Cuentos de Berk

Un día con papá no puede salir mal, ¿cierto?

Había comenzado como una inocente petición por parte de su amada esposa. Él sabía que era débil ante sus palabras, pues ella siempre tenía un modo de hacer que a cada favor o sugerencia, él jamás pueda decir que no.

Pero tener a su hijo bajo su cuidado por un día estaba en un nivel completamente diferente.

-Hicca...

-Por favor.- suplicó ella juntando sus manos.- Han pasado años desde que conviví con los dragones y Tormenta quiere darme un paseo. Aparte Annabeth nos va a acompañar, por lo que será solo una tarde de chicas.

-¿En serio estás dejando a cuatro niños bajo el cuidado de un adulto incompetente y yo?

-Oye, Aren no es incompetente. Y creo que entre ustedes dos van a estar bien.- trató de asegurarle.

-Hicca.- habló nuevamente Chimuelo tratando de ser más serio, pero se le delataba en la voz lo nervioso que estaba realmente en el fondo.- No creo ser capaz de cuidarlo.

Después de los eventos de Snoggletog y la reunión con los dragones, Hicca le reveló a Torden sobre la verdad detrás de su nacimiento y quién era realmente su padre. El chico se lo había tomado realmente bien, para sorpresa de Hicca, y al menos comprendió porque su madre lo había mantenido en secreto por tanto tiempo.

Ahora tomaba todo el tiempo de Hicca tratar de explicarle a su hijo que no tenía alas para volar como un dragón, por lo que debería de dejar de saltar de lugares altos y causarle problemas a los berkianos.

Es por eso que fueron nuevamente al Mundo Oculto, dejando a Nueva Berk bajo el cargo y supervisión de Astrid, y Tormenta fue quien aportó la idea de organizar una noche de chicas de la cual Hicca iba a aprovechar la oportunidad para que Chimuelo y Torden puedan pasar un tiempo entre padre e hijo.

Por lo que nos lleva a éste momento.

-Kreston.- Hicca lo tomó de los hombros.- Estarán bien. Aparte, es tu oportunidad para pasar tiempo con tu hijo y conocerse mejor. Y si supieras lo mucho que decía "amo a Chimuelo" después de la obra.- dijo divertida a la vez que le daba un beso en la mejilla.

-Aunque ambos sabemos porqué pasó eso.- murmuró más para sí mismo.- ¿Sabes lo molesto que se volvió el qué tus sobrinos y Aren te llamen tío Chimuelo? Siento que me han perdido todo el respeto.

-Oh, vamos. Sé que todo saldrá bien.- golpeó de forma juguetona la frente de Chimuelo.- Solo sé tú mismo. Enséñale lo genial que es su papá.

Claro que era más fácil decirlo que hacerlo.

Chimuelo estaba en su forma humana para hacer la convivencia un poco más fácil, pero se estaba poniendo de mal humor gracias a Aren, quien no tenía restricciones en la lengua y comenzó a molestar a su hermano ahora que las chicas no estaban y sus hijos estaban jugando juntos en la arena.

-¿Qué se siente ser papá primerizo? Cómo verás yo ya tengo tres y no tengo problemas.- se burló Aren recibiendo un golpe en la cabeza. Cortesía del Alfa.

-No te mato nada más porque tienes suerte de que quiero a mis sobrinos.- amenazó Chimuelo cruzado de brazos.

-¿No se suponía que debías convivir con él? Porque he notado que apenas y lo saludaste antes de que Hicca te lo dejara.

-No quiero interrumpirlo.- se excusó tratando de mantener su faceta estoica, pero su orgullo jamás le permitiría admitir que tenía miedo.

-Oh, vamos. Eso es claramente mentira.- lo empujó ligeramente.- Que yo recuerde lo viste ya dos veces y no estabas nervioso. ¿Cuál es la diferencia ésta vez? Ah, claro. Que vas a estar solo con él.