𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 31 ✧| 𝓢𝓮𝓷𝓭𝓮𝓻𝓸 𝓭𝓮 𝓹𝓮𝓼𝓪𝓭𝓲𝓵𝓵𝓪𝓼

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Deva Miller

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Un baldazo de agua fría rompió el velo de mi inconsciencia. Mis ojos se abrieron de par en par, y la habitación oscura fue sustituida por la presencia de sujetos encapuchados, solo sus ojos rojos visibles bajo las sombras. El pánico se apodera de mí cuando siento que me arrastran hacia el pasillo

—¿Dónde me están llevando?— el silencio intimidante de sus miradas me hace callar instantáneamente

El frío se apodera de mi cuerpo cuando me llevan a algún lugar desconocido. La venda que me colocan cubren mis ojos castaños, el silencio, momentáneo reina pero al instante es roto por voces y risas sádicas de varios demonios, entre ellos puedo diferenciar la voz de Aixa. La incerteza que emana en el aire se mezcla con el miedo mientras me quitan las vendas y, al ser empujada, caigo en un suelo de metal fundido que abrasa mi piel de una manera atroz. Mis lamentos al sentir como mi piel arde es insoportable, aprieto mis manos en puños ante el dolor que es imposible de aguantar

Analizo todo a mi alrededor descubriendo el gran bosque lleno de árboles altísimos, así como el laberinto de metal en el que estoy arrodillada

Asmodeo, el mismo demonio que alguna vez me protegió, estaba presente. Su voz sonaba amenazante mientras anunciaba un juego mortal, el cual me hace pasar saliva

—Sean bienvenidos a nuestro anhelado sendero de pesadillas—todos los seres sobrenaturales comienzan a abuchear y alzar las manos llenas de satisfacción. Entre abro mis labios al percibir un destello en sus ojos, el mismo Asmodeo que conocí antes de este tormento.

Mis pensamientos se mezclan entre la confusión y la certeza de que debía descubrir la razón detrás de su traición.

—Nuestra presa se enfrentará a las pruebas impuestas por los presentes—habla en voz alta, refiriéndose a mí, mientras los demonios abuchean sonrientes

—Todos conocen las reglas pero nuestra víctima no, por ende atenta a lo que diré, porque no se repetirá—veo de reojo a todas las criaturas que me miran con ganas de devorarme—Cruzaras todo el camino de metal fundido hasta llegar al final de bosque donde tendrás tu prueba final

«Bien, suena algo que puedo hacer»

Doy media vuelta para comenzar a caminar tragándome el dolor en mis pies al sentir como la piel me quema

—Alto, chica lista—uno de los sujetos me sostiene impidiéndome dar otro paso

—En todo momento tendrás que permanecer de pie, incluso si el dolor es más grande que tu valentía. A medida que avances habrán obstáculos satánicos que deberás superar intentando permanecer con vida hasta la meta final—termina de informar sobre el desafío infernal que enfrentaré.

Caminar por todo el bosque sin morirme del dolor del material fundido, enfrentar obstáculos satánicos de todas las criaturas presentes, y mi vida dependerá de mi voluntad. La cuenta regresiva comienza, y mi corazón late con fuerza al ver los números retroceder frente a mí. "Diez, nueve, ocho..." La tensión en el aire es palpable, y mientras avanzo, la realidad del juego mortal se apodera de mi ser. Mis pies se mueven con determinación a pesar de los quemados que se encuentran, pero el temor de lo desconocido me envuelve como una sombra que se avecina.

A medida que los números descienden, la oscuridad del bosque se vuelve más impenetrable. Los ojos de los demonios brillan en la penumbra, observándome con malicia. La oscuridad del bosque se convierte en un laberinto infernal, y yo soy la protagonista de un juego macabro. El juego había comenzado, y con cada paso, trato de mantenerme firme

Amores Demoniacos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora