Cap 23

8 0 0
                                    

Bueno, si ignoramos el hecho de que había vomitado todo lo que tenía en mi estómago, y que al haber ido al baño público casi caigo inconsciente por el malestar que me dió y las ganas de vomitar nuevamente que me abundaron pero que al menos no me hizo cagar por otro lado, cosas que probablemente me seguirían a partir de ese momento hasta que se terminase el día, o cuando se me cayó el helado al suelo, aquella salida que había tenido con Jungkook fue genial.Como si nada fuera de lo común anduviera entre medio de nosotros y estuviéramos enfrascados en los tiempos en donde parecía no existir pensamientos eróticos y solo fuéramos una linda, divertida y buena amistad.De esas típicas en donde ambos amigos juraban estar presente en la vida del otro estando en sillas de rueda o con bastón, quizá también siendo ancianos amargados con un aura alrededor de "me comeré a los niños que cruzen por mi patio, en la sopa que me receta el doctor por la anemia".

Aunque igual, volviendo al tema, quizás solo yo estoy viendo el problema en todo esto y él piensa que seguimos con nuestro estatus sano y buena onda porque es tremendísimo idiota.

Él no sabe que te gusta, imbécil.

O tal vez, como última opción, simplemente todo fue un mal sueño. (Ilusionado de mierda)

Da igual, actualmente estaba caminando con el chico que siempre atormentaba mis pensamientos, volviendolos un remolino infinito del que me quería deshacer si o si.Vamos a su casa porque recién su madre le había llamado porque según era una emergencia y yo, pues yo hacía mi papel de amigo en acompañarle a ver qué pasaba.

— Arruiné nuestra cita de amigos que fortalecen la amistad.-Y ahí, yo de estúpido que evidentemente soy, me atragante con mi propia saliva, vale que con alguna bebida o comida, postre, ¿Pero con mi propia saliva?, Ya eso eran niveles de humillación a los que esperaba alcanzar algún día porque tengo el paquete completo de patético.

¿Cita?, Esa palabra no paraba de resonar ahora por mi cabeza.

Jungkook me dió unas palmaditas en la espalda un poco sorprendido.-Eh, tranquilo, si no es nada grave tal vez podríamos continuarla en tu habitación, jugando Kirby con tranquilidad y ya luego me voy.-Contesté disimulando la tos.

Jungkook sonrió, y yo también lo hice.-Yo seré Kirby.

— No, tu siempre eres Kirby, yo quiero ser Kirby.

— Que no, quien lo dice primero se lo queda.

— ¡Vamos, yo lo propuse!

— Y qué.

— Eres efectivamente un idiota.

Golpeé su abdomen con mi codo levemente, arrepintiendome al segundo porque con un movimiento que sin duda no pude prevenir por lo lento que soy, Jungkook se había girado hacía mi, haciendo que casi me comiera el piso pero que de igual modo quedara acorralado contra la pared de una casa cualquiera, ojalá quien fuera que viviera ahí no sintiera nada de nada.

— ¿Que crees que haces?-Me quejé viéndole, ocultando cautelosamente mis nervios, y el que mi piel se erizara por unos momentos, y también los latidos rápidos de mi corazón.Sin embargo no me alejé o puse resistencia ante las grandes manos que envolvieron las mías presionandolas contra dicha pared.

— Pensando en las una y mil formas en las que puedo callar tus insultos sustituyendolos por gemidos en mi nombre.-Dijo sin atisbo de vergüenza o algo así.Y yo me sonroje.

— ¿Quien te impide ponerlas en práctica, idiota?-Susurre tímido para mis adentros, en su oreja.Él se limitó a relamerse los labios, acercándolos poco a poco a los míos.Y cuando estaba listo para que me metiera la lengua hasta la garganta y yo muy felizmente aceptarle la entrada, el muy puñetas, solo dejó un leve roce para soltarme y seguir caminando hacia su casa con calma.

Love you // KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora