Romeo Riddle
Al empezar junio, volvió la excitación y el nerviosismo al castillo. Todos esperaban con impaciencia la tercera prueba, que tendría lugar una semana antes de fin de curso. Aprovechaba cualquier momento para practicar los maleficios, y me sentía más confiado ante aquella prueba que ante las anteriores. Aunque indudablemente sería difícil y peligrosa, por lo menos aquella vez lo sabía de antemano y tenía posibilidades de prepararme para lo que le esperaba. Harto de pillarnos por todas partes, McGonagall nos dio permiso para usar el aula vacía de Transformaciones durante la hora de comer. No tardé en dominar el embrujo obstaculizador, un conjuro que sería para detener a los atacantes; la maldición reductora, que me permitiría apartar de mi camino objetos sólidos, y el encantamiento brújula, un útil descubrimiento de Lily que haría que la varita señalara justo hacia el norte y, por lo tanto, me permitiría comprobar si iba en la dirección correcta hacia el centro del laberinto. Sin embargo, seguía teniendo problemas con el encantamiento escudo.
- Pero si lo estás haciendo estupendamente
- me animó Julieta, comprobando la lista y tachando los encantamientos que ya teníamos bien aprendidos.
- Algunos de éstos te pueden ir muy bien.Por aquellos días, Draco me enviaba lechuzas a diario. Al igual que Jules, parecía que su interés primordial era ayudarme a que pasara la tercera prueba, antes de preocuparme por otros asuntos. En cada carta me recordaba que, ocurriera lo que ocurriera fuera de los muros de Hogwarts, ni era asunto mío, ni podía hacer nada al respecto.
Si hay alguien persiguiendo a tu familia - escribía - lo primero para mí es tu seguridad. No te pueden poner las manos encima mientras estés en el colegio; pero, aun así, es mejor no arriesgarse: entrénate para el laberinto, y luego ya nos ocuparemos de lo demás.
El desayuno fue muy bullicioso en la mesa de Gryffindor la mañana de la tercera prueba. Spike me trajo una tarjeta de mis padres para desearme buena suerte. Llegó una lechuza para Hugo llevándole su acostumbrado ejemplar de El Profeta. Lo desplegó, miró la primera página y escupió sin querer el zumo de calabaza que tenía en la boca.
- ¿Qué...? - preguntaron al mismo tiempo Jules y Lily, mirándolo.
- Nada - se apresuró a contestar, intentando retirar el periódico de la vista.
Pero Lily lo agarró, miró el titular y dijo:
- No puede ser. Hoy no. Esa vieja rata...- ¿Qué? - pregunté. - ¿Otra vez Rita Skeeter? ¿Es sobre Newt? ¡Por que si es sobre Newt les juro que iré a buscarla y-
- No, es sobre ti.
Pero, ante de que pudiera pedirles el periódico, Jacob Bletchey gritó desde la mesa de Slytherin:
- ¡Eh, Riddle! ¿Qué tal te encuentras? ¿Te sientes bien? ¿Estás seguro de que no te vas a poner furioso con nosotros?
También Bletchey tenía en la mano un ejemplar de El Profeta. A lo largo de la mesa, los de Slytherin se reían y se volvían en las sillas para ver cómo reaccionaría.
- Déjame verlo - le dije a Lily - Dámelo.
A regañadientes, mi prima me entregó el periódico. Le di la vuelta y vi mi propia fotografía bajo un titular muy destacado:
ROMEO RIDDLE,
«TRASTORNADO Y PELIGROSO»El hijo del Innombrable es inestable y probablemente peligroso, escribe Rita Skeeter, nuestra corresponsal especial. Recientemente han salido a la luz evidencias alarmantes del extraño comportamiento de Romeo Riddle que arrojan dudas sobre su idoneidad para competir en algo que exige tanto de sus participantes como el Torneo de los tres magos, e incluso para estudiar en Hogwarts.
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Romeo & Julieta
RomanceUn amor imposible. Impensable. Incorrecto. Sin embargo, ninguno puede sacárselo de la cabeza. Los abuelos de Julieta fueron asesinados por Voldemort; Romeo, es nieto del mismo mago que lo hizo. Venganzas. Pasión. Aventuras. Descubrimientos. Enemis...