Llegando al invierno

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Con el inicio del mes de noviembre así también lo hizo el clima frio y al mismo tiempo la temporada de Quidditch, los entrenamientos con Terrence se volvieron un poco más drásticos, en palabras de él, ya que en sus palabras" Un buscador debe buscar la Snich sin importar el clima" por lo que volar alrededor de tiempo ventoso, el frio que estaba lentamente anunciando que se acercaba el invierno.

Harry, por supuesto, entrenaba no porque quisiera, aunque amaba volar y el Quiddich, pero tenía muchas otras cosas importantes en mente, primero y principal bajar a la cámara de los secretos para poder hablar con el basilisco, segundo convertirse en el amo del basilisco (ya que había llegado a la conclusión de que era la única manera de este le obedeciera y lo escuchara), y destruir los Horrocrux que tenía en su poder, (o al menos sabía dónde encontrarlos )el guardapelo de Salazar Slytherin que estaba en El Numero 12 de Grimmauld Place, y la Diadema de Rowena Ravenclaw que se encontraba en la sala de objetos ocultos.

Sobre los otros Horrocrux sabía dónde estaban, por el momento, pero no tenía idea de cómo conseguirlos aún. Sabía que el anillo de la familia Gaunt se encontró en Little Hanglenton, rodeado de maldiciones y hechizos que impedirían que el pudiera acercarse, solo alguien con la habilidad de Dumbledore podría llegar a él sin salir mal herido, y hasta Dumbledore termino con una maldición en su mano que lo estaba matando lentamente, aunque la razón de ello fue que se vio cegado por el poder de la piedra de la resurrección. Sabía que la copa de Helga Hufflepuff se encontraba en la bóveda de los Lestrange, bóveda a la que solo los Lestrange tenían acceso, y ellos estaban vivos, en Azkaban. Sabía que Nagini no era un Horrocrux todavía y se encontraba en Albania, quizás podría hablar con ella en Pársel, convencerla antes de que se convirtiera en la fiel mascota de Voldemort, no obstante, no tenía forma de llegar hasta Albania, mucho menos como buscarla.

Y era consiente que había un Horrocrux el cual obtendría sin siquiera quererlo, solo debía dejar que todo pasara como debería pasar, sin interferir, uno de los que era más accesibles, el diario de Tom Ryddle. Diario que en ese preciso momento se encontraba en la mansión Malfoy aguardando para cumplir la misión encomendada, eventualmente, y si las cosas transcurrían de la misma manera que la primera vez llegaría a manos de Ginny Weasley y luego a él, por lo que cuando lo obtuviera en sus manos, era cuestión de tiempo de que lo destruyera, sin dejar tiempo a que Tom lastimara a alguien, y ayudando a Ginny a recuperarse de tan terrible posesión.

Una de las más grandes diatribas en su mente había sido hablar con Bartemius Crouch, había sido una vaga idea que surco su mente, encontrarlo alguna vez y decirle no solo que sabía de su hijo, sino pedirle, y si era necesario suplicarle que volviera a tener en su departamento a Bertha Jorkins y advertirle de lo peligroso que sería dejar a Bertha con el idiota de Ludo Bagman, porque claramente Bertha estaba mejor trabajando con un jefe como Crouch que con jefe como Ludo.

Le causa nauseas recordar que Bertha Jorkins, una mujer inocente había sido una de las bases para el regreso de Lord Voldemort, aunque el principal culpable era Peter Pettigrew.

Siendo más metódico en el caso había planes que todavía no había ideado, pero tenía por seguro que debía tenerlo, atrapar a Pettegrew antes de que saliera en El Profeta era una prioridad, u ocasionaría que Sirius escapara, aunque atraparlo antes de tiempo solo haría que Sirius siguiera en Azkaban cumpliendo una condena de un hecho que jamás cometió.

Y pensar en Sirius solo lo acongojaba, el, como ningún otro, odiaba a la casa de Slytherin, y lo que representaba, tenía sus razones, estaban relacionadas con que en la casa de Slytherin era el lugar donde toda la familia que el odiaba se encontraba, y ahora que él había sido escogido en Slytherin solo le hacía preguntarse ¿Sirius le odiaría? Era verdad que con el tiempo había comprendido que su padrino no era alguien totalmente blanco, que, si bien había escogido ser parte de la orden del fénix desde muy joven, era idealista, un tanto cabezota, pero dispuesto a dar su vida por él, su trato con Kreacher no era el correcto y odiaba a su hermano, no obstante, él no sabía nada de lo que le paso, no sabía lo valiente que había sido Regulus Black, y Kreacher.

The Journey of OpportunityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora