Final Alternativo

151 8 8
                                    

Hicca y Astrid estaban sonriendo, aunque la primera estaba tratando firmemente de contener sus lágrimas y hacer de su sonrisa lo más natural posible, pero ésta reflejaba claramente dolor y tristeza. Chimuelo por su parte solo la veía confundido, no entendiendo el porqué la expresión de su pareja hasta que vió al horizonte, a los dragones y finalmente a ella de nuevo entendiendo a lo que se refería.

La chica dragón se soltó de Astrid y saltó hasta su pareja, tomando su rostro entre sus manos y juntando sus frentes como tantas veces lo habían hecho desde que eran crías.

-Tienes razón, amigo. Es hora. Estaba tan enfocada en pelear por un mundo que yo quería, que no pensé en lo que necesitabas.

-Hicca...

Ambos hicieron contacto visual, las lágrimas rápidamente asomándose de los bellos ojos bosque de la chica, y Chimuelo solo quería limpiarlas y asegurarle que todo estaba bien, pero era precisamente por sus palabras que solo se podía mantener quieto.

-Nos has estado cuidando por mucho tiempo. Pero es tiempo de que mires por los tuyos.- Hicca tragó saliva de forma forzada volteando a ver brevemente a Aren por unos segundos, quien pareció entender su mensaje y asintió con la cabeza dándole la fuerza para continuar.- Y créeme que me gustaría subir en tu espalda e ir con ustedes, pero finalmente entendí que éste es el lugar que mi papá me dejó para cuidar.- tomó una de las patas de Chimuelo y la colocó suavemente en su vientre.- El lugar en donde podamos estar seguros.

De no ser por la situación, estaba bastante segura de que se hubiera estallado de la risa ante la divertida escena de Chimuelo viendo su vientre, a sus ojos, a su vientre nuevamente y casi pegar un salto al cielo cuando finalmente procesó la información.

-¡¿Estás embarazada?!- preguntó en un grito y alejó rápidamente su pata como si su novia fuera de cristal.- ¿Por cuánto tiempo? ¿Cuándo te enteraste? ¿El maldito de Aren sabía? ¿Quién más sabía- Momento, ¿hiciste todo eso estando en ese estado? ¡¿Estás loca?!

Hicca ahora sí no pudo evitar reírse ante las reacciones de Chimuelo, escuchando igualmente algunas exclamaciones de sorpresa por parte de algunos dragones que no sabían de su condición y las risas de Aren con "nuevo chantaje" al ver a su Alfa de repente tan nervioso por tener un hijo.

Hicca negó con la cabeza y volvió a tomar la cabeza de su dragón para poder calmarlo.

-Chimuelo, es hora de ir a casa.- dijo en la lengua de los vikingos dándole la señal a todos de que era hora de despedirse.

Sin embargo Chimuelo tuvo un conflicto interno. Una nueva sensación cálida se había formado en su pecho y despertó en él un nuevo tipo de instinto.

Proteger a su familia.

-Sí, tienes razón.- volteó a ver a su hermano.- Oye, Aren. ¿Recuerdas como siempre bromeabas con ser mi sucesor o algo así?- preguntó divertido.

-Ah... Sí, ¿por qué preguntas?

-Pues felicidades. El puesto es tuyo.

Hicca y Aren abrieron sus ojos como platos y juraban que sus mandíbulas estaban a nada de tocar el suelo, incluso algunos dragones que lo habían escuchado tenían la misma expresión, ignorando las miradas confundidas de los vikingos.

-¡¿Qué tu qué?!- preguntaron ambos al mismo tiempo.

-Ya oíste. Hicca quiere que vayamos a casa. Eso haré.- comentó tomando su forma humana y envolviendo a Hicca en un medio abrazo para ayudarla a pararse.- Y mi lugar es con ella.- sonrió de forma suave.

Cuentos de BerkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora