CHANGES [Matt & Chris Sturniolo]

Chapter Ten: It's better if it's not with me

Las siguientes dos noches que pasaron despertaba a la mitad de la noche agitada y con la respiración entrecortada ante el miedo y desesperación que vivía en el sueño. Habría creído que por no hablar de lo sucedido o el restarle importancia lo dejaría pasar y se me habría olvidado. Error. Mie mente lo tenía fresco y no entendía por qué me afectaba tanto. Lo que debía de hacer era hablarlo aún cuando no estuviera segura de mi misma. Solo que no sabía cómo.
Aquellos dos días habían pasado bastante tiempo con Will en la tienda de discos media hora antes de entrar a trabajar pues busqué entre los géneros las canciones que deseaba poner en el cassette que le regalaría a Matt. Siempre se la pasaba escuchando mi play listo cuando yo me encontraba en la tienda atendiendo u estudiando. No me molestaba en lo absoluto pero deseaba poder darle algo de lo que podría disfrutar. Hasta el momento era lo único que sabía que le gustaba, además de tocar dos instrumentos.

En las horas del almuerzo pasamos momentos juntos y por fin pudo conocer a mi amiga Maria quien me reclamó por no haberle comentado que era amiga de Matt. Después llegó Will y los cuatro charlamos de las clases. Mis amigos se quejaron pues les estaba costando encontrar información para sus temas ya que en la biblioteca del pueblo no contaban con todos los archivos y los libros que hablaban de la fundación del pueblo escaseaban y los que había solo eran palabras endulzadas que ocultaban más de lo que se decía. Matt le ofreció a Will prestarle un libro que hablaba del pueblo, era primera edición y algo viejo, comentó que solo imprimieron 300 copias y la mayoría fueron destinadas a otros pueblos cercanos, lo curioso fue que en nuestro lugar solo se quedaron con dos y no le hicieron difusión. ¿Por qué? Quien sabe.
Will tiene una extraña fascinación por lo desconocido e inexplicable. Los datos que yo conozco sobre casos sin resolver y misterios es por él. María y yo lo escuchamos atentas como si nos relatara una historia de terror. Tenía una facilidad en relatar las historias que siempre nos dejaba la piel chinita y con ganas de saber más.

—En el semestre pasado en la clase de español nos dejaron de tarea hacer una entrevista, Will supo de un pueblo llamado Raven Spell en el que en el año 1986 ocurrieron extrañas desapariciones y muertes. Pudo contactar a uno de los habitantes que curiosamente se mudo a vivir aquí —le conté a Matt con emoción.
Este me miraba con mucho interés y curiosidad.
—¿Qué sucedió en Raven Spell? —preguntó.
—Un autobús con 20 jugadores fue encontrado vacío a kilómetros de un pueblo cercano. Dijo Will que un periodista del pueblo vecino que se dirigía a investigar encontró el autobús en la mitad de la nada. ¿Y sabes que es gracioso? Que a los pocos días el pueblo de donde vivía periodista desapareció un chico a los pocos días. ¿Quien fue? Nunca se supo —relate.
Matt se quedó callado como si analizara mis palabras con profundidad y concentración. Los auriculares se encontraban en su cuello y sus dedos en sus labios. Cada vez que se concentraba en algo se mordía las uñas sin darse cuenta.
—¿Y si fue el periodista? Él encontró el autobús y después comienzan a desaparecer personas en su pueblo. Eso es raro —aporta Maria.
—No. Él solo investigaba. Además, un persona no habría podido desaparecer de la nada un autobús completo de varios jugadores. Eso no es posible —protestó Will— Lo único que se es que jamás encontraron al culpable y que el año 1986 fue un terrible año para aquel pueblo.

Los chicos no tardaron en irse de la tienda pues al notar que llegaban más clientes, decidieron que era momento de retirarse, no sin antes avisarme Will que mañana podía pasar por mi pedido. Él sabía que era para Matt. María no tenía idea pues no me sentía tan cómoda expresando que estaba por regalarle un detalle al castaño. Lo último que quería era admitir mis sentimientos en voz alta por él, eso significaría que era un hecho y en vez de sobrellevar las emociones, estas me consumirían. Planeaba mantener nuestra amistad intacta hasta estirar la liga hasta donde se pudiera. Will en cambio, tan solo me lanzó una mirada suspicaz cuando le pedí ayuda y este cuestionó curioso a que se debían estas nuevas canciones. Tuve que decirle, la diferencia a Maria, era que Will tan solo se callaba y no opinaba a menos que yo se lo pidiera.