Maneskin 3

V: Querida noche buena

21 de diciembre y yo sigo sin tener planes. Damiano ya me ha dicho que puedo ir con él, pero no pienso hacerlo. Así que como las navidades tampoco son lo más importante en esta vida, lo celebraré yo sola.

Me gusta estar sola. Poder hacer lo que quiera, a mi manera, comer lo que quiera, o no comer si no me apetece, poner música a toda hostia, bailar... estar sola tiene muchas ventajas, más que inconvenientes.

Fui a comprar. Quería satisfacer algunos de mis caprichos: helado, turrón... e incluso miré cosas que podría cenar en noche buena mientras hacía una maratón de películas de terror.

Mientras esperaba en caja a que llegara mi turno y me cobraran, mi móvil sonó. Lo cogí rápidamente del bolso, no quería que llegara mi turno y yo estuviera hablando por teléfono, que vergüenza.

Al ver la pantalla vi que el grupo estaba haciendo una llamada. <<Que buen momento>> pensé.

No cogí la llamada hasta que ya estaba saliendo por la puerta de la tienda.

-Hola.- Dije interrumpiendo lo que decían.

-Hoooooooola...- Dijo Vic de forma alegre.- Estamos hablando del viaje.

Como pude agarré las dos bolsas de plástico con la mano izquierda para poder sujetar con la otra el móvil sin que se me cayera.

-¿Y que habeís hablado?

-Pues... dijimos de que fuera algo más amplio, del rollo más gente: Nica, Martina...

-Laura.- Añadió Damiano. Lo dijo natural pero pude descifrar que lo decía para molestarme. Le puse los ojos en blanco aunque no me viera.

-Sí eso.- Dijo Victoria, noté en su tono de voz que quería disimular que no había nombrado a Laura aposta. Su voz era nerviosa.- Y Chiara, Alessandro... esa gente ya sabes.

-Sí, ya sé.. Claro, ¿Porqué no? Me parece bien.

-¿Segura?- Insistió.

-Sí, ya es hora de que hable con más gente, a penas les conozco.- Y era totalmente real, de verdad quería conocerles. Tras lo de Laura me propuse a mi misma ser más social y agradable.

-Pues creamos un grupo, ¿No?- Dice Ethan, él siempre responsable. Nosotros damos las ideas y él se adapta y hace todo lo demás, preparar las cosas... y todo lo importante, ya que nosotros no somos muy responsables que digamos.

-Crealo tú.- Le dice la chica.

Cuando me subí al ascensor, solté un suspiro al dejar las bolsas sobre el suelo, pesaban demasiado.

-Bueno Alda. ¿Que harás al final?- Me preguntó Thomas.

-Ver pelis de terror.

-¿Me estás jodiendo Alda?- Intervino Victoria.- No puedes hacer eso, es Navidad. Vente conmigo, anda.

-No, ya lo he comprado todo, me gusta el plan.

-Si tú lo dices...

Entro en casa. Iba a colgar el teléfono pero no me quiero sentir tal sola así que decido no hacerlo aunque sea solo para escuchar sus conversaciones. Puse el móvil en altavoz y guardé toda la compra en la cocina.

-Pues yo acabo de llegar a Copenhague.- Explicaba Victoria sin necesidad de que le pregunten. Ella es experta en contarte cualquier cosa, sin importarle si te interesa saberlo o no.- Necesito dormir...

-Hazlo.- Le respone Damiano.

-¡Que borde eres conmigo siempre!- Reclama.

-Oye, yo voy a colgar ya.- Aviso interrumpiendo su discusión.- Sí habláis algo importante sobre los planes decidme.