𝐃𝐄𝐋𝐈𝐋𝐀𝐇 - outer banks²

EXTRA ' encontrarte en nunca jamás.

"encontrarte en nunca jamás".

(este extra no sigue con la historia.)

NARRA DELILAH.

Era un lugar extraño, nunca lo había visto. Había árboles, arbustos, flores, era como un bosque de fantasías que contaban en los cuentos.

Mire mi ropa, estaba vestida con un vestido blanco, un poco ancho tenía vuelo. En mis hombros caían las ondas de mi cabello. Mis pies estaban descalzos, agradecía aquello porque podía sentir el césped verde vivo entre mis dedos.

¿Estoy muerta?

Mire hacia arriba, pequeños rayos del sol cegaron un poco mi vista gracias a las armas de los árboles gigantes. Solte un suspiro cuando volví a mirar al frente, escuche eco ante éso. Estaba sola allí, se escuchaba algún que otro grillo cantar.

Empecé a caminar, observando el lugar y dándome cuenta que aquel lugar me causaba paz. Me sentía nostálgica. Veía a mariposas volar, y algún que otro pájaro.

Díos, no creo en ti, pero dime que no me morí.

Seguí caminando, sin rumbo. No sabía donde iba verdaderamente, pero seguía mi instinto. No entiendo donde estoy, pero tampoco quiero irme. Me siento libre donde estoy, completa.

Siento que allí no tengo preocupaciones, no tengo problemas. Me detuve por unos segundos cuando escuché una voz féminas cantar una canción. Mi respiración quedó estancada en mi al reconocer la canción

Al reconocer la voz.

Mi cuerpo fue por sí solo y empezó a correr. Corrí y corrí, siguiendo aquella voz y deseando que no desaparezca. Sentía mi corazón later con fuerza y rapidez. Estaba ansiosa.

Me detuve de nuevo, no sé cuento tiempo corrí, pero lo suficiente para tener la respiración pesada. Había "salido" de aquel bosque, y podía ver como había un lago pequeño, donde al final había una cascada. El cielo era tan celeste que parecía irreal, pero no estaba concentrado en ello en esos momentos, si no en la persona que estaba de rodillas frente al agua.

Ella seguía cantando, podía ver como su cabello negro, ondulado caía por su espalda, también tenía un vestido, pero era de mangas largas y una corona de flores.

Exhalo, sintiendo como mi interior tiembla y mis ganas de querer que se de la vuelta porque mi cuerpo no reaccionaba para verla, eran feroces.

Y como si me escuchara los pensamientos, ella dejó de cantar, se levantó del suelo y se dio la vuelta. Una sonrisa se le formó en el rostro, dejándo ver como sus ojos se achinaban.

—Hola, Delih.—habló Sidney, con ternura.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, lo sé. Mi cuerpo reaccionó finalmente y corrí hacía ella. No la deje ni reaccionar porque la había abrazado con fuerza. Mis brazos aprisionaron su cintura y mi mejilla se pego a su pecho.

Solte un sollozo cuando ella correspondió el abrazo, pero su barbilla a mi cabeza mientras acariciaba mi espalda con total tranquilidad.

—Estás muy grande...—murmura, podía sentir que tenía una sonrisa en el rostro.

Me separe un poco, sin dejar de abrazarla y pude encontrarme con sus ojos marrones llenos de felicidad y tranquilidad.

Ella estaba allí. Estaba sintiéndo aquella y sintiendo su calor. Estaba igual que la última vez que la vi, pero ahora, parecía más feliz, más serena.

Verla de nuevo inmovilizo todo mi sistema, tratando de asimilar lo que veia. Era irónico, porque la última vez que la vi era con una vibra humeda, oscura y pesada, y ahora era todo lo contrario.