-Señores pasajeros, les informamos que llegaremos a destino en aproximadamente 10 minutos.- dijo el piloto del avión.
Jula, Cindy, Azul, Aixa, Abi y yo estábamos por llegar a Estados Unidos. ¡Estados Unidos! Siempre había querido ir. Por suerte ya eran vacaciones de invierno (en Argentina), y no había profesor o tarea que nos fuera a molestar.
Yo todavía estaba pensando... Seguramente se estén preguntando quién soy yo, ¿no? Me llamo Nahuel, pero me dicen Nahue, tengo 16 años, soy geminiano, enojón, impulsivo, bipolar, pero dentro de todo un buen pibe. Las chicas con los que estaban viajando eran mis amigas, mis mejores amigas.
Había sido un viaje largo, salimos desde Argentina. Ya desde antes de salir estábamos muy extasiados: nos habíamos juntado para charlar de lo que pensábamos hacer, de con quién íbamos a dormir, etcétera. Lo único malo es que nuestros viejos habían estado molestado durante todo el viaje: "¿Con quién te sentaste? ¿Ya llegaron? ¿Qué comiste?". No somos los típicos pibes rebeldes que odian a sus padres, pero a veces no los soportábamos...
Como les decía, yo todavía estaba pensando qué tenía que hacer cuando llegara: desempacar, ir a comprar, pasear, ir a comprar, ir a la playa, ir a comprar... Si, tenía muchas cosas para comprar. Igual, todavía nos esperaban dos buenas semanas de vacaciones en USA, bitch please.
Estábamos todos sentados cerca.
-Sabés dónde está la casa de tu tía, ¿no?- pregunté a Jula.
-Sé que ella que nos está esperando en el aeropuerto.- respondió, y los demás reímos.
-Dale, en serio.- dijo Abi.
-Creo que está en Los Ángeles.
Siempre había querido conocer Los Ángeles. Sentí un fuerte tirón y miré por la ventana: ya estábamos en tierra, y el avión estaba frenando.
Cuando nos bajamos, recogimos nuestras valijas y buscamos a la tía de Jula. La encontramos después de unos minutos.
-¡Hola! ¿Como viajaron?- preguntó.
-Bien, pero es la última vez que como algo en un avión- dijo Cindy con cara de asco.
Respondimos con una carcajada. Salimos al estacionamiento y seguimos a la tía de Jula, cuyo nombre era Mónica. Tenía un Jeep, y arriba de él estaba Bárbara, su hija y prima de Jula.
Llegamos a la casa de Mónica casi a las 7 de la tarde. Primer problema: cómo nos dividiamos las dos habitaciones. Después de muchas discusiones, Jula, Abi y yo terminamos en una, y Cindy, Aixa y Azul en otra.
Cuando entramos en la habitación, empezamos a desempacar mientras charlábamos.
-¿Mañana a dónde vamos?- preguntó Jula.
-Hay una zombie walk que dura todo el día.- dijo Abi.
-No se ustedes, pero yo no me la pierdo por nada.- dije.
Nosotros tres éramos muy fans de The Walking Dead, y amábamos las zombie walk.
Luego de la cena, nos quedamos los tres charlando hasta tarde, hasta que nos dimos cuenta de que eran las 3 de la mañana y nos convenía ir a dormir.
Había dos camas: una de dos pisos y otra normal que estaba al lado de la ventana. Yo me quedé con la normal.
Antes de dormirme escuché algunos ruidos que venían de la calle, como gruñidos. Me asomé por la ventana, y vi un par de zombies.
-Parece que la zombie walk si duraba todo el día.- pensé, y me dormí.
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Survivors
Mystery / Thriller"Era sólo un viaje a Estados Unidos. Iban a ser sólo unas vacaciones con amigos..." Mis amigos y yo fuimos rodeados, en un abrir y cerrar de ojos, por los muertos caminantes, con un insaciable apetito por la carne. Nos vimos obligados a dejar la ado...