Deva Miller
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Parpadee lentamente mientras mis ojos se abrían poco a poco, todo se encontraba muy ordenado. Demasiados libros organizados de una manera peculiar, ropa doblada, zapatos perfectamente acomodados y el magnifico abdomen de Samael..
Espera ¿Que?
Rápidamente cubrí mis ojos con la palma de mi mano, fue un gesto involuntario. No pude evitar no mirar un poco, su cabello estaba húmedo, pequeñas gotas de agua aun caían sobre él, cargaba una toalla de color blanco al rededor de su cintura, note que frunció el ceño.
—¿Que?—pregunta mientras se pasa sus grandes manos por el pelo, dejándolo aun mas desordenado. Como no vio seña de respuesta alguna, añadió:—¿Acaso no has visto un abdomen así de sexy?
—¿Que? No, no es eso. Y claro que si he visto—gire los ojos y deje pasar un largo suspiro.
—¿Entonces que?
—¿Qué de que?—Dije
—¿Qué de que, que?—Su comisura izquierda se alzo rápidamente, formando una sonrisa sexy.
Volví a suspirar y pase mi mano con brusquedad por mi rostro.
—Parece un trabalenguas.—Dije mientras acomode los pies en el suelo para ir por algo de comer.
—No te levantes, aún necesitas descansar de esas heridas.—Señalo con su dedo los golpes que me habían dado.
—Iré por algo de comer.
—Yo te lo traigo, cualquier cosa que quieras o necesites dímelo—avanzo hasta el gran armario que se encontraba cerca de el, saco una camisa color Vinotinto y un vaquero de color negro. Empezó a quitarse la toalla que cargaba en su cintura, antes de que pudiera quitársela por completo, me levante de golpe.
—¿Qué es lo que haces?—dije frunciendo el ceño
—¿Qué hago de que? Me voy a vestir para ir por tu comida.—alzo los hombros en un gesto de desinterés.
—Estoy aquí.
—Si, ¿Y?
—No quiero verte desnudo—cruce ambos brazos y arquee una ceja.
Giro para verme, movía su cabeza para lado y lado con una pequeña sonrisa en su rostro. Salió un suspiro de sus labios, tomo la ropa y se dirigió a la puerta. Antes de que saliera hable:
—Espera
—Ahora ¿Que?
—¿Por qué eres te comportas así? A veces eres todo un caballero y otros días un completo idiota.—resople.
Silencio..
No hubo respuesta, se quedo en silencio mirándome de pies a cabeza, serio, inexpresivo.
—Además ¿Qué fue eso que dijiste en Alemán?—volví a resoplar— ¿Me consideras tuya?
Pareció a verlo recordado y sus labios se entreabrieron.
—Solo, no lo se.—dice mientras se acerca a mi—No se que es esto.
—¿Qué es que?
—Esto, todo esto. Tú.— quedo frente a mi, parecía confundido.—Cuando estoy cerca de ti mi corazón late desesperadamente, como si quisiera salir, no puedo controlarlo.
Mis ojos se abrieron de par en par, sentí mis mejillas arder y mi corazón empezó a latir cada vez más fuerte.
—No se porque te salve, no se porque siento la necesidad de protegerte y no dejar que nadie te toque. No se porque me haces sentir así, nunca tuve este sentimiento.—Cada vez estábamos más cerca, podía sentir su cálido aliento golpearme el rostro.
—Amor..
—¿Que?
—¿Sientes amor por mi, Samael?—indague su rostro en busca de alguna respuesta pero frunció el ceño.
—No—responde amargamente.—Los demonios no podemos sentir eso, es una estupidez el amor entre humanos, esto es diferente, pero amor no es .No sentiría algo por alguien como tú.
Auch
—Comprendo.—me levante y le pase por un lado, me dirigí a la puerta, necesitaba tomar aire. No se porque me sentía así, ¿Acaso quería que el sintiera cosas por mi? ¿Por qué me siento triste?
Mis pensamientos se detuvieron cuando sentí la mano de Samael en mi brazo.
—¿A donde vas a esta hora?—pregunta
—Saldré a dar alguna vuelta—tome su mano y la aleje de mi brazo, baje las escaleras con mucha precaución, cada vez que hacia una fuerza de más, el dolor de mis heridas aumentaban considerablemente.
La noche estaba hermosa, la luna grande y brillante, las estrellas que la acompañaban y la hacían resaltar más. La brisa golpeaba mi rostro con brusquedad.
Me hubiese puesto un abrigo
Pensé
Avance hasta llegar a un pequeño parque, se encontraba solitario, justo como quería. Necesitaba pensar en todo lo que esta pasando, sobre todo con el tema de Samael. ¿Por qué me dolió lo que dijo?¿Porque me sorprende que haya dicho eso?
¿Acaso siento cosas por el? Rápidamente sacudí mi cabeza, como si así se fueran los pensamientos absurdos que pasaban por mi mente en ese instante. Llegue a una pequeña banca de color blanco, con sumo cuidado me acomode en el asiento. Mi mirada paso a la luz de la luna, vaya que si era linda. Su luz daba tranquilidad y paz.
"Quizá la magia no esta en la luna, si no en quien piensas mientras la ves brillar"
Freddy Jiménez
Recordé aquella frase mientras miraba la gran luna, mi corazón empezó a latir con desespero, sentí mis mejillas arder de tan solo pensarlo. Ya no estaba observando ni admirando la luna. Lo estaba admirando a el, la luna desapareció por completo y quedo en ella el rostro de Samael, y ahí en medio de la noche cálida, me percate de lo que sentía por aquel ser..
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Hola a todos, espero les haya gustado el capitulo.
Los capítulos son cortos pero va a tener artos.
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Besosss <3
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Amores Demoniacos ©
RomansaTras la sombra del abandono, entre silencios rotos. Deva enfrenta las secuelas emocionales de ser abandonada por su madre y el tormento de ser maltratada por su propio padre. Busca sanar las heridas del pasado y encontrar su propio camino hacia la f...