta tirada y me vine a pié - murmuró el chico moreno que no era nada más que un sirviente.

- Y ahora no podemos ni asomar la cabeza por ahí ó nos la vuelan, te das cuenta que estamos en ceros otra vez, no sabemos cuándo vá a regresar a la mansión y que es lo que hacen, tendré que hacer tu trabajo por lo que veo.

El Moreno temblaba por el tono de voz que usaba su jefe.

- Y la recepcionista del consultorio ¿Qué te dijo? - preguntó el patrón un poco más calmado.

- Dijo que no sabía nada y empezó a llorar y después sólo dijo que la cita del enano ese era en 1 mes para confirmación del sexo del engendro.

- Mucho cuidado en cómo te refieres a Joaquín, él es nuestra pieza clave aquí - susurró el hombre acercándose hasta el chico y tomándolo del cuello de la camisa en un agarre doloroso.

El pobre Moreno sólo asintió con el miedo viéndose en sus ojos.

Ésto no se queda así Osorio, juró que vas a pagar la que me hiciste...

Casa del Lago, Familia Osorio-Bondoni.

Emilio acariciaba el cabello de su bonito que se había quedado dormido recargado en su hombro, todos estaban nerviosos, pero prefirieron no agobiar a Joaquín por el bebé.

Las gemelas dormían plácidamente en uno de los sofás, el rizado recostó a Joaquín sobre los cojines y se puso de pié caminando hacía la cocina.

Cuándo entró vió que Niurka, Uberto y Elizabeth dirigieron sus vista hacía él, se acercó a ellos y abrazó por detrás a su Madre porque sabía que eran muchas emociones en un sólo Día.

Niurka estuvo triste desde que llegaron a la casa del Lago, los recuerdos de la vida junto a Juan y sus pequeños hijos cuándo venían a vacacionar a la casa se hicieron presentes desde que puso un pié en ésta, abonando también el susto de la mañana que no la dejó tranquila.

- Quisiera hablar con ustedes para Aclarar el mal entendido en ese mensaje.

Elizabeth y Uberto asintieron dándole permiso al oji-café de que prosiguiera con su explicación.