Capítulo 28: Mi luna de medianoche

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Dos días después del parto, Josie había sido dada de alta. Sin embargo, no se movió del hospital mientras esperaba que también sacaran a su bebé de la neonatal. Hope había ido a su casa a por ropa y otras cosas que necesitaba y compraba las comidas para la castaña que parecía haberse mudado a la sala de espera.

—Josie, cariño, necesitas comer y dormir un rato. —Hope se sentó a su lado y pasó su mano abierta sobre su espalda. —ella te necesita fuerte, no muerta de hambre, y mucho menos como un mapache con ojos parchados.

—quiero estar aquí cuando la saquen de ese lugar —sentenció sin quitar sus ojos de las puertas dobles de la habitación de las incubadoras.

Hope asintió despacio mientras suspiraba. Lizzie entró en el pasillo con una carpeta en sus manos y una sonrisa que le dio calidez al corazón de la ojiazul. Se levantó del asiento junto a Josie y abordó a la rubia.

—dime que tienes buenas noticias, por favor. —Lizzie alzó las cejas con una sonrisa.

—la pequeña ya puede irse a casa —explicó despacio sin borrar su sonrisa. Hope se lanzó a ella en un abrazo necesitado y la rubia no se quejó.

—¡gracias, gracias! —Saltó del lado de la rubia y se abrazó a la castaña que la esperaba con una sonrisa feliz pero cansada a la vez.

—es una niña bastante terca, debo decir. No se rindió y peleó hasta el final. Muchas felicidades. —Lizzie no pudo evitar elogiar arreglándose la bata que la ojiazul arrugó en el abrazo.

Josie miró a Hope y tomó la mano de ésta entre las suyas.

—después de todo es una Mikaelson. —Los ojitos azules de Hope la miraron con adoración y agradecimiento.

—si, y también es sobrina de April Thorne, así que... era obvio que saldría de esta. —La chica menor se miró las uñas. Hope y Josie se vieron y rieron. No habían notado cuando llegó la chica, pero estaban felices de tener a alguien con ellas en ese momento especial. Principalmente la castaña, pues estaba agradecida de tener a alguien de su propia familia con ella.

—bien, solo llevaré esto adentro y podrás cargar a la bebé —se dirigió a Josie quien abrió los labios. Al fin tendría en sus brazos a su pequeña después de dos días de agonía por querer hacerlo. Ella asintió demasiado rápido y miró a Hope.

—¿vienes?

—esperaba que me lo pidieras —respondió con una sonrisa emocionada. Josie miró sus manos entrelazadas y caminó hacia las puertas dobles detrás de la rubia.

Esperaron detrás de un vidrio mientras veían a la rubia sacar con sumo cuidado a la bebé de la capsula y la arropaban para finalmente acercarse a ambas. Lizzie le entregó el pequeño cuerpo con paciencia hasta que la castaña pudo colocársela de manera cómoda junto a su pecho.

—la pequeña estará hambrienta en unos minutos, así que deberías prepararte —le advirtió a la castaña que seguía embobada con la bebé en sus brazos tomándola delicadamente y moviéndose con cuidado, arrullándola.

Josie empezó a llorar de improviso, preocupando a la ojiazul.

—ella ya se encuentra mucho mejor, Jo. No llores.

—¿crees que esta vez lo haga bien? —Hope supo a qué se refería y se sintió triste por ella.

—si, mi amor, lo harás bien. No va a suceder de nuevo —intentó tranquilizar a la castaña.

Josie asintió. Sin embargo, seguía preocupada por aquello, y Hope se dio cuenta. La tomó de los hombros mientras veía a la bebé dormir plácidamente sobre los brazos de la otra.

Mi luna de medianoche ~ HOSIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora