El silencio dominó la atmósfera de aquel ascensor. Ni la castaña ni la rubia intercambiaron palabras, preguntas o ideas. Josie, perdida en sus pensamientos, adoptó una postura decaída frente a las puertas, dándole la espalda a la rubia, quien la observaba detenidamente desde su lugar apoyada en la parte contraria a la puerta.
A pesar del silencio, la rubia estaba por explotar; quería hacer tantas preguntas y obtener las respuestas rápido. Estaba curiosa y a la vez molesta; anhelaba conocer la razón por la cual la castaña de ojos azules le había declarado su amor en recepción y a qué se refería con todo el asunto de la chica Forbes, cuya persona reconocía por ser la pareja de Leigh-Anne, su jefa. Aún con toda la intención de querer indagar, Perrie selló sus labios y decidió esperar hasta que estuvieran en casa de la castaña para poder deshacerse de su curiosidad.
Josie abrió su puerta con dificultad, pues le temblaban las manos y las llaves no entraban en la cerradura. Dejó la puerta abierta y no se tomó el tiempo de asegurarse de que la rubia fuera detrás de ella, ya que sabía que así era. Colocó sus llaves en la isla de la cocina y buscó en sus cajones una botella de whisky.
Quizás el alcohol no fuera una buena manera para deshacerse de sus pensamientos permanentemente, pero al menos tendría su cabeza adormecida por un rato.
Tomó un vaso de vidrio de uno de los estantes y salió de la cocina hacia su sala de estar a pasos apresurados sin voltear hacia la otra chica de ojos azules; no le importaba que ella estuviera allí, pero si estaba preparada para el mar de preguntas que sabía estaba por venir.
La rubia arrugó las cejas al ver a la otra chica sentarse en el sofá con una botella de alcohol en su regazo. Se plantó frente a ella y le dio una mirada severa.
—¿en serio vas a ponerte a beber?
Josie no se inmutó, solo sirvió de la botella el líquido en su vaso y le dio un sorbo. Arrugó el rostro al tragarse el contenido y sentir como le quemaba la garganta.
Al ver que la castaña no pensaba responder a su severidad, se sentó a su lado y moderó su tono y expresión. Sin embargo, cuando iba a hablar, Josie la interrumpió.
—ella trabaja contigo, ¿verdad?
Perrie la miró de reojo y asintió.
—¿cuándo y dónde se conocieron ustedes dos? —Se atrevió a indagar.
Josie suspiró, sirviéndose más del líquido en su vaso, antes de responder.
—La noche en la que me enteré de que no podría tener hijos de nuevo, en el sendero a unas calles del Green Memorial.
La rubia notó el tono apagado de la castaña y se mordió la lengua.
—¿por qué usarías a Hope para algo así?
—¿Perdón?
—creí que no me harías caso, ya sabes... jamás me haces caso.
Josie la miró directamente a los ojos y negó.
—no te hice caso, solo... —No quería hablar de eso, pero a como veía a la rubia, sabía que no iba a deshacerse de ella pronto. —sucedió.
—¿Qué cosa? ¿Dañarla?
—Enamorarme de ella.
Se levantó del sofá de un salto con la mirada de la rubia pegada a su espalda. Era verdad, se había enamorado de la ojiazul y no iba a negarlo, incluso sintiéndose traicionada.
Perrie siguió a Josie hasta la cocina y la vio buscar un vaso para, posteriormente, servirse agua en él. La rubia se cruzó de brazos y se apoyó en el umbral de la puerta.
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Mi luna de medianoche ~ HOSIE
Fiksi PenggemarEn una noche de luna descubrí lo que era la perfección, materializada en una hermosa mujer castaña de piel clara y... ¿ojos cristalinos por sus lágrimas? En aquella banca yacía la mujer que robaría mis sueños y mis pensamientos; mis lágrimas y mi bu...