CHANGES [Matt & Chris Sturniolo]

Chapter Twenty Seven: It's not a Love Story

—Descubrí que el día anterior cuando falté a la escuela se había hecho un revuelo entre los estudiantes porque alguien muy parecido a Matt se vio en la salida de la escuela. —crucé mis brazos y le lancé una mirada de reproche al castaño quien ponía sus ojos en blanco.
—Las personas aquí hacen mucho alboroto por una persona. Es como si vivieran lejos de la civilización. Me sentí como un unicornio —se quejo.
—¿Por qué demonios fuiste allá? —le cuestioné.
—Porque creí que era el zoológico. —respondió sarcástico.
—¿Qué haces aquí? —le pregunté ignorando su comentario.
Alzó una ceja.
—Te ves mejor. ¿Como hiciste para ocultar tus heridas? ¿Maquillaje? —me preguntó mientras señalaba mi rostro con su dedo índice.
Le di un manotazo alejando su mano de mi rostro. Chris soltó un quejido y después esbozó una sonrisa divertida.
—Nick volvió —me aviso y eso bastó para comprender la situación.
—Voy saliendo del trabajo —le hice saber y comencé alejarme de él hacia la sección de romance para colocar algunas películas.
Pude sentir su presencia detrás de mi.
—¿Aún quieres que lo haga? —me preguntó cerca de mi oído.

Deje de hacer lo que estaba haciendo solo para mirar de reojo a mi alrededor y cerciorarme que no hubiera nadie cerca en nuestro radio. Tragué grueso y eleve discretamente la mirada hacia Chris quien me observaba con suma atención e intriga.
Apreté mis labios y sin responder nada me volví alejar de él devolviéndome hacia el mostrador. Hice el intento de concentrarme en la computadora pero no podía no solo por aún tener a Chris a la vista sino porque no me dejaba de preguntar sobre aquella historia.
Miré a Chris de reojo mientras este paseaba por los pasillos escaneando con su mirada los títulos. Volví a mirar la pantalla haciendo otro intento por concentrarme. Comencé a teclear pero a los segundos mis ojos volvieron a viajar hacia Chris.

—Llevas rato mirándome. ¿Que quieres? —me preguntó desde lejos sin siquiera mirarme.
Tragué grueso. No estaba segura si buscar información con él serviría de algo o solo estaba desperdiciando mi tiempo.
—¿Qué es ese cuento de los enamorados? —me atreví a preguntar y esta vez logré atraer su atención— La del rey enamorado que condenó a su pueblo por su amor.
De pronto Chris dejó la película que sostenía en su mano y comenzó a acercarse a mi con una expresión seria.
—¿Matt te contó aquella historia? —apoyo sus manos sobre el mostrador.
—No lo se. Tal vez. Matt le contó a Will. No entiendo qué significa pero...
—¿Will?
—Es mi amigo. Matt se hizo muy amigo de él —respondi.
—¿Qué fue lo que Matt le dijo a ese amigo tuyo? —preguntó con una ceja arqueada.
—No te atrevas a involucrarlo —le pedí entre dientes.
Ahora Chris me miraba con interés. Tragué grueso.
—Por favor —agregue suavizando mi voz.
Chris puso los ojos en blanco. Lucia fastidiado. Después miró hacia un lado y soltó un suspiro.
—Es algo larga. —respondió al fin— Y no me gusta ser interrumpido —dijo y miró sobre su hombro refiriéndose a los clientes que se encontraban en el cuarto.
Asentí y comprendí que no se había negado, ¿me sorprendió un poco? Si, porque creí que me ignoraría o lanzaría una broma sarcástica para evadirme.
—¿A donde crees que vas? —le cuestione cuando vi como se dirigía a la puerta de salida.
—¿A pasear tal vez? ¿A caso no puedo? —me reprochó.
—¡Se a donde vas! ¡Y no! Ya te dije —lo señalé con mi dedo índice con recriminación.
Chris abrió la boca haciendo una expresión de indignación mientras abría la puerta.
—Solo quiero saber si tienen el nuevo álbum de TLC —esbozó una amplia sonrisa juguetona para después salir antes de que pudiera protestar.

Mierda.

Deseaba ir tras él pero justo había dos clientes esperando a que los atendiera así que no me quedo más que sonreír y esconder mi impaciencia camuflándola con amabilidad. Una vez que se despejó el lugar, aproveché para salir del mostrador a topa prisa no sin antes poner el letrero de cerrado en la puerta de entrada. Debí de haber cerrado con llaves pero lo único que hice fue cerrar pidiendo al de arriba que nadie entrara a la tienda esperando encontrar abierto aún cuando dice cerrado.
Solo debía ser rápida y... Me detuve abruptamente frente a la ventana cuando vi a lo lejos como Will platicaba sumido en una conversación con ¿Chris? Ladeé la cabeza observando unos segundos más rectificando que la escena que veían mis ojos fuera la correcta. El castaño movía sus manos con efusividad mientras el rubio asentía como si le diera la razón. Fruncí el ceño y lentamente giré sobre mi talón devolviéndome a la tienda con una cara de disgusto.
No fue lo que esperaba encontrar.