capítulo diez.

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❦.

ADVERTENCIA; unión de cuerpo.

Los Pogues no podían dormir, habían llegado hace 2 horas a la casa y no había señales de dos rubios.

JJ no contestaba los mensajes, ni las llamadas. Afuera estaba lloviendo infernalmente, y ellos no aparecían.

Mientras que Sarah y Kiara seguían llamando a JJ, con la ilusión de que el contesté, John B y Pope tratando de rastrear su telefono, Cleo buscaba por las cámaras de las últimas horas.

Pero no había señales, haciendo que la preocupación aumente aún más.

— ¿Dónde carajos están...?— exclamó John B, preocupado y nervioso.

— Dios...— vaciló Sarah, su mano fue a su frente al intentar volver a llamar a JJ.

El estrés ya los estaba consumiendo, ya sentían la migraña llegando a sus cabezas, pero para su suerte se detuvo cuando escucharon la puerta principal siendo abierta.

Todos dejaron de hacer lo que estaba  haciendo para ir rápidamente hacia la entrada, encontrándose con dos rubios empapados. JJ tenía un moreton en la frente, y la Mendes en la ceja. Algo curioso era que los dos tenían un semblante divertido.

—¡¿Dónde carajos estaban?!— exclamó Kiara, acercándose a ellos para verificar que estén bien.

— Dando una vuelta en la moto.— sarcástico Marie.

— ¡¿Qué?— inquirió Sarah.

— Debemos tener cuidado.— habló JJ, rascando su cabeza. — Hay algunos que saben que ella está viva.

— ¡¿Y se puede saber por qué saben?!— preguntó Pope.

— ¡No lo sé!— respondió JJ, imitando el tono de voz de Pope. 

— Váyanse a bañarse ustedes dos. — ordenó John B, viendo atentamente a la Mendes. Todos fruncieron el ceño al esucharlo.— Ya me escucharon, mañana hablaremos de lo que sucedió. Ya es tarde, lo importante es que están vivos.

Los labios de JJ formaron una so risa victoriosa, miró lentamente a Pope y le sacó los dos dedos de corazón. El moreno iba a golpearlo, pero el rubio empezó a correr rápidamente hacia arriba.

— ¡Te cortaré el agua caliente!— amenazó Pope. Marie frunció levemente el ceño y empezó a ir por el mismo camino del rubio, ella en serio quería bañarse.

Claramente mientras subía las escaleras sentía las miradas en su espalda, pero no le importaba verdaderamente, se sentía muy cansada para ello.

— ¿Qué sucede?— inquirió Cleo, al ver que John B no podía quitar la vista de las escaleras.

— JJ está actuando como un niño...— respondió.— Y...— miró a sus amigos. — Sus ojos están un poco claros...

[...]

Algo que le pasaba frecuentemente ha JJ, hasta el punto de hacerse rutina, era no poder dormir. Todas las noches le costaba conseguir aquella comodidad en esa cama.

Él no se quejó, ya estaba acostumbrado, así que simplemente se levantó de aquella cama y empezó a caminar hacía la puerta para salir de esa habitación.

Ya estaba oscuro, la mayoría de esa casa se encontraban durmiendo mientras que JJ caminaba por los pasillos de arriba.

Él si soltó un bufido cuando empezó a bajar las escolares con algo de pereza, estaba cansado, y no podía dormir.

𝐃𝐄𝐋𝐈𝐋𝐀𝐇 - outer banks²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora