CHANGES [Matt & Chris Sturniolo]

Chapter Forty Two: The End of the Beginning Part. 2

*
Sabía que debía de ser paciente y comprender la situación en la que nos encontrábamos, pero al mismo tiempo comencé a sentir todo este nuevo camino que Matt estaba tomando y el peso que estaba dispuesto a cargar y no poder hacer nada...simplemente me hacía sentir sola e impotente pues comenzaba a ver como nos alejábamos uno del otro.
Comencé a recordar cuando recién nos conocimos y las promesas que nos habíamos hecho el uno al otro. Ahora solo habían quedado en simples anhelos que se veían más lejanos de cumplir. Yo deseaba una vida en la que fuera mía, estar en un lugar lejos de aquí, estudiar cine en una universidad, conocer lugares y más personas, pero quería experimentar todo aquello con Matt a mi lado. Solo deseaba que que quisiera quedarse. Por eso cuando me quedaba afuera de la casa observando entre la lavanda y el romero, sabía en mi interior que se avecinaban problemas.

Por alguna razón no decidió abrir aquel pasadizo, el siempre supo lo que había dentro. El mismo lo resguardó por motivos que aún no me explicaba y que yo tampoco había pedido. Entonces, que deseaba lograr desenterrando aquel lugar. ¿Qué significaba todo esto?
Entonces cuando ingrese de nuevo a casa vi a Matt que acariciaba a Trevor como despidiéndose.

—¿Tienes que irte? —le pregunté.
—Volveré rápido, lo prometo. Ni siquiera sentirás mi ausencia —me dijo con una dulce sonrisa mientras su mano acariciaba mi mejilla— Además Trevor te hará compañía.
Intente dibujar una sonrisa.
—Perdón. Es solo que, no quiero que te pase nada —confesé.
—Necesito ver a Farid. Lo sabes. —me recordó en un suave tono.
Bajé la mirada sintiéndome culpable por sonar como una niña caprichosa.
En mi interior no me agradaba la idea que él tuviera la necesidad de ir e informarle pues, sentía que era una causa que yo consideraba peligrosa. Deseaba que pudiera ignorarlo y que simplemente se quedara conmigo aunque sonara egoísta. Incluso podría decirse que me hizo enojar.
—Pensé que habías dicho que buscabas tranquilidad. ¿A caso me mentiste? ¿O hay algo que deba saber?
Deseaba que me afirmara que así era, pero que las cosas habían cambiado. No obstante, la sonrisa de Matt se desvaneció como el fuego de una vela que se consumía.
—Escucha... —comenzó a decir y no pude evitar más que apartarme de su agarre sintiéndome traicionada.
—Vete si es lo que quieres hacer. Pero se honesto conmigo y no me hagas creer una cosa para después admitir que no era así.
—Theo, esto no se trata de de ti o de mi. Esto va más allá de nosotros. —recalcó en un tono duro.
—¿Más allá de nosotros? ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? Pensé que teníamos planes. Un futuro juntos. ¡Pensé que me necesitabas como yo a ti! ¡¿Pero no es suficiente verdad?!
Matt apretó sus labios y desvió la mirada. Después volvió a posar su atención en mi y sus labios se movieron respondiendo a mi pregunta.
—La verdad es que esto me supera, Theo. Te amo —agrego de inmediato— pero no puedo permitir que esto continúe así.
—¿Que continúe qué? Solo me das explicaciones a medias, Matt. Se que tienes que hacer algo y quiero pensar que el motivo que te trajo a este pueblo fue casualidad...pero veo que no fue así. ¿El que yo tenga algo que ver con tu mundo fue motivo de que te acercarás a mi? —cuestioné temiendo a escuchar su respuesta.
Apretó sus labios y trago grueso.
—Sabía que podía haber alguien aquí de tu linaje. No lo negaré. —dijo y entonces sentí como me oprimían el pecho—Pero nunca imaginé que se tratara de ti. Jamás. Cuando te conocí enserio pensé que eras una humana cualquiera. Amable, tímida y con un gusto tremendo por el cine —agrega de inmediato acercándose a mi para tomarme del rostro y que lo mirara a los ojos.
—¿Y como es que sabías eso?
—Me encontraba en Savannah.