Cuentos de Berk

Una cita para recordar

Quisiera empezar éste capítulo con una nota de autor, sé que es demasiado inusual para mí hacer esto pero les daré una breve explicación.

Conseguí pareja éste año, y aunque no hemos pasado mucho tiempo juntos (siendo estos unos pocos meses en la relación), él se ha convertido en una gran parte de mi vida y le agradezco todo lo que hemos pasado juntos. Éstos capítulos que van a venir son más como una dedicatoria de momentos tontos que ambos experimentamos y qué mejor que redactarlos con una de nuestras parejas favoritas.

Espero que les guste y se diviertan leyendo esto así como yo me sentí al poder recordar las cosas mientras las fuí escribiendo.

Pd: Si no llego a escribir pueden culpar al señor Keel (apodo que se le puso al mencionado y que por alguna extraña razón me recuerda a mi versión de Chimuelo. Dios si me concedió el milagro xD).

...

AU Moderno...

Hicca y Chimuelo se encontraban en el centro comercial ya que Estoico y Valka habían invitado a la pareja a comer, ya que éstos estaban un poco estresados debido a la escuela. Pensaron que sería una buena idea que ambos podrían tener un pequeño momento de paz y que mejor que llevarlos a una plaza comercial para que tengan una pequeña cita para que puedan hacer lo que quieran.

La pareja se encontraba caminando tomadas de la mano hasta que Hicca encontró una tienda que llamó su atención, ya que dentro de ésta habían varias decoraciones de Halloween, disfraces, máscaras, etcétera.

-Hey, Chimuelo. ¡Mira!- Hicca apuntó hacia la tienda.

-¿Hm? ¿Una tienda de Halloween? ¿Quieres ir a ver?- preguntó con una sonrisa divertida, pues sabía muy bien que era la época favorita de su novia, pues su naturaleza bromista le hacía amar aquella festividad.

-Tenemos tiempo hasta que Bocón llegue, ¿no? Yo digo que es una buena forma de matar el tiempo.

-No veo el problema entonces.

Ambos entraron a la tienda y paseaban entre los diversos pasillos explorando todo el lugar. Hicca y Chimuelo, apodo que se le puso a Kreston debido a una pelea que se había metido cuando era pequeño y por ende casi termina perdiendo todos los dientes, se divertían probándose las distintas máscaras, viendo a niños pequeños curiosos por los animatrónicos y asustándose de paso cuando éstas cobraban vida, e incluso estaban decidiendo que podrían comprar para decorar sus respectivas casas cuando llegue la época.

Así pasaron la última hora, ya que Estoico y Valka les habían dado la libertad (más que nada Valka,ya que el padre de Hicca estaba a nada de matar al pobre muchacho si se pasaba de listo con su hija), para poder irse por su cuenta y una vez que llegara el padrino de la mencionada irían a comer al restaurante que estaba a un lado.

-¡Bu!- Hicca intentó asustar a Chimuelo con una máscara de hombre lobo.

-¿Y eso debe de asustarme por qué...?

-... No eres divertido.- Hicca le hizo un pequeño puchero y eso solo hizo reír a Chimuelo.

-Te voy a dar puntos por el esfuerzo.- acarició la cabeza de su novia cuando ésta se quitó la máscara y la colocó nuevamente en su lugar.- ¿Todavía no te han dicho nada?- preguntó Chimuelo al notar que ya habían pasado demasiado tiempo en la tienda.

Hicca sacó su celular de su bolsillo y revisó su aplicación de mensajes notando que, efectivamente, sus padres todavía no le habían mandado un mensaje para avisarles que se vieran en el lugar acordado.

-Nope.- volvió a guardar su celular.- Parece ser que Bocón todavía no ha llegado.

-Pues, ¿qué te parece si seguimos explorando las otras tiendas? No sé, pero siento que ya conozco éste lugar mejor que mi casa para éste punto.

Hicca no pudo evitar reír por aquel comentario.

-No veo el porque no.

Ambos se volvieron a tomar de las manos dispuestos a seguir con su plan, pero Hicca debió de haber supuesto que cuando su día iba de maravilla era porque algo malo iba a suceder.

Cuando dieron la vuelta en uno de los pasillos para poder tomar un atajo hacia la salida, Hicca y Chimuelo estaban demasiado distraídos para ver a cierto susodicho preparado con su trampa.

-¡HICCA! ¡ARAÑA!

La mencionada no tuvo tiempo para reaccionar cuando una gran araña peluda y realista (obviamente de utilería) fue lanzada hacia su dirección. Hicca, siendo su instinto natural, no pudo evitar pegar un grito y patear la araña como si fuera un balón de fútbol.

¿Ya había mencionado que Hicca tiene aracnofobia?

El culpable, que terminó siendo nada más ni nada menos que Bocón, comenzó a soltar grandes carcajadas al observar que su plan había dado frutos y su ahijada se fue a esconder al otro lado del pasillo tratando de recuperar el aliento y asegurándose que su corazón siguiera latiendo.

Chimuelo por su parte estaba congelado en su lugar tratando de procesar todo lo que había ocurrido en menos de cinco segundos. Observó su mano que ya no sostenía la de su novia y al culpable riéndose como si no hubiese un mañana.

-¡Bocón!- le regañó Hicca cuando pudo recuperarse. A medias.

-¡Debiste haber visto tu cara! ¡Ay, por los dioses eso fue maravilloso!- siguió riéndose de su propia broma mientras se limpiaba un par de lágrimas con su mano prostética.

-Eso fue un grito genuino.- comentó Chimuelo, a lo que se ganó una mala mirada de Hicca.

-¡Tú ni siquiera me ayudaste!

-¿Y qué se supone que iba a hacer? ¡Tu fuiste la que salió corriendo, renacuajo!- Chimuelo no pudo evitar soltar una pequeña carcajada.

-Tú maldita lagartija...

-Y hablando de, ¿cuánto tiempo estuviste esperando ahí?- preguntó Chimuelo mientras levantaba la araña falsa y la dejaba nuevamente en su lugar, ya que sospechaba que el culpable no iba a limpiar después de su pequeña travesura.

-Eh, fácil unos diez minutos. Estoico y Valka me dijeron que estaban por aquí y me pidieron que los fuera a buscar. Pero el buen Bocón no podía dejar pasar una buena oportunidad cuando tiene a dos tortolitos en su propio mundo y con varias armas a mi disposición para jugar una buena broma.

-... ¡Ahorita te voy a mostrar lo que es un arma!

Chimuelo tuvo que tomar a Hicca de los hombros una vez notó que ella tenía la intención de usar su propia pierna prostética como espada.

-Mejor vámonos antes de que Bocón se convierta en una decoración genuina de Halloween.- Chimuelo comentó mientras jalaba a Hicca a una distancia segura antes de que cometiera un asesinato.

El resto del día pasó normal una vez se reunieron con los padres de Hicca para tener aquella comida que se les fue prometida, aunque eso no quitó el hecho de que Bocón y Chimuelo se estaban riendo a carcajadas cuando relataron el incidente e Hicca solo golpeaba su frente contra la mesa deseando que la tierra se la trague.

Cabe destacar que Chimuelo no dejó morir el tema por una semana. Aunque no se lo habían contado a sus amigos, ya que Hicca quería conservar lo poco que le quedaba de dignidad, habían veces que estando juntos Chimuelo tuvo que cubrir su boca rápidamente cuando estaba a nada de soltar una carcajada e Hicca tenía la sospecha de que se trataba de una cosa solamente.

Ya iba a cobrar su venganza.

Sí... Eso fue literalmente lo que me pasó. Mi mamá fue la que me aplicó la broma y hasta el día de hoy no dejan morir el tema.

Pero si logré cobrar mi venganza... *risa maligna*