Subió a aquel tren mirando hacia atrás, la neblina poco a poco hizo desaparecer a Albus Dumbledore. Dio un paso dentro del vagón, camino por el pasillo, como si buscara un lugar, dispuesto a sentarse y permitirse avanzar.
Entro a un compartimiento, un lugar seguro, por un extraño momento lo sintió familiar, como aquel lugar donde se sentó la primera vez que subió al tren mucho tiempo atrás. Entro y se sentó, en el largo asiento y miro al frente, como aquella primera vez que se sentó en el tren camino a Hogwarts en aquel, ya lejano primero de septiembre de hace siete años.
Al levantar la mirada vio una imagen espectral, no tenía una forma específica, juraría que era el, completamente iluminado, aunque podía divisar una silueta, no parecía tener facciones algunas, ropa o cabello, o algo que lo identificara, más allá de una boca, con la que parecía se comunicaría. La imagen no le causaba temor, más bien era de donde aquella sensación de paz iniciaba, al mismo tiempo que llenaba todo el compartimiento.
— ¿Quién eres? — pregunto mirando sorprendido.
— Es una buena pregunta...Soy la Magia misma en su existencia, algunos me llaman el mundo, otros me llaman todo, algunos me dicen Madre Magia y hay quienes solo me llaman Dios, unos me dicen uno — dijo mirándolo con una sonrisa socarrona —. No obstante, tras muchos nombres, nunca se ponen de acuerdo.
— ¿Por qué has tomado esa forma?
— Para poder comunicarme contigo, claro está — señalo —. Harry Potter.
— ¿Conmigo? — se señaló.
— Veo duda en tu mirada, un pensamiento incierto sobre lo que te depara — dijo encogiéndose de hombros —. Aquí estas tranquilo, ¿No es así? Aquí no hay penas, guerras, no hay intentos de asesinarte, no hay dolor, no hay sufrimiento, podrías estar aquí eternamente, y no buscarías nada, estas en paz...no hay un niño huérfano que llora clamando por sus padres, que no regresaran.
— ¡Teddy! — dijo pensativo.
— No hay familias llorando por la falta de uno de sus integrantes— su sonrisa socarrona cambio, ahora parecía más cálida —. Aquí no está la familia que clama por el nombre de su hijo, sin saber si está vivo o muerto.
— Los Malfoy.
— No tienes que preocuparte por las víctimas inocentes de aquel conflicto, que tu no iniciaste, pero que en el que estas implicado, nadie pidió que te sacrificaras por tantos, y tantos dieron por hecho que lo harías, tu no le pediste a aquellos que te amaban se sacrificaran por ti, al mismo tiempo muchos, incluso a quienes ignorabas, estaban dispuestos a hacerlo, porque era lo correcto.
Imágenes de los fallecidos en el conflicto pasaron, y de muchos otros, Sirius, Dumbledore, Snape, Tonks, Lupin, Fred. Luego vio las imágenes de Luna, Ginny y Neville, dispuestos a defender el castillo. La imagen del cuerpo sin vida de Colín, quien no debía estar ahí, pero aun así quiso estarlo.
— El don de la palabra es un don tan poderoso, que muchos no llegamos a comprenderlo en realidad...capaz de ocasionar sufrimiento como gran felicidad — le interrumpió con calma.
— ¿Qué es lo que debo hacer? — pregunto observando como aquella imagen luminosa se levantó.
— Bueno, no es lo que debes hacer, tu eres quien decides donde va el tren— respondió abriendo la puerta del compartimiento —. Solo recuerda, cada acción tiene una reacción, buena o mala, siempre habrá una consecuencia.
Harry observo como la mujer por un instante antes que una neblina blanca lo envolviera completamente. Cerro los ojos, dejándose de llevar por la paz y solo pudo pensar en aquellas palabras que le dedico, él era quien decidía a donde iría el tren.
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The Journey of Opportunity
FanfictionHarry sube al tren blanco, dispuesto a volver a enfrentar su destino, y terminar la guerra, entonces MADRE MAGIA, se aparece, ella le dice que ha sufrido mucho, lo ha visto, le le da la oportunidad de elegir hacia dónde va el tren, pero debe tener e...