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Eleanor:

- No me jodas, Paul. Puedes morirte si quieres ¡Alex igual mejor estaría muerto! – Grité sin pensarlo. Caminé sin esperar que me respondiera, golpeando su brazo con mi hombro.

Me paralicé, sintiendo un profundo dolor en el pecho e inmediatamente me arrepentí de lo que dije, la culpabilidad y la vergüenza cayeron en mí como un balde de agua fría al ver la reacción de Alex.

Y si no fuera suficiente lo mal que me sentía, el detallar el rostro de Alex lo hizo peor, profundas ojeras bajo sus ojos hipnotizantes, sus labios resecos y pálidos al igual que el resto de su piel; se veía roto, destruido. Y más con la estupidez que salió de mi boca ¿Cómo podría querer que se muriera? Nunca le había deseado eso a alguien.

Un intento de sonrisa cruzó su rostro y cabizbajo se retiró del pasillo. Paul me tomó del brazo bruscamente haciéndome quedar frente a él.

- Alex fue a buscarte esa misma tarde a tu casa, te buscamos por toda Inglaterra, casi que, por todo Reino Unido, hasta que se le ocurrió investigar los registros de entrada y salida en los aeropuertos, así supimos que te largaste. Haz memoria de las cámaras de la habitación, nos las mostró y te juro que no verás cómo se folla a alguien, porque no pasó ¡No lo culpes! Porque si se equivocó en no salir de la habitación, en no reaccionar o qué sé yo, tú estás siendo la peor basura – No me dejó responder, me soltó y corrió por el mismo pasillo que se fue Alex, con la diferencia de, que, en vez de subir, bajó las escaleras.

Sabía que no fue correcto lo que dije, para nada, debía disculparme así que me apresuré en subir a la azotea. Había una que otra persona, pero ninguna nos prestaba atención. Alex estaba recargado en los barandales, dándome la espalda, me acerqué un poco más, para que fuese capaz de escucharme sin tener que alzar tanto la voz.

- Alex – Lo llamé.

- ¿Quieres que muera? – Preguntó de golpe, sin girarse aún.

- ¡No seas idiota! Yo no quise dec—

- Lo dijiste – Me interrumpió – Puedo morir ahora mismo, si así deseas.

- ¡No! ¿¡Por qué crees que en verdad desearía eso!? Ni siquiera sabes que es lo que realmente quiero – Quería llorar, pero algunos de los presentes comenzaban a centrar su atención en nosotros y no quería que luego uno grabara, publicara y lo haga viral, no quisiera andar por la calle y que me reconozcan por un lío con él. En cambio, Alex, ajeno a cualquier mirada, se tambaleaba nerviosamente.

- Yo no hice nada, estoy seguro de que lo sabes – Cambió de tema radicalmente, su voz se quebró por un instante – No quería... Jamás lo quise, que me odiaras así.

- Yo solo vine a disculparme por lo que dije.

- Lo sé – Pasó su mano por su cara como si tratara de despejarse - ¿Sabías que quise ir detrás de ti ese día? – Soltó, fijando ya su mirada en mí.

- No lo hiciste, Alex. La diferencia es obvia.

- No paraba de repetir en mi mente lo que dijiste "No debí enamorarme de ti" "Te odio, Alexander", fue como si no procesaba eso. Quiero que sepas lo que en realidad ocurrió, porque sé que lo que viste te hizo pensar otra cosa, pero quiero que sepas el contexto completo, Eleanor. Sólo déjame – Daba un paso cada que mencionaba eso, lento, como creyendo que si se apresurara yo saldría corriendo. Quedando justo frente a mí, a centímetros de mi cara. Sin bajar la mirada, mascullé:

- Si me hubieras detenido nada de esto hubiera pasado. Esto es lo que el destino quiere, Alexander.

- Pero – Lo interrumpí.

Enamorada de la RealezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora