VI

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— ¡Jiminieeee!

Taehyung apretó fuerte a Jimin en su abrazo, lo soltó para estrujar sus mejillas, recibiendo una mirada de molestia por parte del más bajo, ni siquiera el más pequeño de su grupo de amigos, ya que Jungkook era el bebé del grupo, pero parecía que tenían algo en su contra por ser el más adorable del mundo.

— Sigues igual de adorable de cuando nos conocimos— dijo con una risa.

La voz de Taehyung había cambiado drásticamente en el año que llevaban conociéndose, también había crecido bastante, no sólo en estatura, sus hombros se habían hecho más amplios y ya no tenía cara de niño, aunque seguía siendo el mismo chico infantil de siempre.

El tiempo había pasado volando para ellos, Jimin ya tenía dieciséis, y Yoongi estaba a un par de meses de cumplir dieciocho.

— ¿Porqué no me sorprende? — dijo, viendo a la cabellera ahora rubio platino de Yoongi detrás de Jimin—. Lindo look para un chico aún más lindo, ¿Estás soltero, lindo?— halagó, dedicándole un guiño, ganándose un ceño fruncido por parte del mudo y una mueca de asco por parte del nuevo rubio.

— Me disgustas— dijo Yoongi , pasando a su lado, entrando a su casa sin darle importancia.

— Me amas— replicó Tae, cerrando la puerta.

— No— Yoongi repitió la misma cara de asco.

— Es cierto, no tengo oportunidad— Taehyung hizo una mueca triste y exagerada—. Tú sólo amas a Jimin.

Yoongi no respondió, notó la mirada de Jimin sobre él, y cómo Taehyung comenzó a sonreír cada vez más ante el silencio, le encantaba dar justo en el blanco.

— Las clases de teatro te hicieron más raro de lo que ya eres— comentó Yoongi , sólo para decir algo.

— Qué brutal cambio de tema—Los recién llegados se voltearon para ver a Jungkook, que venía tirando de sus ruedas desde la cocina.

Los cuatro se habían hecho muy unidos desde aquel primer día, hacía casi un año de amistad, solían juntarse cada fin de semana y durante las vacaciones también, para hacer locuras y estupideces que hacían los jovenes.

Cada uno había ido a una rama distinta del arte, aunque compartían algunas cosas.

Jimin se había concentrado más que nada en la danza, contemporánea, específicamente, y tomaba clases de dibujo, aunque sólo para compartir con Jungkook, algo que tenía al castaño fascinado.

Taehyung tomaba clases de saxofón, y había comenzado teatro hacía poco, cosa que había aumentado su rareza según Yoongi, y quizás era cierto pero Tae era muy feliz de ser rarito.

Por su lado, Yoongi se había centrado más en el rap, y en clases de piano, más aparte tomo un taller de composición que habían abierto hacía poco.

Los cuatro iban a clases de práctica coral, aunque Jimin sólo iba para escucharlos, tanto Jungkook como Taehyung eran muy buenos cantando, Yoongi  no tanto y eso le daba cierta gracia, pero su amigo tenía el gusto en el rap, aunque no iba mucho con la clase.

Podía decir que tenía más amigos, incluso se llevaban muy bien con el director, aunque no se juntaban mucho para mantener cierto formalismo escolar, aunque Seokjin era tan maduro como ellos la mayoría del tiempo.

Nadie se había metido con Jimin desde que habían entrado, todo el mundo lo trataba tan bien.

Yoongi estaba feliz por él, había encontrado un punto cálido en el mundo que no trataría de apagar al chico, al contrario, Jimin brillaba todos los días en ese lugar, poco a poco comenzaba a ser él mismo de nuevo, hasta desenvolverse más, no tenía tanta ansiedad y eso lo hacía feliz.

Love me, Mute (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora