capitulo quince.

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❦.

La Mendes abrió sus ojos, siendo cegada por la luz del día. De sus labios salió un pequeño quejido mientras levantaba un poco su rostro para ver el reloj de la pared.

9am

soltó un suspiro cuando sintiendo el brazo en su cintura, y una mano entrelazada con la suya. Miró aquello por unos segundos, las dos manos estaban heridas.

otro suspiro soltó, mientras lentamente
y sigilosamente se soltaba del agarré del rubio.

Lentamente se sentó en la orilla de la cama, ahora tenía la mano izquierda de él encima de su muslo.

ーQuedate...ーmurmuró JJ, la rubia lo miró con un semblante adormilada y noto como esté hacia el esfuerzo para abrir los ojos.

ーNo puedo. ーrespondió, imperceptible.

ーTienes lastimado el rostro...ーla miró unos segundos, analizando cada rastro, cada facción.ー  No me di cuenta.

ーEsta bien. ーle dijo, tratando de no alarmarlo.ー No duele, ya estoy acostumbrada al dolor

JJ apretó sus labios levemente, mientras las yemas de sus dedos delicadamente tocaban la piel del muslo de está. Aquellos dos ojos celestes no dejaban de mirarse, aunque se les notaba la cansades y el agobio.

ーMe mantuve conciente para escucharte.ーconfesó JJ tras unos segundos.

ー¿Qué?

ーMe negaba a dormirme, si eso significa no escucharte más.

Ella asintió levemente, sin saber que responder realmente.  Acto seguido, ella empezó a levantarse, el rubio puso una nueva de tristeza al ver aquello.

ーRecuperate, rubio. ーpidió, casi en una orden. ーTrata de no meterte  en problemas.

ーTú siempre vas a estar para salvarme. ーle defendió, ella soltó  un exhalo de diversión, junto a una pequeña sonrisa que hizo que el rubio también sonriera, sus ojos se iluminarán al verla.

La Mendes negó levemente con su cabeza, giró sobre sus talones y empezó a caminar hacía la puerta, para abrirla y salir de aquella habitación.

Tomó un bocado de aire, se sentía demasiado débil. Apenas recordaba cuando fue la última vez que comió. Además, sentía frío, era algo obvio que se estaba por enfermar por haber estado caminando por la lluvia como si nada.

Sus pies de movieron por el pasillo silencioso, solamente se escuchaban sus pisadas débiles.

Por un momento pensó como estaría físicamente, no se vió a un espejo desde hace un día. Sospechaba que seguramente tendría el cabello opaco, la piel pálida y sin color, seguramente algunas ojeras y ojos hundidos.

Sus pasos se detuvieron en seco cuando vió a Pope al frente, mirándola atentamente. Tras unos segundos de contacto visual, él empezó acercarse a ella.

—Kiara dijo que estabas aquí.—habló él, deteniéndose frente a ella.—¿Él está bien?

—Sin contar que le duele todo el cuerpo... Está bien.

Pope asintió levemente, ella notó la desconfianza en su mirada. Aunque en esos momentos, la Mendes no tenía ganas de discutir.

—Es realmente estúpido.—dijo pope, con un poco de diversión.—Terco.

—Él no me defendió.—informó, Pope entre abrió sus labios ante éso.— Si es que piensas que él está así por culpa, estás equivocado.

El moreno no respondió, no tuvo tiempo tampoco ya que ella al decir aquello, lo esquivó y empezó a volver a caminar.

𝐃𝐄𝐋𝐈𝐋𝐀𝐇 - outer banks²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora