Emilio Osorio es hijo de un multimillonario, su vida era despreocupada hasta que un suceso cambia todo su destino y comienza a vivir una vida un tanto peligrosa.
Joaquín Bondoni, una persona inocente que no sabe que su vida oued3 dar un giro de 180...
Bajó de su coche, un Audi Q8 por cierto, sacudió un poco su camisa y tiró el cigarro que traía en la mano, mientras que con la otra colocaba su saco negro sobre su hombro. Cerró la puerta y caminó en dirección a la puerta principal de la mansión en dónde Albert ya estaba esperándolo.
Audi Q8 de Emilio
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- Que bueno que llegas, Eduardo está adentro en el despacho y dice que trae noticias - dijo el pelinegro tomando el saco de Emilio para dejarlo entrar y seguirlo hasta el despacho.
- ¿Vino sólo? - preguntó el rizado antes de entrar al despacho y recibir un asentimiento de cabeza por parte de Albert.
- Me dijeron que traes noticias, quiero escucharlas y no te pierdas ningún detalle - expuso el rizado entrando al despacho y saludando con un abrazo a su mejor amigo, para después girarse y servir 2 vasos de whisky, tendiéndole uno a Eduardo.
- Así es Emilio, te traigo noticias cómo te prometí el día que me buscaste cómo ultima opción, cuándo soy tu mejor amigo y debiste ir conmigo en el primer instante - dijo el de ojos azules aceptando el whisky mientras le reprochaba al oji-café.
- Deja el drama Edu, además estabas llegando de tu luna de miel y no quería molestarte ó llegar a tu casa y verte cogiendo con Nikolás en la alberca - soltó el rizado riendo antes de dar un trago a su vaso.
- No digas estupideces Osorio porque sabes que Nikolás es consciente de mi trabajo y así aceptó casarse conmigo - mencionó Eduardo para después tomar una carpeta de su portafolio.
- Y sigo diciendo que fué muy pronto - dijo el rizado mirando con una sonrisa burlona a su mejor amigo.
- Repítemelo cuándo encuentre al amor de tu vida, a esos ojos mieles que te traen cada vez mas idiota - dijo el de ojos azules apuntando con su dedo índice a Emilio.
- Mejor dime ¿Qué traes ahí? - cuestionó el rizado al ver a su amigo acomodar la carpeta en sus manos
- Obsérvalo tú mismo, ahí está todo lo que necesitas saber del asesino de Juan - dijo Eduardo al extenderle a Emilio la carpeta con documentos.
Estaba a punto de descubrir quién arrebató la vida de su padre, los primeros meses después de su muerte se los pasó en cama borracho y drogado, teniendo sexo con cualquier hombre que se le pasara por enfrente, su familia había estado superando lo ocurrido, Niurka viajaba junto a un grupo espiritual y Alejandra era una diseñadora de modas muy famosa y refugió su dolor en su trabajo, pero él estaba completamente sólo y el alcohol, las drogas y el sexo fueron su único refugio.
Tomó la carpeta en sus manos y la abrió... la imagen del asesino de su padre estaba frente a él.
- Mátalo - fué lo primero que le dijo a Eduardo mientras cerraba la carpeta con odio y rabia invadiendo su cuerpo.
- Estás seguro Emilio, sabes cómo es éste negocio y ellos son personas poderosas - dijo el de ojos azules tratando de hacer entrar en razón al rizado.
- No me vengas con idioteces Eduardo, éste hijo de perra le puso una trampa a mi padre diciéndole que el negocio era por una gran cantidad de armas que nos comprarían y era un puto negocio de trata que sabía que mi padre nunca en su vida aceptaría, le puso la trampa y lo mató junto a los dos imbéciles que contrató cómo compradores y todo porque a su estúpida hija le salió maricon el novio y la dejó. - gritó el rizado levantándose y estrellando el vaso de whisky contra la pared para luego caer al suelo.
- Eduardo, te suplico que lo encuentres y me lo traigas, yo mismo necesito matar a ese hijo de puta, mi padre pagó con su vida el capricho de la maldita de Seidy, y todo porque no pudo entender que yo no la quería porque no me gustan las mujeres. - dijo el rizado mirando a los ojos a su mejor amigo que se arrodilló y lo abrazó.
- Te lo traeré Emilio, pero ésto no es tu culpa, éste negocio es así y tú igual que yo en algún momento moriremos. - exclamó Eduardo antes de levantarse y salir del despacho.
Contenido de la carpeta:
Yared Bertch, un magnate hombre de negocios, padre de Seidy Bertch; una mujer caprichosa que siempre pide que se haga lo que desea y uno de sus caprichos fué la muerte de Juan Osorio padre de Emilio Osorio, el ex-novio que la dejó por ser un maricon según ella, pero la verdad es que no llegaron ni a ser novios .
En ésta carpeta habían contratos hacía dos actores que se harían pasar por negociantes, pero no eran más que dos pobres hombres que le debían hasta la existencia a Yared, había un contrato más que confirmaba lo que Albert le dijo a Emilio en el funeral de Juan, el negocio no era de armas era de trata de personas y sólo pedían ayuda para que éstas fueran trasladadas a la CDMX. Emilio entendió el porqué su padre no lo presentó cómo su hijo ante esos socios, no quería que se relacionara con ese tipo de gente. Juan sólo lo estaba protegiendo cómo siempre.
Emilio le debía la vida a su padre y sabía que haría justicia por él y por lo que pasó solamente para protegerlo, y en lo que correspondía a Seidy, si se metía con él, terminaría cómo su padre. Ahí estaba el hijo menor de Juan Osorio, sentado en el despacho de su padre, con la pistola de éste que sería el disparo que acabaría con la vida del malnacido de Yared Bertch.
El sonido de su celular lo sacó de sus pensamientos, colocó el celular en su oreja sin revisar quién era.
- Toluca. Ahí esta el Amor de tu vida. - la sangre que corría por sus venas se detuvo ante aquella afirmación, después de ésto sólo colgó la llamada. Por primera vez en 5 meses Eduardo había encontrado a su castaño de ojos mieles y mañana mismo emprendía vuelo a Toluca, no dejaría pasar ésta oportunidad de tener a ese bello rostro frente a él.
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