The Journey of Opportunity

Entrevistas

— Ya has llegado, Harry — dijo Albus Dumbledore con voz amable.

— Hola...— saludo un tanto cohibido, no esperaba aquello.

— ¿Pudiste comprar todo tu material escolar, Harry? — pregunto amablemente.

— Si — respondió buscando que no lo mirara fijamente, era de conocimiento público que Albus Dumbledore era un legeremante muy hábil, capaz de usar la habilidad con tan solo tener contacto ocular.

— Oh, no nos hemos presentado — dijo sonriendo —. Soy Albus Dumbledore, director de Hogwarts, y me acompaña la subdirectora y profesora Madame Minerva McGonagall.

— Un gusto, joven Potter, ha sido toda una odisea poder contactarnos contigo, casi no podíamos conseguir más lechuzas — dijo la profesora McGonagall —. También soy la profesora de Transformaciones, y jefa de la casa de Gryffindor, ¿Hagrid te ha explicado todo?

— Si — asintió mirando a la profesora —. Bueno, no todo.

— Seguro aun debes tener muchas preguntas ¿No es así, Harry?

— Bueno...algunas.

— ¿Puedes explicarnos cómo fue que te abandonaron tus tíos? — pregunto la profesora McGonagall que se veía impaciente —. El profesor Snape nos ha contado lo que le has dicho, pero me gustaría tener tu versión.

Harry aspiro profundo, no es que le gustaba relatar lo que paso, otra vez, más aún no quería cometer el error de comentar lo que paso en su anterior vida, pero ciertamente tenía que contarles, ya que claramente para ello estaban ahí. Conto con lujo de detalles lo que fue la llegada de la primera carta y las cartas que siguieron, como los Dursley la interceptaban, que tía Petunia muy indignada le recriminaba acerca de quién era tan molesto para querer ponerse en contacto con él, y tío Vernon cada vez que podía quemaba las cartas. Finalmente, conto su ultimo arrebato, su huida robando la carta de las manos de dueña del hotel, pese a que tío Vernon intento evitar que la tomara golpeándole en la mano, y que salió corriendo a toda prisa, en un momento tío Vernon lo perseguía, y al siguiente ya no, pensó que fue por el auto, y tan pronto pudo se ocultó en el primer lugar delante de él, las ruinas de una fábrica, para poder leer, pero se quedó dormido, donde luego el profesor Snape lo encontró.

— Indudablemente, y creo que se han de dar cuenta — intervino el profesor Snape con severidad —. No lo buscaron.

— ciertamente es una situación muy atípica — dijo el director manteniendo la calma —. Severus.

— ¿Insinúas en que si lo buscaron?

— Oh, no, en absoluto.

Entonces, detrás de él la puerta de la casa se abrió, Harry se giró solo para ver a un par de nuevos visitantes, una mujer regordeta con lo que parecía un overol de trabajo y guantes gruesos, parecía venir quitándose la tierra de las manos y un hombre de estatura pequeña, vestido con un traje. Harry se sorprendió de ver a la profesora Sprout y al profesor Flitwick llegando.

— Harry, ellos son dos profesores de Hogwarts, la profesora Pomona Sprout, profesora de Herbologia y jefa de la casa de Hufflepuff, y el profesor Filius Flitwick, profesor de encantamientos y jefe de la casa de Ravenclaw — dijo el director esbozando una gran sonrisa —. Los podrás ver a todos en Hogwarts, sus asignaturas son troncales, como lo son Pociones y Transformaciones.

— Oh — dijo intento parecer sorprendido.

— ¿Y están aquí? ¿Porque? — pregunto Snape cruzándose de brazos.

— Hablar de esta situación tan extraña...Harry ¿Por qué no llevas tu material escolar a la habitación y ordenas todo?

— Hoppy, ayúdalo con eso — ordeno Snape a la elfina, la cual dio un enorme salto y tras un chasquido hizo levitar el baúl de Harry.