Retomando la pista

Cap 22 Tu identidad

Nuestra identidad está forjada de experiencias.

Mientras la gente se reunía a un estrado improvisado Max amablemente acompañó a Erizo quien no le prestaba atención alguna, esta solo tenía ojos para detectar a los que subían al estrado y eran cuatro rostros conocidos pero con un atuendo colonial aunque a ojos de Erizo eran más disfraces de halloween.

La anciana, la capitana del barco y al parecer ese par de lesbianas. Para Erizo no tienen relación alguna así que podría no tener algún significado.

Con un poco de nerviosismo la misma chica del bote Alice subió al estrado.

— Hoy es un dia que todos recordaremos por mucho tiempo, un dia en el que la desgracia llegó a nuestras vidas pero juntos lo superamos y salimos adelante pese a las adversidades y como si fuera una prueba de nuestra fuerza y voluntad de nuestra comunidad lo que tanto perdimos volvió a nosotros,fue un reencuentro extraño lleno de júbilo y miedos que al final nos dejo un ultimo trago amargo y un simple mensaje debemos seguir adelante — Alice volvió con sus compañeras disfrazadas.

Una ovación se escuchó y en eso un joven panda subió al estrado y solo dijo — Nunca lo olvidaremos — y las chicas que estaban en el estrado lo rodearon tomándose de las manos.

Erizo miro como de la explanada improvisada una densa neblina que casi de inmediato cubrió a todos y rápidamente pasó por todos, Erizo pensó un momento que seria algún espectáculo de láser o algo por el estilo hasta que Max le comento — Piensa en el momento más feliz de tu vida —

Erizo ignoro al chico aunque casi de inmediato un poco de sueño le hizo bostezar fue una especie de reacción en cadena, aunque fue difícil de notar que paso por que los ojos se le cerraban cuando los abrió ella no comprendía.

En ese momento cada uno de los presentes tuvo una visión única.

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Era una noche de navidad por algún motivo recordaba ese momento.

Era raro ver a sus padres tan contentos y los padres de Oscar compartiendo una bebida mientras platicaban.

Un rostro familiar, si el de su amigo Oscar.

— ¿Eres tú? — Erizo lo abrazo sin dudar soltando una pequeña lagrima de alegria.

— Tu plan funciono, eres increible — Oscar corresponde su abrazo — nuestros padres no se volverán a pelear nunca —

— Yo.. — Una leve risa alegre y jovial invadió su rostro.

Una voz materna la envolvió en sus brazos y la levantó generando una leve risa — Se que lograras grandes cosas, solo se paciente con tu madre —

— Mamá, basta yo tambien quiero un abrazo — Oscar se aferró a la pierna de su madre.

— Mi pequeñín especial — Sue levantó al muy joven paquidermo y un abrazo calido invadió a ambos.

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Una chica tuvo una visión.

Ella estaba frente a un enorme perro, este ladraba con furia e inevitablemente no podía contener sus lágrimas, ella tenía miedo, no sabía qué le pasaría ante semejante bestia que ladraba y mostraba sus colmillos amarillentos que con cada ladrido soltaba saliva amenazantemente.

Cuando sentía que su corazón se sumergia en el miedo total escucho un grito furioso, era su hermana cargando una rama que agitaba con fiereza de un lado a otro no hasta que de alguna forma la amenaza salió huyendo de ahí.