Capitulo 34. El final

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La historia fue un duro golpe para todos, algunos mostraban emoción, algo raro en ellos. Cristal quedó satisfecha, incluso hubo un momento en el que se olvidó su temor y realmente disfrutó la historia. La narración y voz de su hasta entonces jefa, la había cautivado. Nunca se le ocurrió disfrutar como espectáculo, siempre escuchaba con fines críticos pues era su trabajo.
La historia abrió la mente de todos los ahí reunidos y Sandra al finalizar, se ganaba los regocijos y aplausos de todos los demonios. Algo que sorprendería a cualquiera. No era solo sus historias, también su voz les había llegado como una luz en el camino. Estaban tan contentos de oírla. Una emoción que hacia mucho tiempof que no experimentaban. Se habían convertido en criaturas que solo llevaban rencor y maldad en su ser. Pero ahora, podían recuperar un poco de la luz que algún día llevaron en sus interiores.
Su alegría la demostraron desde un inicio cuando se quedaron presentes durante toda la narración, pero ahora lo demostraban con aplausos y eufóricos gritos que retumbaban en los oídos de los cercanos. Aunque las personas no sabían de dónde provenía o de qué se trataba, solo se pudieron contagiar de esa felicidad que inexplicablemente corría por el ambiente.
-Lo ves, les ha gustado.-Le indicaba al diablo muy satisfecha.-Pasada esta prueba quiero hacerte mi petición.
-Estoy fascinado por tu historia así que habla, ¿Qué quieres?-Le respondió con un tono confuso ya que estaba tan relajado que ni el lo quería aceptar así que se preocupaba por ocultarlo.
-Quiero seguir contando mis historias a ti y a los demás pero ya no quiero hacerlo por día de vida.-Caminó hacia él para darle certeza a sus palabras.-Deseo que me lleves a donde ustedes habitan y ahí hacerlo eternamente.
-¿Quieres renunciar a la vida para ir al infierno?-Habia un poco de burla en sus palabras.-Tú si que estás loca humana.
-Si es locura a la intención de ir con el mejor fan que he tenido para que mis historias suenen siempre y generen alegría en el mismo infierno, si estoy loca.-Se acercó ahora al portal de fuego para mirar a los demonios que seguían prestando atención.-¿A ustedes les gustaría que yo fuera ahí y les contara mis historias por siempre?
Los demonios gritaban aceptando su propuesta al mismo tiempo y varias veces. Se miraron entre ellos para ver cuántos compartían la misma idea y les pareció aún mejor cuando corroboraron que no había uno solo que se mostrara negativo ante aquello.
-Lo ves, ellos están de acuerdo.-Giró su cabeza para mirar al que más le importaba.
-Una humana queriendo vivir en el infierno, eso si es nuevo-dijo él con seriedad-en todos estos años conviviendo con humanos.-Frotó las manos.-Está bien, lo aceptaré pero no me hago responsable por tus traumas al estar ahí. Solo nos contarás historias, no más y espero nunca aburrirme.
-No lo harás.-Sandra corrió con Cristal para hablarle aún con la emoción en sus ojos.-Perdón por hacerte presenciar esto tan repentino y perdón por el mal trato durante el tiempo que trabajamos juntas. Desde hoy tú eres la dueña de mi empresa y de todo lo mío. En el escritorio encontrarás todos los papeles firmados y desde hoy eres la directora. Se que serás capaz de llevarla incluso mejor que yo.
-¿Pero qué dices?, ¡Estas loca!-Se preocupó por su jefa, aún sin asimilar del todo su petición.- ¿Cómo qué te irás al infierno?
-Hay personas que vivimos un infierno incluso estando aquí, con los vivos. Estoy segura que a donde voy podré sentirme mejor que el tiempo que viví aquí con tanto sufrimiento. Por favor no me cuestiones y disfruta de la empresa y sobre todo de la vida, tú que si tienes el por qué vivir.
Sandra la soltó de las manos para caminar a donde el diablo la esperaba justo para cruzar el portal.
Fue como una pasarela a la que lentamente se dirigía a un destino incierto pero que lo hacía con mucha ilusión.
Todos la esperaban con ansias mientras que varias preguntas cruzaban por sus mentes. Era algo extraño de presenciar incluso para ellos.
-Estoy lista, vámonos.-Dijo una vez que llegó al portal.
El diablo la sujetó de las manos y se elevaron un poco para pasar de la azotea del edificio al portal.
Una vez que lo cruzaron este se cerró y solo quedó a la vista de Cristal el cielo obscuro pero hermoso de la noche.
Se relajó un poco al ver que el peligro había pasado y en ese momento comenzó a asimilar de una mejor forma lo que pasaba. Ss sorprendió de afirmar que existía otra vida más allá de lo que conocía. Incluso muchas historias vinieron a su mente de las cuales hablaría para explicar todo eso. Una más para hablar de su mentora quien le había dejado todo. Una gran responsabilidad que deseaba cumplir sin problemas, era una promesa.
Se quedó mirando en la misma dirección por varios minutos más, no deseaba perder detalle por si algo más sucedía ahí.
Al final meditó sobre la verdadera felicidad y el como Sandra le había enseñado a obtenerla. Una lección más por la que comenzó una admiración más profunda. Ahora solo restaba tomar posesión de aquello por lo que luchó. Se escuchó un "Gracias" desde el fondo de su corazón. Se lo dedico a su jefa, la mujer que por buenas y malas cosas le había dejado aquellos aprendizajes. Cristal ahora tenía un legado que hacer sobresalir y tantas ganas de hacerlo que sin duda ella había sido la mejor opción para ocuparse de todo.
En su mente, el recuerdo de Sandra, la gran escritora y cuenta historias que siempre había admirado y que viviría por siempre en su recuerdo y su alma haciendo lo que más le gustaba... contar sus historias.

Fin

Agradecimientos especiales a los maestros

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Agradecimientos especiales a los maestros

Contando con el diablo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora