El domingo después de desayunar, fui a la lechucería a agradecerle a Draco por haber intentado cambiar mi puntaje. Después de observar a Spikes perderse de vista desde la ventana, bajé al comedor para tomar el desayuno.
Creí no se me notaría, pero más de una vez mis primos me preguntaron por qué llevaba una sonrisa tan tonta en mi cara. No podía dejar de ver a Jules de reojo, sentada en la mesa verde. Ella también me miró a veces, intentando no levantar sospechas, y cuando nos cruzábamos, le guiñaba el ojo provocando su sonrojo.
A la hora del almuerzo me arriesgué y le dije que se sentara con nosotros, no era un secreto que se llevara bien con nosotros. Cuando llegaron las lechuzas, ella las miró con impaciencia, parecía que esperaba algo. Luego recordé que me dijo que se suscribiría a El Profeta para enterarse de las cosas y poder contármelas antes que sus compañeros de Slytherin. Una lechuza gris bajó hasta ella. Para su asombro, el ave se posó delante de su plato, seguida de cerca por cuatro lechuzas comunes, una parda y un cárabo.
- ¿Cuántos ejemplares haz pedido? - le pregunté mientras agarraba mi copa antes de que la tiraran las lechuzas, que se empujaban unas a otras intentando acercarse a ella para entregar la carta primero.
- ¿Qué demonios...? - exclamó la pelirroja, que agarró el sobre de la lechuza gris, lo abrió y comenzó a leerlo.
- ¿Qué pasa? - inquirió Hugo.
- Es... ¡ah, qué ridículo...!
Me pasó la carta. No estaba escrito a mano, sino compuesta a partir de letras que parecían recortadas de El Profeta:
eRes una ChicA malVAdA. RoMEo RiDDle se merEce algO MejoR quE tú. vUelve a tU CUeVa, seRPIente.
- ¡Son todas por el estilo! - dijo desesperada, abriendo una carta tras otra.
- «Romeo Riddle puede llegar mucho más lejos que la gente como tú...» «Te mereces que te escalden en aceite hirviendo...» ¡Ay!
Acababa de abrir el último sobre, y un líquido verde amarillento con un olor a gasolina muy fuerte se le derramó en las manos, que florecería a llenarse de granos amarillos.
- ¡Pus de bubotubérculo sin diluir! - dijo Lily, cogiendo con cautela la carta y oliéndola.
Con lágrimas en los ojos, Julieta intentó limpiarse las manos con una servilleta, pero tenía ya los dedos tan llenos de dolorosas úlceras que parecía que se hubiera puesto un par de guantes horribles y nudosos.
- Ven, vamos a la enfermería.
Nos apresuramos a salir del Gran Comedor. La pelirroja se iba soplando las manos que le ardían.
- Perdón por todo esto.
No se me ocurría otra cosa que decir, en parte era mi culpa.
- Tranquilo, son los riesgos de ser la novia del campeón de Hogwarts.
Nos sonreímos. Era raro que tuviésemos un título. Supongo que todo la primera vez es algo extraño, pero al mismo tiempo lo convertía en mágico y especial.
¿Quién eres y que haz hecho con Romeo Riddle?
Cállate tú, quien te entiende.
Mientras íbamos por el pasillo, pasamos por un grupo de chicas de Ravenclaw. Una de ellas iba cuchicheando y riéndose con las demás. Al vernos, gritó:
- Riddle, ¿haz roto con tu novia? ¿Por qué estaba tan alterada en el almuerzo?
No le hice caso. No quería darle la satisfacción de que vaya corriendo a decirle a todos que Jules era mi novia, aún era un secreto.
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Romeo & Julieta
RomanceUn amor imposible. Impensable. Incorrecto. Sin embargo, ninguno puede sacárselo de la cabeza. Los abuelos de Julieta fueron asesinados por Voldemort; Romeo, es nieto del mismo mago que lo hizo. Venganzas. Pasión. Aventuras. Descubrimientos. Enemis...