Cap. XV

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- ¡Riddle!, ¡Granger!, ¿quieren atender?

La irritada voz del profesor Vindictus Viridian estalló como un látigo en la clase de Transformaciones del jueves, y tanto Hugo como yo nos sobresaltemos. Había estado tan comprometido en hablar con mi primo sobre las ideas que podíamos tener para la segunda prueba que no habíamos notado que la clase estaba acabando.

- Ahora que Riddle y Granger tendrán la amabilidad de comportarse de acuerdo con su edad... - dijo dirigiéndonos a los dos una mirada de enfado.
- ... tengo que decirles algo a todos ustedes, a pedido de McGonogall. Se acerca el baile de Navidad: constituye una parte tradicional del Torneo de los tres magos y es al mismo tiempo una buena oportunidad para relacionarse con nuestros invitados extranjeros. Al baile sólo irán los alumnos de cuarto en adelante, aunque si lo desean pueden invitar a un estudiante más joven... Será obligatoria la túnica de gala. El baile tendrá lugar en el Gran Comedor, comenzará a las ocho en punto del día de Navidad y terminará a medianoche. Esta vez, será temático: antifaces.

Mierda. Fiestas, las odio. Muchas personas juntas, las odio. Formalidades, las odio.

Sonó la campana, y se formó el habitual revuelo mientras recogían las cosas y se echaban las mochilas al hombro. El profesor me llamó por encima del alboroto:

- Riddle, por favor, quiero hablar contigo.

Respiré cansado. ¿Ahora que hice?

Esperó a que se hubiera ido el resto de la clase, y luego me dijo:

- Riddle, los campeones y sus parejas...

- ¿Qué parejas?

Jules se me cruzó enseguida por la cabeza. Él no podría saber nada al respecto, ¿no?
Vindictus me miró receloso, como si pensara que intentaba tomarle el pelo.
- Las parejas para el baile de Navidad, Riddle
- dijo con frialdad.
- Las parejas de baile.

Sentí que se me encogían las tripas.
- ¿Parejas de baile? Yo no bailo - me apresuré a decir.

- Sí, claro que bailas - replicó algo irritado.
- Eso era lo que quería decirte. Es tradición que los campeones y sus parejas abran el baile.

- Yo no bailo - insistí.

- Es la tradición - declaró con firmeza.
- Eres campeón de Hogwarts, y harás lo que se espera de ti como representante del colegio. Así que encárgate de encontrar pareja, Riddle.

- Pero... yo no...

- Ya me has oído - dijo en un tono que no admitía réplicas.

Nunca me quedaba en Hogwarts durante la Navidad, solo una minoría lo hacía; pero este año, en cambio, daba la impresión de que todos los alumnos de cuarto en adelante se iban a quedar, y todos parecían también obsesionados con el baile que se acer...

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Nunca me quedaba en Hogwarts durante la Navidad, solo una minoría lo hacía; pero este año, en cambio, daba la impresión de que todos los alumnos de cuarto en adelante se iban a quedar, y todos parecían también obsesionados con el baile que se acercaba. Era sorprendente descubrir de pronto cuántas chicas parecía haber en Hogwarts. Nunca me había dado cuenta de eso.

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