Deva Miller
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Hoy es el día. Una semana completa de cautiverio, una semana entera de terror y angustia. Ahora, mientras sigo la cama, observando a Mia dormir a mi lado, se que este es mi último día. Recuerdo las últimas palabras de Mia antes de sumirse en un sueño, palabras que no han parado de sonar en mi mente como un eco melancólico. Es mi cumpleaños número dieciocho
La tristeza me embarga al saber que le están arrebatando la libertad a Mia, al igual que una vez me la arrebataron a mí. Pero ahora, es mi turno de enfrentar el destino impuesto por los seres demoníacos que buscan venganza por los actos de Lucifer. El demonio pelirrojo había informado que hoy realizarían el ritual de la perdición, un acto siniestro que implicaba el sacrificio de mi cuerpo y alma para satisfacer al rey del inframundo y obtener una paz diabólica que él ansiaba.
Mis pensamientos son interrumpidos por la entrada de varios demonios, incluido el pelirrojo, que nos obligan a salir de la habitación. Con las cadenas de metal en mano, nos someten a una tortuosa sujeción, sus risas siniestras explotan mientras estas queman mi piel, un recordatorio constante de mi naturaleza de cambion
—¡Paren! ¡Están lastimándola! —grita Mia, desesperada, pero sus súplicas caen en oídos sordos, provocando solo más risas macabras
—Estoy bien—susurro a su lado antes de salir al pasillo donde varios demonios están inmóviles como estatuas, dejando un camino libre
Me empujan hacia adelante junto a Mia, mi cuerpo cubierto apenas por una tela blanca, sintiéndome expuesta y vulnerable
El miedo se apodera de mí al sentir el ligero hinchazón en mi abdomen, recordándome el destino que me aguarda. A pesar de que mi poder había regenerado el tejido la última vez, cuando Aixa me apuñalo, sabía que esta vez podría no ser suficiente. Desde que incendié la mano del pelirrojo, me había prohibido el uso de mis poderes, ya que me debilitaban física y mentalmente. Cada vez que los invocaba, sentía cómo mi cuerpo se desgastaba, mi mente se nublaba y mi fuerza menguaba
Camino con paso vacilante, luchando contra la debilidad que amenaza con consumirme. A mi lado, Mia me mira con angustia, su rostro reflejando el pánico que ambas compartimos en este momento sombrío. Se que el tiempo se esta agotando, pero aún mantengo una chispa de expectativa, una chispa que se niega a extinguirse hasta mi último aliento.
—Tu sufrimiento será el triple por llevar a Aixa a la muerte—espeta uno de ellos jalándome con fuerza provocando que caiga sobre el suelo. Cierro los ojos conteniendo el dolor que invade cada parte de mi ser.
—No es posible—comenta uno de ellos con los ojos fijos en mi
—Nadie puede extinguir nuestra raza. A excepción de Lucifer y las criaturas con poderes de Cambión
Todos retroceden soltándome las cadenas al instante. La sorpresa en sus ojos rojizos es evidente por lo que aprovecho la situación para levantarme con la ayuda de Mia a mi lado
—¿Si eso es verdad porque siguen teniéndola en un sitio como este?
—¡Nos asesinara a todos!—grita un ente de piel blancuzca escondiéndose detrás de los demás
—Aguarden la calma—dice el pelirrojo con una sonrisa, suscitando a Mia agarrarme con fuerza el vestido—No es capaz de controlar del todo sus habilidades, por lo que su agotamiento avanza más rápido que sus poderes
Odio que tenga razón. Odio este sitio y todos los seres que se encuentran en este sitio. No me importaría ni en lo mas mínimo sacrificarme con tal de que Mia pueda lograr escaparse de este horripilante lugar
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Amores Demoniacos ©
RomanceTras la sombra del abandono, entre silencios rotos. Deva enfrenta las secuelas emocionales de ser abandonada por su madre y el tormento de ser maltratada por su propio padre. Busca sanar las heridas del pasado y encontrar su propio camino hacia la f...