El Secreto de Scabbers

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Snape siguió dando vueltas por el salón, y aquello le dio tiempo a Hermione se acercarse a Ron para ayudarlo a corregir su poción. Harry siguió con la tarea de ayudar a Malfoy, entonces Seamus Finnigan se acercó a pedirle prestara su balanza de bronce —. He ¿Han escuchado? — dijo con cierto tono de incredulidad —. El Profeta asegura que han visto a Sirius Black.

Harry desvió la mirada, literalmente, era imposible que lo vieran, por lo que era un falso avistamiento.

— Lo han visto unos Muggles, no muy lejos.

En eso tenía que darle la razón a Seamus, porque Sirius no estaba muy lejos, estaba específicamente, durmiendo en la cama de la habitación de tercer año de Slytherin.

— ¿Pensando en atrapar a Black? — pregunto Malfoy con altivez.

— ¿Por qué querrías atraparlo? — pregunto Harry.

Malfoy sonrió con una sonrisa mezquina —. Desde luego, yo ya habría hecho algo, no estaría aquí, perdiendo el tiempo.

— Tu familia no cree que el hiciera lo que dicen que hizo, porque él era ¿Cómo lo llamaron? Él estaba del lado del director Dumbledore, era Pro-muggle, y todo eso...y si vas a decir que tu familia lo defendería porque, bueno, era su sobrino y nieto, ya me dijeron que lo repudiaron, como repudiaron a la hermana de tu madre — dijo con altivez —. No están a favor de él, pero sí que se esclarezca que paso.

— ¿Acaso hizo algo más que...eso que hizo? — pregunto Ron acercándose.

Entonces escucharon los pasos de Snape, quien se acercó con desdén

— Deberían haber terminado de añadir los ingredientes ahora, esta poción debe cocerse antes de ser ingerida. No se acercan mientras este hirviendo...Weasley tu poción debe estar lista para que...la probemos — dijo finalmente, antes de sonreír de manera cuasi siniestra.

Todos se alejaron de sus calderos en aquel momento.

— ¿Qué quieres decir Harry con...? — pregunto Ron.

— ¿Sobre el repudio? — dijo rápidamente —. No me explicaron mucho los Black, pero se supone, una vez que te repudian te desconocen como familia, o algo así, al parecer Sirius Black era como la hermana de la madre de Malfoy.

Esperaron unos minutos, que se hicieron eternos, a poco de terminar la clase Snape se dirigió a paso firme al lugar de Ron, con un caso y saco una buena cantidad de poción.

— Vengan todos, y presten atención — dijo Snape, Harry juro que veía sus ojos brillar con entusiasmo —. Y vean lo que sucede con la rata de Weasley. Si ha conseguido hacer una buena solución para encoger, la rata retrocederá en edad hasta hacerse tan pequeña como una rata recién nacida, en cambio, si lo ha hecho mal (de lo que no tengo duda) morirá envenenada.

Todos se acercaron, los Gryffindor observaron con temor, los Slytherin con entusiasmo, Ron, sin más remedio saco a Scabbers de su bolsillo y se lo dio a Snape, quien hábilmente la tomo con la mano sujetándola con firmeza para que no escapara y le abrió la boca. Con la otra mano le dio un poco de la poción, que ahora tenía un color verde.

No esperaba lo que paso, curiosamente.

Todo se silenció, se vio como Scabbers se retorcía para evitar beber la poción hasta que fue inevitable y se la trago, y se escuchó un plop. Snape abrió su mano, y dejo ver como la pequeña rata ahora era más pequeña, que apenas cabía en la palma de su mano. Snape, por lo contrario, muy diferente a lo que hizo con Trevor en su vida pasada, rápidamente coloco a la rata en un frasco vacío de ingredientes.

— Primero, cinco puntos menos Granger, te dije que no ayudaras a Weasley a corregir sus equivocaciones. Ahora, Weasley, ve al aula de Transformaciones, dile a la profesora McGonagall que baje, y si encuentras a tu hermano, Percy, dile que también lo quiero aquí — dijo con severidad —. El resto, pueden retirarse.

The Journey of OpportunityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora