Algo malo pasaba en este lugar y él lo sabía, pero ¿que podía hacer?
Max había salido del mar agitado y cansado de haber nadado durante horas, este se dejó caer en la arena con la esperanza de recobrar un poco de energías.
— Max!! ... Max!! — Se escuchó el grito desde la lejanía.
— Hey aquí — El joven vampiro solo levanto el brazo señalando su ubicación — Porque tan agitado? —
— Es Alexa, ella volvió a pelear con otro campista — Oscar señaló agitado — Solo te escucha a ti, podrías ayudarme a calmarla —
— Claro voy en camino — Max señaló mientras se levantaba y mostraba su cuerpo ahora más alto y definido.
— Démonos prisa, Susie y Betsy no están cerca salieron a esa reunión semanal con los demás representantes de la isla y no podemos calmarla— Oscar mencionó bastante apurado, a pesar de la aparente calma de Max.
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El joven vampiro ahora dudaba más que nunca, ¿habrá sido buena idea esperar o fue un error?. pero que podría haber hecho el se dio cuenta que no podían salir de la isla, estaban atrapados.
Ya hace tiempo cuando su paciencia llegó a su límite y habían pasado meses del campamento Max sabía que tenía que salir de ahí, su familia ya debería estar preocupada pero no había ruta de escape.
La primera vez que lo intento, alertó a todos los campistas e incluso a las brujas, claramente todos entraron en pánico incluso Susie a quien consideraba la bruja más poderosa no sabia que hacer ella lanzo hechizos, objetos e incluso desastres naturales contra lo que parecía una pared invisible, lo peor pasaba después.
Cuando el día terminaba y las fuerzas de Susie estaban por el suelo y su rostro reflejaba la desesperación y el miedo, justo en esa noche cuando todos regresamos temerosos a nuestras cabañas el día siguiente nadie recordaba nada.
Para Max fue primero un destello, después una especie de deja vu y después de un año era una realidad constante, el era el único que podía recordar, ni Susie, ni Betsy, ni los campistas, ni siquiera los habitantes de Heardford parece que era una prisión sólo para el.
Con el tiempo se dio cuenta que cada final de verano este se repetía al primer día, ese donde solo vemos al ferry alejarse de la isla, esa donde los seres mágicos se presentan y Susie hace su misma tétrica presentación.
Pero cuál era la finalidad de todo esto y fue una pregunta constante para Max y con el tiempo dejó de preocuparse, al final parecía ser una aventura sin fin, ningún bucle se repite, en cada uno pasaban cosas diferentes, cada campista empezó a despertar sus rasgos mágicos y a usarlos con una facilidad que incluso para los yetis más experimentados les era casi imposible detectar a Lucy en su juego de escondidas o Alexa que cada vez se le veia mas grande y fuerte, Oliver fue un caso curioso parece como si a él no le importara y sdo paso con casi todos los campistas excepto Oscar
El mismo noto grandes cambios en él, no solo ya tenía alas, había desarrollado habilidades que solo había visto en una película o historia de fantasía y para él era algo asombroso.
Max se percató de algo y es que no solo era un vampiro más, era uno especial un vampiro que tenía habilidades aún mayores a sus propios maestros, mas fuerza, mas resistencia, lo tenía todo o eso creía.
Tal vez si se hacían más fuertes, tal vez si superan sus límites podrían salir de este lugar, fue una idea en concreto de Max.
Le daba un poco de desconcierto ser el único en saber la verdad y le aterraba.
Si no hubiera sido por la guía y paciencia de Betsy, la maestría de Susie y el acompañamiento minucioso de sus maestros vampiros él no habría llegado a ese nivel tan superior, aunque no solo fue cosa de ellos, no podía olvidar a uno de sus mayores pilares que era su mejor amigo Oscar, este estaba decepcionado de no tener una identidad mágica tan definida como la suya, se descubrió que era una especie de gusano resplandor pero nadie tenía idea de cómo ayudarlo a crecer como los demás campistas así que su ritmo fue casi nulo y solo se creía que él ayudaba a subir la moral era su magia animar a los demás y al menos para él fue una gran ayuda.
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— Hey Max está todo bien? te ves un poco distraído — Oscar señaló.
— ¿Qué? o si es solo que estoy un poco cansado he nadado durante horas — Max comento de manera presumida.
Una risita inocente se formó en el rostro de Oscar — Es por aquella chica del otro día verdad? —
— Hey me estas espiando de nuevo? — Max comentó burlonamente.
— Puede ser, yo solo quiero animar a mi mejor amigo — Oscar señaló — Veras que en cuanto le digas ella estara rendida ante tus palabras—
— ¿Tú crees? — Max mencionó.
— Ella esta con los demás tratando de calmar a Alexa — Oscar señaló — Es mejor darnos prisa —
Max sabia que hacer y tan ágil con sus movimiento desplegó sus alas alcanzando una velocidad que impresionará a la mayoría, en cuanto miró a Alexa y como tenía a los demás en aprietos este se dejó caer en picada aterrizando sobre Alexa tumbandola sobre el suelo, con su sola mirada y con algo de concentración Max hacía que sus palabras se volvieran su voluntad.
Todos los campistas quedaban asombrados como Max resolvía el problema pues una vez que usaba esta magia Alexa se levantaba de buen humor, toda animada y de alguna manera disculpándose por estar un poco de malas.
— ¡Eso estuvo increíble! — Oscar abrazo a su amigo — Ya viste, ella no a dejado de verte—
— Deja de voltear Oscar, eres demasiado obvio — Max le comentaba disimuladamente a Oscar.
— Tienes que ir — Oscar levantó el pulgar.
— Seguro que no se espantará — Max señaló.
— Tu confía — con esta última afirmación la moral de Max estaba por los aires.
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Dos días más tarde.
Max estaba en la playa recuperando el aliento.
— Max? pensé que no me volverías hablar — Oscar señaló — Por fin te veo solo y cuentame como te fue —
— No hablemos de ello quieres — Máx comentó con una cara un poco desconcertada.
— Vamos no pudo ser tan malo — Oscar mencionó tratando de animar a su amigo.
— Es malo Oscar y me lo confirmo mi maestro, un viejo vampiro — Max suspiro parece que puedo dominar a una persona con solo mi voz, es una especie de hipnosis avanzada, yo no quería eso —
— ¿No es un nuevo superpoder o algo así? — Oscar señaló.
— Oscar callate y lánzate al mar — Max comento sin ganas.
— Amm... haaa lo que tu — Oscar señalo con voz de robot — Amo, no quiero, me oxido!! —
Max solo se rió — Tal vez no funciona con tontos —
Sin querer de alguna manera Max recobro los ánimos.
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Retomando la pista
FanfictionNadie le creia, nadie confiaba en sus palabras ella tuvo que encontrar la forma de demostrar lo contario. Oscar desaparecio y Erizo esta decidida a encontrarlo o por lo menos saber que paso con el.