XVI

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La cama de Jimin era una amplia cama matrimonial, lo suficientemente grande para poder dormir ambos cómodamente, pero aún así preferían dormir casi encima uno del otro, con el menor abrazado como un koala al rubio, quien ya no sentía su brazo por la posición en la que estaba, debajo del otro, rodeando su cintura, aún así, no se molestó en quitarlo, no quería despertar a su novio.

Era de madrugada, y Yoongi se había despertado sin razón alguna, terminando en un momento de insomnio que quería destruir, pero no podía, así que se quedó despierto, mirando a Jimin dormir, acariciando sus mejillas, cuello y cabello lentamente para no despertarlo, buscando relajarse lo suficiente para descansar otra vez.

El rato pasó y nada funcionaba, Yoongi había terminado contando las pequeñas pecas que tenía el cachetón, ya iba con unas cuantas cuando notó las manos de Jimin moverse apenas un poco en sueños, sonrió con ternura.

Al principio, no podía evitar mirar lo adorable que parecía, aunque no supo en qué punto, lo que pensó que era un sueño resultó ser una pesadilla, ya que Jimin frunció el ceño, negando, apretaba sus ojitos, sus labios comenzaron a moverse, y Yoongi escuchó lo que creyó un murmullo provenir de ellos.

El corazón de Yoongi se aceleró, y recordó de meses atrás, cuando supo que Jimin podría hablar pero inconscientemente había bloqueado su voz y cualquier capacidad para hacer algún tipo de ruido, pero estando dormido en teoría podía suceder.

Se acercó un poco más a él, preocupado y preguntandose si no se lo había imaginado.

— Jiminie..— habló con suavidad, el chico seguía con el ceño fruncido, negando, ahora un poco más fuerte que antes—. Es un sueño, es solo un sueño, despierta...

N-No...

Yoongi alzó las cejas, su corazón comenzó a latir más fuerte, una pequeña y dulce palabra, con una voz aún más dulce y algo aguda, a pesar de que había sonado bastante ronca por no hablar en tanto tiempo.

El mayor se acercó aún más, abrazando a Jimin, acomodando el rostro del chico a la altura de su cuello, dejando besos en su coronilla y acariciando su cabello, sentía una emoción recorrerlo por dentro, tanta que hasta pensó que podía explotar.

Shhh... Estoy aquí, bebé— murmuró—. Todo está bien, despierta... Es sólo un sueño...— murmuraba.

— Yoon...— escuchó, en una voz más calmada que antes, y sintió su corazón desbocar al escuchar a su lindo novio decir su nombre por primera vez, aún si fuera sólo en sueños.

Sonrió, sus ojos se nublaron un poco por la emoción, sentía unas cosquillas en su estómago que le daban ganas de reir.

— Sí, bebé, soy yo... Estoy a tu lado.

Jimin negó de nuevo, esta vez, más lentamente, despejando su vista, alzó las cejas al ver a Yoongi con lágrimas, alzó su mano para preguntar realizando una seña, pero el rubio sólo negó para que le restara importancia, besó sus labios con cariño, algo rápido para el gusto de Jimin, quien lo seguía mirando confundido y medio adormilado, no sabía qué estaba pasando.

— Nada, bebé, nada- dijo Yoongi, aún sin poder borrar su sonrisa.

Jimin volvió a acurrucarse contra él y a los pocos segundos estaba respirando suave y dormido, Yoongi envidiaba esa facilidad que tenía el pelinegro para dormirse, él, en cambio, no pudo volver a dormir hasta que el sol volvió a salir y al cabo de una hora de sueño profundo ya tenía que levantarse para ir a la escuela de nuevo.

Por la mañana, cuando desayunaban, y la señora Park se había ido a hacer unas compras, Yoongi aprovechó para hablar con Jimin de lo ocurrido, tenía unas ojeras más marcadas que el día anterior pero su sonrrisa no podía ser borrada por nada en el mundo.

Love me, Mute (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora