Capítulo 4

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2023
Barcelona, España
9:00 am

Parecía el día perfecto, los rayos de sol iluminando la ciudad, el perceptible canto de los pájaros que aún no eran opacados por el sonido de los automóviles, y la libertad de Marcia. Hoy por fin comenzaría su nueva vida, ya no era aquella mujer sumisa que se doblegaba ante la voluntad de los demás, que guardaba silencio solo para evitar problemas. Hoy, al poner un pie fuera de esa cárcel, se convertiría en todo lo contrario a lo que un día fue. Tenía muy claro sus objetivos al salir, y el más grande de todos era regresar, eran miles los motivos que la orillaban a rebuscar en su pasado, el principal eran sus hijos. Marcia volvería por y para ellos, y claro, ¿por qué no? obtener un poco de satisfacción desenmascarando a quienes aquel día se encargaron de castigarla injustamente.

- ¡Marcia! – corrió hacia ella con los brazos abiertos - ¡Al fin! – la abrazó con todas sus fuerzas.

Al sentir aquel cálido abrazo, se permitió inhalar con profundidad y soltar un suspiro de alivio. – Por fin, Iñaki. Por fin estoy libre. – expresó la pelinegra – y no sabes lo que muero por ir con mis hijos, abrazarlos, llenarlos de besos y decirles cuanto los amo, que nunca los olvidé. – dijo con ilusión soltándose del abrazo del español.

- Lo sé, Marcia, pero, ¿estas segura de querer regresar? – pregunta el abogado – ellos en veinte años jamás se molestaron por buscarte, de hecho no hay nada de ellos en redes sociales, quizás usan seudónimos y cuentas privadas, pero, Mar... - lo interrumpe la abogada.

- Iñaki, son mis hijos. Desconozco el motivo por el cual ellos nunca me buscaron, pero no puedo quedarme así nada más, necesito ir y enterarme por mi misma que ha pasado con ellos. – dice la abogada con un tono de voz emocional.

Iñaki no estaba de acuerdo con el regreso de Marcia, nunca comprendió su necesidad. Por un lado, estaba el tema de los hijos "quizás porque no soy padre" se decía a sí mismo, pero aun así le parecía extraño el hecho de que ninguno de los dos jóvenes la buscara en todo este tiempo, lo que le daba a suponer que ellos no tenían interés en ella, por otro lado, estaba Esteban. El español conocía la historia del empresario y la abogada, y por más que la escuchara decir cuánto odiaba a Esteban por su abandono, temía que, al verlo de nuevo, renacieran en ella todos esos sentimientos que creía muertos. Estaba enamorado de ella, quizás ese era el motivo de su miedo.

- ¿Y esteban? – pregunta el ojiverde

- ¿Qué tiene Esteban? – pregunta recibiendo como respuesta una mirada de obviedad – a ver, tú sabes que yo a Esteban lo desprecio. Él me abandonó a mi suerte, me separó de mis hijos. Si regreso a México es por ellos, y para poder dar con el verdadero culpable de la muerte de Nicolás.

- Vale, entiendo. Lo siento. – dice el abogado.

- Esta bien, Iñaki. – dice en un tono neutro. – ¿Podías ponerme al día con la investigación? Necesito saber cómo van las cosas para tener más o menos una idea de cómo empezar en México.

Luego de haber abandonado la cárcel, Iñaki se encarga de actualizar a Marcia con el tema de la investigación, habían logrado obtener información acerca del hombre que testificó en su contra, que hasta ahorita era pieza clave de la investigación, sin embargo, los datos no eran concisos, por lo que Marcia tuvo la idea de revivir el pasado, yendo a ese hotel donde ocurrió el asesinato.

Al llegar allí, reserva la habitación donde se hospedaba Nicolás aquel día. Al entrar al dichoso cuarto, los recuerdos la invaden.

Flashback

2003
Palma de Mallorca, España.
10:28 pm

- ¡Nicolás! – corre hacia él - ¿¡qué hiciste!? – lo toma del cuello

- Marcia, N-no – dice tratando de comunicarse con ella, sin embargo, la agonía del dolor no se lo permite.

- Voy a pedir ayuda. - en eso trata de levantarse, pero recibe un golpe en la nuca cayendo inconsciente sobre Nicolás.

Un dolor en la nuca y la sensación de aturdimiento provocan que Marcia abra los ojos encontrándose de golpe con un escenario para nada grato. Se encontraba sentada en el piso recargada al pie de la cama, con Nicolás encima de su torso y piernas, cubierta de sangre, pero lo que no lograba entender era por qué tenía un arma en su mano derecha.

Cuando estaba entrando en razón, la puerta se abre de golpe dejando ver un grupo de policías quienes de inmediato la levantaron del piso de manera brusca para esposarla.

Fin del flashback

No podía parar de llorar, pero, aun así, su cabeza comenzó a maquilar teorías de lo que posiblemente pasó aquella noche. Se mantuvo así durante el resto de la tarde y parte de la noche hasta que los rayos de sol se colaron por la ventana y pegaron directamente en su rostro, avisándole que era hora de regresar.

Se paró de la cama, tomo una ducha y se alistó para salir al aeropuerto. La tarde del día anterior, Iñaki se encargó de comprar su boleto de avión y él mismo la llevaría al aeropuerto.

- Listo. – se detiene junto con ella cerca del pasillo de abordaje.

- Muchísimas gracias, Iñaki. – le toma la mano.

- No sabes lo mucho que voy a echarte de menos. – se dice sincero.

- Y yo a ti. Siempre voy a estar agradecida contigo.

- Y yo viviré amándote. – dice con los ojos aguados.

- Iñaki... - suspira – hay que seguir siendo los mejores amigos del mundo ¿Si? – ella siempre había sido clara con respecto a sus sentimientos por el abogado. Nunca le dio falsas esperanzas, él sabía que para Marcia no había cabida para otro amor que no fuera el maternal.

"Atención pasajeros del vuelo 755 con destino a la Ciudad de México, favor de abordar por la puerta 36" – se escuchó de fondo, por lo que el par de amigos se funden en un abrazo de despedida con la ilusión de volver a verse pronto.

Marcia toma su maleta y entra por la puerta paraabordar, no podía dar un paso atrás, estaba decidida a regresar.

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