Survivors

Cedar City

Otra noche que mi cerebro había decidido no soñar. Debo admitir que después del día que había pasado, necesitaba con urgencia unas horas de sueño. Unas largas y placenteras horas de sueño...

Pero lamentablemente soy de las personas que, cuando no sueñan, sienten que no descansaron una mierda, y no disfrutan del tiempo transcurrido en la cama... Esa última frase sonó un poco raro, ¿verdad?

Como decía, no registré el paso de las horas que había dormido, y casi a los diez segundos de haberme dado cuenta de que estaba durmiendo, sentí una mano en mi hombro, sacudiéndome hasta despertarme.

Jula. Le había tocado el anteúltimo turno de guardia, y ahora me quedaba media hora.

-Buenas -me susurró, y agregó riendo-. Espero no molestar.

-¿Despertaste graciosa? -respondí, bostezando-. Buen día.

-Te toca cuidar.

-La puta madre -dije, frotándome los ojos-. Es aburridísimo.

-Te hago compañía, si querés -respondió sonriendo-. Voy a tardar dos horas en dormirme, así que es simplemente inútil intentarlo.

-Gracias.

-¿Dormiste bien?

-Pff, ojalá. Por lo menos no soñé nada, así que dormí tranquilo... Bah, todo lo tranquilo que se puede decir, dada nuestra situación. ¿Y vos?

-Nada distinto. Agradezco ser de sueño pesado. Supongo que es alguna de las pocas cosas que me quedan...

-Que suerte.

-Eu... ¿Qué onda con Sarah? Hablando en serio, eh.

-¿Sabes una cosa? -pregunté, comenzando a guardar mi bolsa de dormir- No tengo idea: ya no tengo ni una puta idea de lo que me pasa con Sarah...

-¿Es en joda o...?

-No es un chiste. No tengo ni idea. Ya es re creepy la situación.

-¿Pero por qué?

-Ella ya considera que el amor es mutuo.

-Nahue... -dijo mirándome, como diciendo "es bastante obvio que te gusta".

-Ya se que siento algo, no estoy diciendo eso. Lo que estoy diciendo es ¡que tardé menos de una semana en enamorarme!

-Bueno, pero eso no es tu culpa. Además, todos los aquí presentes sabemos que sos bastante enamoradizo.

-Ya se...

-No es de forra, pero... ¿No será que te enamoraste de Sarah por... Porque querías alguien que reemplazara a tu familia?

Sentí un nudo en la garganta de sólo pensar en eso.

-¿Qué? -respondí, estupefacto- No. No, no, no, no, no. Estoy seguro de que no.

-Era una suposición... Bah, no peleemos. ¿Me ayudas con mi bolsa?

Mientras guardaba con Jula su bolsa de dormir, una idea sombría cruzó por mi mente:

"¿Y si Jula tenía razón?"

"¿Y si yo estoy enamorado de Sarah para reemplazar a mi familia?"

Y lo peor, mi mente comenzó a maquinar sus propias ideas:

"¿Y si Sarah solo está enamorada de mí... Para reemplazar a Aaron?"

Todo esto pasaba por mi cerebro cuando...

-Buenos días... -me dijo Sarah, bostezando.

-Buenos días.

-¿Dormiste bien?