Ruggero.
—Quiero que la liberes ahora.
—No entiendo, fue tu orden tenerla bajo custodia. Ahora solo te presentas aquí
—Te di una orden clara —mascullo—. No te dije que te atrevieras a encerrarla en una maldita celda. Libérala ahora mismo, el dinero ya está en tu cuenta.
—Como ordene señor.
El oficial se pone de pie apenas como puede y va directo a los separos; uno de ellos debe ser el que tenga a mi novia prisionera. No tarda mucho hasta que la veo salir con el oficial detrás de ella. En cuanto me ve corre a abrazarme con fuerza, y me molesta que esto haya tenido que pasar.
—¿Estás bien? —le pregunto tomándola del rostro—. ¿Te han hecho algo?
—No... no ha pasado nada. Solo... quiero irme de aquí, no soporto estos lugares.
—No te preocupes. Nuestra familia espera en casa.
*****
—¿Y ya se puede saber qué es?
Cuando las cosas mejoran después del momento de encarcelamiento de Karol me atrevo a acompañarla a unos de sus controles. Tengo ansias por saber como es que ha evolucionado todo con nuestro hijo, y que mejor manera que estando presente en todo.
La doctora me mira divertida después de la pregunta que le hago, por encima de su montón de papeles que se encarga de ir llenando conforme la información del control de Karol.
—Es muy pequeño aun —responde—, más o menos en el tercer o cuarto mes, si es que el bebé nos lo permite, sabremos de qué sexos estamos hablando.
—¿Si lo permite? —pregunta confundido.
—Hay ocasiones en la que el feto no permite la visión clara de su sexo. Pueden ser por la posición, la cantidad de líquido amniótico en la placenta o cualquier otro factor. Pero eso no representa un gran problema mientras deje ver que su estado de salud es correcto.
Asiento.
Se oye complicado.
—¿Y estoy bien?
Karol, con el abdomen descubierto y con el líquido extraño sobre el mismo hace la pregunta. Parece muy tímida cuando la hace.
—Es lo que vamos a ver justo ahora.
La doctora se acerca, con cuidado y mucha cautela hace su revisión. Se ven los años de experiencia por la forma en la que se desenvuelve a nuestro alrededor, y eso me hace sentir muy inútil a su lado.
La imagen es algo borrosa y confusa, de hecho, yo no distingo a ningún bebe en esa pantalla. Pero la doctora se mantiene atenta a lo que sea que ve.
—Tu historial clínico dice que ya vas a entrar en el segundo mes de embarazo, así que por lo que veo aquí todo va bien por ahora. El tamaño del feto de acuerdo a su edad es correcto y tu peso también va bien. Solo voy a recetar algunas vitaminas y cuidados especiales, porque tu historia habla de posibles riesgos, ¿es cierto?
Ella baja de la camilla, limpiando su abdomen.
—Fue lo que dijeron hace años. Mis casi posibles embarazos eran riesgosos.
—De acuerdo —la doctora asiente, cautelosa—. Vas a evitar las emociones fuertes, ¿bien? Nada de alimentos que hagan daño, café, productos procesados o cosas demasiado picantes. También vas a evitar hacer fuerza en exceso y vas procurar tus horas de sueño. El ejercicio va de la mano con la alimentación, pero yo voy a darte el contacto de una maestra en yoga para embarazadas que estoy segura van a servir, ah, y también tienes estrictamente prohibido la actividad sexual mientras dure el proceso de embarazo. La actividad física extrema es riesgosa, más aun sabiendo que eres vulnerable.
ESTÁS LEYENDO
DIOSA 3 | El hechizo final.
FanficNadie más que nosotros sabe cuanto nos dolió la despedida. La historia tormentosa nos persigue, pero ahora que he vuelto, ¿Lograremos escribir un final que nos guste?