Chapter Forty Five: I Thought I Lost you

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Chris

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Chris

El primer día ella continuó igual; no hablaba, no reaccionaba, no comía, no reía, no hacía nada. Era como si estuviera en cuerpo pero no en alma. Nick y yo hicimos lo posible por hacer cualquier cosa para que volviera, no obstante, no estaba seguro si me escuchaba o solo evitaba no hacerlo. Aún así, eso no me detenía en no intentarlo. Nick comenzó a cocinar no para nosotros sino para que ella pudiera comer lo cual tampoco lo hacía. Solo se quedaba recostada con la mirada perdida en la ventana sin expresión...tuve que pedirle que comiera aunque sea un bocado, lo que fuera con tal de que tuviera algo en el estómago.
Hacía lo posible por mantener mi compostura y sonreír ante ella pese a la circunstancias. Solo quería hacerle saber que estaba bien aunque por dentro moría de tristeza con la pérdida de Matt y ahora de ella. Tomaba su mano esperando a sentir un mínimo afecto de su parte, pero solo se quedaba su mano sobre la mía. Acariciaba sus nudillos suavemente. Y solo pensaba que esta no era la vida que debía tener. Una pérdida, tras otra pérdida...después yo con mi actitud egoísta e impulsiva. Solo pensaba que si tan solo no la hubiera presionado o si no hubiera tenido la necesidad de que se aguantara todo. La llevamos al límite a tal grado que no consideré en su sufrimiento o dolor. Matt la amó pero le dejó un enorme peso sobre sus hombros a alguien que se supone debía de proteger y no que fuera su aliada.

Lo vi en él; La desesperación y la culpa reflejado en sus ojos cuando la miraba. Luchaba por crear una vida con ella pero lo que era y su convicción nublaron su juicio y todo por lo que había dado por sentado, lo hizo a un lado por no ser capaz de pensar en él...

De pronto Nick irrumpió en la habitación.

—¿Por qué no reacciona? —le pregunto y este me observa con pena— Han pasado tres días y ella sigue igual.
—No te desesperes, ella volverá pero su mente necesita tiempo —me explica en un tono suave.
—¿Cuanto más? ¿Qué si esto no es de días sino que se vuelven semanas, meses...? Ella... Ella no puede quedarse así, Nick. Y no hay nada que pueda hacer. ¿Así terminará? ¿Con Matt muerto y con ella muerta en vida?
Pasé mis manos sobre mi cabello.
—No pierdas la fe Chris... La chica es fuerte, incluso más de lo que me gustaría admitir.
—La misma fe que teníamos en encontrar a Matt. Ve como resultó tener fe —replique en un tono cansado y con la mirada en la madera— Todo esto —dije— en parte es mi culpa. Theo y a quienes hemos querido siempre terminan en un daño colateral. Siempre es así. No importa cuanto lo intentemos, no podemos escapar del dolor. Aún estando muertos no dejamos de sentir. Incluso duele más ahora, Nick. ¿Por qué? —cuestioné elevando la cabeza.
Mi hermano se acercó a mi y posó su mano sobre mi hombro.
—Porque estas consciente que lo puedes perder. Nosotros continuaremos pero ellos se irán. —me responde en un tono compresivo— Y está bien si la quieres, ¿sabes? —agrega a lo que lo miro— Ella quiere a Matt pero también te quiere a ti, no de la misma manera que con él, pero te quiere.
—No quiero que me quiera... —negué y las lágrimas comenzaron a salir sin motivo alguno— Todo este tiempo maldiciendo a Razvan y Revna... Unos idiotas enamorados —se me quebró la voz y tuve que volver a bajar la cabeza escondiendo mi rostro con mi cabello.
—Lo que hiciste por Matt y por mí fue por amor. No puedes sentirte mal querer a alguien. Hacemos sacrificios por personas que amamos y tal vez pueda resultar bien o mal, no importa el resultado pues, al final sabes lo que es el amor. A veces amas mucho a alguien que puede hacernos perder nuestra cabeza, a veces amas a alguien pero no lo suficiente como para soltarlo, a veces amas mucho a alguien como para aceptarlo y dejarlo ir. Lo que no es amor es hacerlos sufrir. Puedes quererlo pero eso no significa que lo ames. Nunca es bueno ser conscientes del dolor que infligimos y no hacer nada por cambiarlo. Nunca temas amar. No te prives de sentirlo pues no todos tienen la dicha de conocer lo que se siente.

CHANGES [Matt & Chris Sturniolo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora