Capitulo 32

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El trabajo para Sandra estaba más ligero que antes. El libro de "Mi versión" había generado unas ventas altísimas, más que cualquier libro. Fue un éxito rotundo en su totalidad. Le ofrecían contratos para películas, series, documentales, todo tipo de producciones en las que actores muy famosos y de todas las nacionalidades querían interpretar al protagonista. Un éxito sin explotar completamente como la industria lo exigía. 

Pero a Sandra lo único que le preocupaba y a lo cual seguía mostrando empeño era seguir contando historias al diablo.

Una noche más había pasado y una persona probaba sus talentos como escritora. 

Cristal la asistente de Sandra deseaba empezar por su cuenta y lo había hecho a escondidas.

No abandonó del todo su proyecto. Había una voz en su interior que le pedía que lo hiciera. Por eso optó a realizarlo a escondidas, sin descuidar su trabajo.

Todos los días cuando salía del trabajo perfeccionaba esta disciplina siempre con la idea de superar a su jefa. Aunque tardó en darse cuenta que lo mejor que podía hacer era seguir su propio estilo y no imitar el de ella.

Práctico con múltiples historias y solo se las mostraba a personas que nada tuvieran que ver con lo laboral.

Después de varios intentos se quedó satisfecha con el resultado final. 

Ese día su humor era otro, la alegría por la escritura le provocó ese cambio y no tardaría en emprender en ese sendero. 

Cristal viajo a la ciudad de Tijuana en México. Ahí tenía unos conocidos de cuando ella había empezado en el camino de la publicación. Sus contactos sabían que ella odiaba su trabajo en la empresa actual de su tan odiada y rival Sandra. 

Sabían que deseaba independizarse y como buena competencia que eran querían saberlo todo para lograr superarla y quitarla de la lista de enemigos. 

Cristal llevaba una información muy valiosa para atacarla con la prensa. A cambio sería recibida como una escritora de élite para la empresa "Gestión" Y así comenzaría su gran sueño de ser la líder de su trabajo y una gran escritora. 

Desde ese día ella jugó una doble vida en la que por una parte seguía su sueño y en otra seguía siendo la asistente de Sandra.

Pasaron varios días con este proceso. Muchos en los que no sintió ningún remordimiento por venderla a su jefa con la prensa para ella ascender. Pero algunos otros, su mente se veía perturbada por dicha situación. Principalmente porque su jefa estaba cambiando notoriamente hacia ella. Ya no era aquella jefa odiosa, comenzaba incluso a ser agradable.

El tiempo pasó para Cristal. Se acercaba el día que la prensa haría sus movimientos contra Sandra con ayuda de su asistente, la cual tendría un gran ascenso. 

—Es todo por hoy.—Informaba Cristal a Sandra.—Me iré a descansar, nos vemos mañana jefa.

—Espera, no te vayas.—La detenía Sandra con una voz dulce.—Quédate conmigo un rato más. 

—No puedo, es muy tarde.—Respondía un poco desconcertada por la petición y por el tono de voz que usaba con ella.—Mañana será un día difícil y debo descansar.

—Efectivamente, como bien dices, mañana será un día muy pesado pero también grandioso para ti.—Le dió una sonrisa como si se tratara de una gran amiga.—Aún así te pido que te quedes conmigo un rato más.

Cristal seguía desconcertada, nunca habían tenido una conversación fuera de lo laboral, además que todo mundo sabía que se odiaban pero se necesitaban. Era como un amor apache.

Contando con el diablo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora