Estaba exhausta, asustada e ida. Apenas y pude contar lo sucedido al oficial Lane aunque sí note que en todo el interrogatorio miraba con sospecha a Matt. Fue bastante incisivo con sus preguntas, y cuando le conté sobre la mano mutilada que encontré en la mitad del bosque mi boca se movió sin poder expresar nada en mi rostro. Tan solo lágrimas resbalaban una tras otra en silencio. Solo quería irme.
—Creo que es suficiente por hoy —intervino Matt, posando su mano en mi hombro.
—De hecho, hay unas cuantas preguntas más que quisiera que me respondieran. Ambos. —dijo el oficial Lane señalándonos a cada uno— ¿Qué sucedió antes de que te echaras a correr? ¿Por qué huiste?
—Por haber golpeado a Jared. —respondió Matt, en un tono seco.
—¿Y por qué lo golpeaste en primer lugar? Y tú —me señaló con su pluma— ¿Cómo te hiciste ese golpe en el rostro?
—Fue cuando tropecé en el bosque. Debí golpearme con alguna rama o el suelo cuando caí. No lo sentí por el miedo. —mentí sin poder mirar al oficial.
—¿Es a caso relevante para la investigación? Eso no tiene nada que ver una cosa con la otra. Son situaciones separadas —respondió Matt.
—Te diré esto. Llegué y lo que vi fue a un joven sacándole la mierda al padre de su amiga. Huyes, ella corre detrás de ti, el padre tiene el tabique roto y balbuceando estupideces diciendo que eres una clase de monstruo que manipula a su hija, cuya chica encuentra la parte de una persona en el bosque y que casualmente es rescatada por ti. Ademas de que no es la primera vez que se te señala, aún estamos buscando a Garret. —le hizo saber aunque sonó más a una advertencia— He de agregar que no hay registros de ti en el sistema. Perdón por sospechar.
¿Cómo dijo?
—Acepto la disculpa. Lo único que encontrará es nada. Porque si me esta acusando de algo perderá su tiempo. Lo digo con respeto —agregó, aunque su tono era más mordaz que el veneno de una serpiente.
Sus palabras salieron de su boca con tanta seguridad que el oficial Lane le sorprendió que alguien como Matt pudiera responderle de esa manera. Vi en su mirada que aunque deseaba ponerlo en custodia en ese mismo instante, sabía que no podía si no tenía evidencia o cargos en su contra.
Me levanté de la silla.
—Si me disculpa Oficial, quisiera irme a descansar. —pedí.
Matt comenzó alejarse y antes de que pudiera seguirlo, el oficial me dijo:
—Lo único que quiero es ayudarte, Theo. Crees que soy ciego pero lo sé. No sigas los pasos de tu madre. —me aconsejó.
Apreté los dientes y le lancé una mirada severa.
—Créame, estoy más segura con Matt que en mi propio hogar. —sentencie y me di la media vuelta para irme de su oficina.
Al llegar al lado de Matt este me rodeo con su mano.
—¿A donde quieres que te lleve? —me preguntó.
Alcé la mirada.
—¿Podría quedarme contigo?
El tan solo esbozó una débil sonrisa y asintió.
Ese día conocí la habitación de Matt. Me cedió la cama mientras que él se iba a dormir en la otra habitación continua pues su cuarto era el único de la casa que era habitado y por ende, limpio. Me dio algo de pena pero al final me obligó acceder. Trevor me hizo compañía aquella noche haciéndome saber Matt que usualmente se subía con él, a lo que ya era cama de ambos. Trevor debió sentir mi estado de ánimo pues no paro de lamer mi mano como si con eso me dijera que todo estaba bien.
Fue la primera vez que dormí con la puerta abierta sin miedo. Me sentía segura y mis ojos se fueron cerrando poco a poco sintiendo tranquilidad pues tenía a Matt y a Trevor en un mismo techo. Pude haber dormido bien de no haber sido por la pesadilla.
Estaba corriendo por el bosque sintiendo el aire helado golpear mi rostro. Sabía que alguien me perseguía, escuchaba sus pasos detrás de mi cada vez acercándose y yo no encontraba algún lugar en el que ocultarme. Estaba desesperada y aterrada porque sabía que estaba perdida. No había necesidad de correr y aún así mis pies no se dejaban de mover. Había mucha neblina y lloviznaba, de pronto al detenerme vi que estaba afuera de la iglesia y gritos de lamento comenzaron a escucharse a lo lejos. Era como un eco de fondo del que no presté atención, en cambio solo ingrese a la iglesia y fue cuando lo vi. De entre la oscuridad, encorvado y con su espina dorsal prominente, su piel era lampiña y grisácea, casi como si estuviera putrefacta y sus manos que sostenían el craneo de alguien más me hizo retroceder. No se había dado cuenta de mi presencia. Así que abandone el lugar pero correr fuera me estampé contra alguien. Era Matt quien me sostenía con sus manos y sentí alivio. Casi pude soltar un suspiro pero al bajar la mirada y ver sus manos de un color negro manchadas de sangre hizo que mi corazón se detuviera. Elevé la mirada y vi como esbozaba una sonrisa manchada de rojo carmesí mientras mostraba todos sus dientes afilados.
Escuché mi nombre a lo lejos y entonces mis ojos se abrieron de golpe.
Podía sentir que como en el sueño, mi corazón palpitaba rápido, casi como si estuviera a punto de salirse de mi pecho. Tragué grueso y miré la habitación. Entonces lo vi sentado a mi lado con una expresión de preocupación mientras su mano hacía sobre mi brazo. Parecía que buscaba despertarme suavemente.
—Matt —susurre.
—Estabas teniendo una pesadilla —me informó.
Giré sobre la cama y después traté de sentarme.
—No te lo dije pero...ayer vi algo —confesé.
Matt se mantuvo en silencio con toda su atención en mi esperando a que estuviera lista para continuar.
—No se sincera un animal, pero no parecía de ningún tipo que yo conociera. Estaba encorvado, su piel se camuflaba con la oscuridad y sus ojos brillaban de un rojo intenso. Primero estaba en cuatro y después se levantó. Al principio se veía como un animal pero luego fue como si viera a un humano. No lo sé...yo... —intenté decir toda nerviosa mientras me negaba a creer que fuera real— Parecía como si estuviera comiendo algo y fuera interrumpido por mi presencia —hice una pausa y tragué grueso de tan solo considerar la idea— Tal vez... ¿Matt? —lo llame al ver su expresión de inquietud. Estaba pálido, más de lo usual.
No me había percatado pero casi se podían ver los huesos de sus mejillas. Se notaba sus ojos más hundidos y el color azul intenso había disminuido a un grisáceo, el brillo de su cabello castaño había sido remplazado viéndose opaco. Se veía enfermo, débil como si llevara días sin comer.
Quite las sábanas de mi cuerpo y salí de la cama.
—Dios, Matt. ¿Estas bien? —cuestioné poniendo mi mano sobre su frente.
Estaba frío como cuando toqué su mano. Lo miré con preocupación. Su expresión se tensó y en seguida apartó mi mano con gentileza y se levantó de la cama mirando hacia la sala y luego a mi.
De pronto la puerta sonó. Salió de la habitación y lo seguí con cautela quedándome por la cocina. Matt vaciló en abrir la puerta y no fue hasta el siguiente golpe que giró el pomo y dejó al descubierto a un joven de rasgos asiáticos, cabello oscuro como la noche, tez blanca como la leche y una mirada afilada que hacían sus rasgos más bellos e inquietantes. Nunca había visto a alguien como él.
El ladrido de Trevor resonó fuertemente ladrándole a aquel extraño.
—Oh, hola Matthew —saludó e hizo una ligera y rápida pausa como si escaneara el lugar— ¿Estabas por comer? —le preguntó aunque sonó más a una afirmación—Lamento la interrupción —se disculpó.
—No —respondió como si contuviera las palabras— Estaba pasando el rato con mi...amiga —soltó al fin como si le costara serle honesto.
—¿Amiga? —su mirada pasó de Matt a mi. Me estremecí y no supe a dónde meterme más que mantener mi lugar y no desviar la mirada— ¿Ahora así les decimos? —cuestionó con cinismo y burla.
Vi como arqueó las cejas con una expresión de sarcasmo para después ingresar a la casa sin invitación alguna. Tenía una presencia imponente y un aura pesada. Sentí como mi respiración se cortó cuando sus ojos oscuros se posaron en mí con una gran intensidad que si fuera posible atravesarme con ellos ya estaría muerta.Tragué grueso pues sentí como si se cuestionara de mi procedencia. Entrecerró los ojos y antes de que pudiera mover un paso más, Matt se interpuso en el camino.
Vio como Matt comenzó a negar con la cabeza como si le estuviera avisando que se detuviera. Los ojos oscuros de Dacon me miraron de inmediato como si comprendiera lo que debía hacer.
Esbozó una débil sonrisa y soltó un suspiro.
Matt se hizo a un lado con una expresión de derrota abriéndole el paso al moreno para después caminar hacia mí con una sonrisa llena de satisfacción.
Lo último que recuerdo y sentí fue temor.Cuando desperté, miré a mi alrededor encontrándome con la habitación de Matt. ¿En qué momento? Junté mis cejas e intenté levantarme de la cama sintiendo un ligero mareo que me hizo quedarme quieta por unos segundos. Trevor al sentir mis movimientos vino de inmediato de la sala saltando de un salto hacia mi. Después escuché murmullos viniendo de la cocina a lo que me paré y al llegar vi a Matt sentado en la mesa conversando con su...¿amigo? El moreno al verme esbozó una sonrisa y Matt igual.
Me sentí confundida y apenada.
—Ya despertaste —me comentó Matt.
De pronto fue como si aquel pálido chico que acababa de ver fuera remplazado por uno sano, lleno de vitalidad y color. Sus labios ya no estaban resecos y su cabello volvía a tener brillo al igual que sus ojos azules brillaban con intensidad. Entonces vi la caja de pizza en la mesa.
—Perdón. ¿Por cuanto tiempo dormí? —pregunte sintiéndome aún confundida.
—¿Cuanto llevo aquí? ¿Unas 6 horas? —respondió Dacon.
—Pero está bien. Tenias que descansar —me hizo saber Matt y en seguida se levantó de su asiento para venir hasta mi.
—No quería interrumpirlos —me disculpe con ambos.
El moreno negó y con una cierta elegancia se levantó de la silla.
—No te preocupes, de hecho, yo ya me iba. Fue un placer Theo. Aunque no hubiéramos tenido el gusto de conocernos con profundidad, siento como si ya hubiéramos charlado —soltó en lo que me pareció un modo sarcástico aunque tal vez lo malinterprete.
Dibujé una débil sonrisa.
—Matthew —se dirigió de nuevo a él—, fue un gusto verte después de mucho tiempo. Nos veremos de nuevo —le hizo saber como reafirmando algo de lo que ya habían quedado.
—Si. Adiós Dacon. —se despidió y no como un amigo despide a otro sino como alguien que desea que se vaya.
Dacon me extendió la mano y dudé unos segundos antes de responderle a su saludo. Me sorprendió sentir su piel igual de fría que la de Matt, aún así mantuve una sonrisa aunque por dentro me causara intriga y desconfianza. El moreno dibujó una media sonrisa como si me expresara con aquel gesto un "nos vemos".
Dacon se fue y yo tan solo sentí una sensación de pérdida. Como si algo faltara en mi mente. ¿Pero qué?
—¿Quien era él? —le pregunté a Matt.Este tomó asiento en el sofá y Trevor lo siguió de inmediato acurrucándosele a un lado. Tenía una mirada algo pérdida. Estaba pensativo. Creí que no me habría escuchado hasta que comenzó hablar con la mirada perdida en algún punto de la sala. Fue como si se hubiera desconectado de la realidad y viajara a su propio mundo.
—Lo conocí cuando llegaron a Boston en 1632. Tenía una vida bastante normal, tranquila y aburrida. Pero era mía. Sin embargo, tuvimos la mala fortuna que en nuestro pueblo vivía una chica que era buscada por Dacon y sus hermanos Murdoc y Farid por órdenes de Razvan. Pronto La Paz se vio perturbada con su llegada y la muerte comenzó a tocar en nuestras puertas. Me enfermé y morí de viruela pero reviví por obra el vampiro Razvan y porque uno de mis hermanos no me dejó morir. Fue ahí que conocí a Dacon, a él junto con sus 3 hermanos nos acogieron y enseñaron a sobrevivir y adaptarnos. —me relató de lo más normal como si me estuviera contando sobre un recuerdo de infancia.
Lo miré perpleja y aturdida por la información dada y la indiferencia con la que sus palabras salieron de su boca.
—¿...Matt? ¿Qué estas...diciendo? ¿Estás bromeando verdad? —forcé una sonrisa.
De pronto volvió su atención a mi y dibujó una media sonrisa.
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CHANGES [Matt & Chris Sturniolo]
Roman pour AdolescentsLos trillizos: Nick, Matt y Chris solían ser cercanos hasta que se separaron sin saber nada uno del otro...eso hasta la desaparición de Matt. Matt & Chris x OC Theodora ºActualización días indefinidos ºPortada por @watchtheface ºProhibido el plag...