La luz era un poco fuerte y Jim apenas estaba abriendo los ojos apenas podía recuperarse mientras yacía bajo la sombra de un frondoso árbol.
— Que? donde — Esté miro confundido.
— Al fin despiertas — Un joven murciélago comentó aliviado — Un poco más y tendríamos que llamar a emergencias—
— Yo, ¿qué pasó? — Jim trató de ubicarse — Ya recuerdo, dime que no arruine el partido? —
— Solo aproveche para lanzar un par de canastas, pero creo que debemos dejar este encuentro para otro dia al menos más tarde — El chico le extendió la mano — Por cierto me llamo Max antes de que te desmayes de nuevo —
— Muy gracioso, pero si me llamo Jim — comentó arrogantemente mientras tomaba su mano para levantarse, aunque automáticamente un leve desequilibrio y una leve jaqueca le molesto — Auch creo que es mejor regresar a la posada—
— Nos acabamos de conocer y no dejaré que te vayas sin que el médico te revise — Max comentó mientras lanzaba la pelota logrando encestar una canasta de tres puntos.
— Y así esperabas que ganara — Jim comentó mientras seguía a su amigo a la pequeña clínica que estaba casi cruzando el parque.
Jim aún estaba aturdido y con una jaqueca por el golpe de calor.
Tal y como dijo el médico lo revisó y solo le dio una pastilla para la dolencia y un simple suero.
— Hey al menos no te pusieron algún suero o intravenosa, detesto las agujas — Max se quejo arrugando la cara — Y si ya te sientes mejor podemos dar el recorrido a la empresa como te prometi —
— No se supone que te tendría que ganar el partido de básquet? — Jim trato de recordar esa estúpida apuesta.
— Vamos solo estaba aburrido, además a la abuela le encantan las visitas — Max mencionó.
Ambos tomaron rumbo a las instalaciones del lugar pero en el camino Jim notó que empezaba hacerse tarde, cuando intento buscar su celular para ver la hora no lo encontraba, él no estaba tan seguro haberlo traído.
— Oye viste si deje mi celular en algún lado? — Jim miró confundido.
— tu teléfono? no yo preguntare a los chicos si lo vieron, tal vez lo dejaste caer, tu tranquilo son chicos honestos — Max señaló orgulloso.
— No puede ser Erizo me va a matar— Jim comento ahora con un un poco de panico — tengo muchas fotos de nuestro paseo —
— Ya te lo dije, los chicos lo encontrarán — Max mencionó relajado.
A los pocos minutos que llegaron a ese gran portón donde estaba esa enorme sede de paquetería, se abrió una de las puestas aledañas donde un sujeto algo pequeño los recibió.
— Eres pariente de Barb? — Jim mencionó curioso por su enorme parecido.
Este solo afirmo con un gesto y los guió a lo que sería el área de seguridad del lugar, lleno de pantallas que mostraban todas las instalaciones, donde estaban los trabajadores empaquetando y las grandes bandas que transportaban toda esa mercancía.
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Retomando la pista
FanfictionNadie le creia, nadie confiaba en sus palabras ella tuvo que encontrar la forma de demostrar lo contario. Oscar desaparecio y Erizo esta decidida a encontrarlo o por lo menos saber que paso con el.