Cap 9 Postre para llevar

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El sol salía nuevamente en el horizonte, la gente de los pequeños establecimientos emergía de sus hogares, algunos aun bostezando o con un café en mano para sacar adelante su nuevo día de trabajo.

En la posada Erizo se levantó con algo de fatiga, hace tiempo que no se esforzaba tanto en un gimnasio, su fuerte era el cardio pero su más reciente contacto Alexa estaba más que entusiasmada para que agregara peso a su rutina.

Por su parte Jim apenas se podía mover, estaba quejándose en la cama desde que sonó el despertador.

— Jefa déjame morir y quitame este sufrimiento — Jim se quejo aun en la cama.

— ¿Te quieres quedar a descansar? — Erizo comento — Al parecer esa supuesta escuela de brujas tiene solo finta de una trampa para turistas —

— Jefa, me podrías traer antes una hamburguesa y unas pastillas para el dolor, porfis — Jim se quejaba.

Sin más remedio Erizo no tenía más que consentir a su ayudante número uno el día anterior había recibido demasiado castigo por la causa.

Tras pedir la comida y estar por salir noto que estaba entrando un rostro que era inconfundible, Alice el objetivo primordial había vuelto a aparecer.

Sin pensar demasiado simuló que se resbalaba con el fin de tirar la comida que ya tenía en mano, la reacción de los más cercanos fue ayudar e incluso la empleada del restaurante trato de auxiliar.

— Estoy bien, gracias — Comentó Erizo mientras le daban la mano algunos desconocidos para ayudarla.

— Una disculpa, de inmediato le prepararemos una nueva orden — La empleada expresó mientras seguía disculpándose y una compañera recogía la comida que se había derramado.

Erizo estaba contenta que su improvisado plan funcionara, cuando observó que su objetivo también pidió su comida para llevar no tuvo más opción que sentarse en una mesa que le dejara tener una buena vista, una pieza de pan y un café para disimular la observación.

Mentalmente comenzó a analizarla para tratar de ubicar alguna característica — Usa un atuendo informal, su postura tiene cierto encorvamiento podría estar pasando muchas horas en alguna silla o frente a un monitor pero sus facciones no tienen sentido la Alice del expediente debería tener mínimo de veinti ocho a treinta años y su rostro se ve de una joven con un promedio de edad de dieciséis años —

A Erizo le habria gustado tener a la mano su celular o su camara pero aun asi se veria sospechosa, aqui era donde Jim se hacia el tonto mientras tomaba fotos.

Algo llamó su atención y mentalmnete analizó — Un teléfono satelital? esas cosas son caras, es una persona de recursos, que dice? —

Erizo tuvo que usar cada estrategia que conocía para tratar de leer sus labios, habría preferido observar a distancia pero podía darle esa mínima pista que tanto busca.

Mientras trataba de simular tomar su café y masticar su pequeña pieza de pan entre momentos podía distinguir algunas palabras — Pedido... contratos ... monstruos ... Susie... bodega ... —

— Disculpe que su orden está lista — La camarera entregó el nuevo pedido.

— Gracias — Erizo tomó su orden y salió normalmente del lugar para no generar la mínima sospecha, aunque para su suerte estaba una pastelería muy cerca, un pretexto perfecto para hacer tiempo y esperar.

Ella tomó su tiempo observando las diferentes rebanadas de pastel, pidió de diferentes galletas simulando asombro por la gastronomía local, y todo valio la pena logro ver como su objetivo salía del restaurante cargando su comida y aun continuando su llamada, tomando en cuenta el tamaño del pueblo su lugar de trabajo o su vivienda debe estar relativamente cerca.

— Hey Alice!! — La joven encargada de la pasteleria grito causando un escalofrío a Erizo — No olvides tu orden —

— Haa?? — La joven mamut cambió su rumbo de inmediato tan rápido que espanto a Erizo.

— Por poco olvido el postre de Ramona, se enoja mucho cuando no le llevo su rebanada de pastel — Alice comentó despreocupada — Miro con algo de curiosidad a la nueva — Hey te conosco, eres esa escritora del que todo mundo habla —

— Hola, un gusto — Comentó Erizo fingiendo estar algo apenada.

Alice como si se tratara de una vieja amiga le tomo la mano para saludarla tomándola por sorpresa — Deberias de probar el de chocolate esta delicioso —

— Amm ok — Erizo simuló un poco de desconcierto.

— soy fan de las novelas, pero no he visto tu rostro o escuchado de ti — Alice comentó con demasiada seguridad.

— Yo, sí lo siento soy lo que llaman un escritor fantasma — Erizo comentó.

— Cosas de fantasmas y casas embrujadas? — Alice dudo un poco — sobre eso aquí hay muchos historias e incluso un pantano lleno de fantasmas —

— Bueno yo ayudo a crear las novelas, me dedico a juntar información y escribir escenarios para los autores, soy como un asistente — Erizo comento aun fingiendo nervios — y por eso no aparezco en los créditos —

— Eso me suena a fraude, deberías de exigir que respeten tu trabajo y darte creditos — Alices comentó enérgicamente.

— es complicado, es más un trabajo en equipo, además es menos arriesgado a ser una escritora independiente mi pago está asegurado — Erizo señaló con una expresión más de panico.

— Yo.. ho ok, comprendo aun asi sigo pensando que es un fiasco — Alice señalo — Y que generó estas colaborando —

— terror y suspenso ultimamente estan moda los misterios locales — Erizo comentó con una finta de nerviosismo.

— Lastima, yo pense que era de romance —Alice comento decepcionada — Hay tantas historias que conozco —

— Amm gracias pero busco un poco de historias locales, como el folklor local — Erizo señaló ahora con una postura de ,miedo ante la invasiva chica.

— Bueno podría tener algunas.... — Alice fue interrumpida por su teléfono — Hola? que ya voy con la comida no tardó en llegar — Alice solo se despidió y salió a toda velocidad.

Solo una risita se escucho de la encargada de la pastelería — Esa chica nunca va a cambiar, siempre tan preocupada por mantener el ánimo de los demás —

— Es muy energética — Erizo comentó fingiendo estar aturdida — Ella me comentó que quería contarme sus historias, ¿sabrás dónde podría encontrarla? —

— Claro ella es una de los dirigentes de la empresa local de envíos — La chica señaló el gran edificio que estaba a unas cuantas cuadras.

— Gracias, creo que la buscaré estoy segura que tiene buenas anécdotas — Erizo tomó sus cosas y regresó a la posada.

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Algunos minutos más tarde Erizo regreso a la posada, contó las buenas nuevas a su asistente le dejó su desayuno y ésta partió a ese lugar llamado escuelas de brujas que a kilómetros olía a trampa para turistas pero todo sea con el fin de investigar aunque sea lo más mínimo de información de este lugar.

Por su parte Jim ahora un poco más recuperado pensó que tal vez seria buena idea investigar en esa empresa de mensajería, quién sabe tal vez podría encontrar un poco de más información sobre esta Alice.

Retomando la pistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora