Cap 16

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En otros momentos, hubiera mandado a la mierda todo y siguiera durmiendo como si mi vida dependiera de ello porque nada ni nadie podía interrumpir mi descanso ya que simplemente no revivía, sí, pero ahora, era diferente.

Mi mejilla tocaba la suave piel de Jungkook, el rodeaba mi cadera con un brazo y yo me encargaba de abrazarlo.

Ustedes dirán, Jimin deos, que ya esto te ha pasado dos veces.

Y yo les responderé, lee de nuevo, mensa.

Si, ¿Ya te enteraste?, mi mejilla tocaba la suave piel de Jungkook.

¡Que estaba sin camisa, hombre!

Y no, no fue por eso por lo que ahora me estaba vistiendo con cierta desesperación pero siendo sumamente sigiloso.

Más bien es porque, él estaba desnudo, y yo andaba en boxers y una de sus grandes camisas puestas.Así que la pregunta central aquí es, ¿QUE CHUCHAS PASÓ?.

Sí, así en mayúsculas y todo.

Y bueno, si tuviera que explicar cómo me sentía con una palabra, sería aturdido.

Me coloque una chaqueta cualquiera que ví por ahí en alguna parte del suelo al no localizar la mía, y salí de la habitación, pareciendo el gemelo perdido del rayo McQueen.Y joder, habían tantas escaleras, en ese momento odie las escaleras de una manera tan sádica.

Mi desesperación aumentó todavía más cuando una mano se posó en mi hombro dándome la vuelta y sacándome un pequeño gritito.— Dios Jimin, ¿Que sucede?, ¿Estás bien?.

Esa voz, era Tae.

Suspire en medio de un ataque de ansiedad, tratando de fingir normalidad, vamos Jimin, tu puedes.

— Estoy bien Tae, solo.. solo me voy, hasta luego.-Y sin querer esperar respuesta, emprendí una carrera, siendo un tanto difícil por las que a mi parecían doscientas mil personas (cinco) durmiendo por el piso, sumándole las quinientas mil botellas tiradas juntos con vasos desechables.

Jungkook dejaba pequeños y placenteros besos por todo mi cuello y clavícula, con tosquedad, mientras yo movía mis caderas más hacia él, con el objetivo de lograr ficción entre nuestros sexos.

No, no, no, no.

Intente abrir la puerta, pero no cedía.

— Abrete, joder..-Murmuré para mí, con desesperación, y casi a punto de golpear la maldita puerta para abrirla a la fuerza de una vez, me dí cuenta que tenía el pestillo puesto, por lo que lo quité y salí de aquella casa como si me quemarán los pies con tan solo pisar su piso.

Me miro a los ojos por algunos segundos, volviendo en nada, a juntar nuestros labios.Sintiendo nuevamente aquel sabor a menta con algo de cigarrillo y alcohol fusionándose con mi boca.

No quiero recordar, déjame.

Y ahí me caí, literalmente y por ambas partes, física y mentalmente.

Me acosté con mi mejor amigo, perderé su amistad.

Eso eran los únicos pensamientos que rondaban por mi cabeza, negatividad, negatividad y negatividad, lo justo para que me importará una mierda pararme del suelo y fijarme en el ardor de mi mano.

Sin darme cuenta mis mejillas estaban húmedas, ¿Cuando había comenzado a llorar?.

— Me vuelves loco, joder.-Gruño con voz ronca en mi oído, al mismo tiempo que se hundía en mi, pero está vez sin ser tan brusco, con lentitud, claro que eso fue solo al principio.

Love you // KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora